Arzhvael (libro 11. La ira de los Dioses)

Cap. 51 Herencia

 

Giulian y Vladimir Cornwall habían sido los últimos descendientes directos de aquella familia después que Bastian diese muerte al padre de éstos, y los arzhvaels de la época pensaron que aquella dinastía estaba destinada a extinguirse, pues no solo pesaba sobre ellos la decisión de Bastian a hacerlos desaparecer, sino que ninguno de los dos parecía interesado en perpetuar su apellido, ya que era del dominio público su aparente incapacidad para tener una relación formal con ninguna chica, y aunque eran todavía jóvenes para la época en cuestión, la grosera lista de corazones rotos que habían dejado en su corta vida era indecente; pero sumado a lo anterior, ellos mismos parecían decididos a hacerse matar por Nurión. Cuando Giulian desapareció, dieron por hecho que los Cornwall pasarían a ser parte de la historia arzhvael, pues en la opinión de todos, era cuestión de tiempo para que Nurión cazase a Vladimir, algo en lo que el muchachito aquel parecía poner mucho empeño. Sin embargo, concluyeron que la orden arzhaelí debía pensar igual, pues había encerrado a Vladimir en el centro de enseñanza de la orden. La súbita reaparición de Giulian alegró a todos, pero esto no hacía que creciesen las esperanzas con relación a la perpetuación de aquella importante dinastía, sin embargo, cuando estaban en medio del más álgido momento de la guerra en contra de Nurión, se enteraron del casamiento de Vladimir con Eveska Natchzhrer y el rápido nacimiento de Brendan Cornwall.

En opinión de los más recalcitrantes arzhvaels, aquella había sido una unión muy desigual, pues todos sabían lo que era Eveska y estaban bastante seguros que el padre de los Cornwall debía estar retorciéndose en el mausoleo familiar; otros, menos cerrados y que sabían que los Natchzhrer no solo no vivían ni se comportaban como vampiros, lo que pensaron fue que al menos Vladimir había cumplido con su obligación y había perpetuado su apellido, aunque hubiese mezclado su noble sangre con una tan poco recomendable, pero pensaron así mismo, que este detalle se arreglaría con el tiempo y cuando el heredero Cornwall se casase con alguien más apropiado. Y solo un reducido grupo, el de los más inteligentes, se sintió verdaderamente feliz con aquella unión y con el nacimiento de Brendan, pero todos, sin importar en qué posición estuviesen, se sintieron auténticamente apenados cuando finalmente Vladimir fue asesinado.

Una nueva luz de esperanza surgió cuando se anunció el matrimonio entre Giulian y Samantha, y definitivamente estaban mucho más contentos con aquella unión, pues Samantha era una Douglas y en su caso sí la consideraban apropiada, de modo que aplaudieron a Giulian y pensaron que la dinastía Cornwall se había salvado.

Poco tiempo después, esas mismas personas que habían estado tan contentas con aquella unión, comenzarían a sentir pena por Giulian, pues salió a la luz que la señorita Douglas tenía un hijo producto de una aventura. Aquello aparte de equivocado, se volvió injurioso y muy peligroso para quienes lo estaban propagando, porque les llevó más bien poco tiempo enterarse de quién era el padre de la criatura y les tomó menos tiempo aún, colocar a Samantha en la categoría de loca, pues en su necia opinión, una mujer de su posición que se enredase con un sucio berserker, tenía que estar definitivamente falta de juicio. La familia en general nunca se enteraría de aquello, pues si por algo se habían distinguido todas las generaciones Douglas era por su intolerancia y por su desmedida arrogancia, y siendo que Daniel Douglas estaba de vuelta, se encargó diligentemente de aquello, aunque también tuvo que escuchar durante horas a Eowaz y mientras éste le recordaba que aquella actitud era la que había hecho que la comunidad pensase como lo hacía de todos aquellos que se apellidaban Douglas, Cornwall o Nemhain, acusándolos de comportarse como auténticos miembros de una realeza que no existía entre ellos; pero existiese o no una clase noble en la raza arzhvael, los miembros de éstas tres familias no solo se comportaban como príncipes reales, sino que ejercían todo el poder que traía consigo los apellidos que llevaban.

Todo lo anterior sucedió cuando la segunda generación aún era joven y no habían nacido muchos de la última o eran bebés los que sí, pero cuando los niños comenzaron a ir a la escuela, la gente, cuya necedad no es susceptible a desaparecer, comenzó de nuevo con los odiosos comentarios, porque al menos los dos primeros en llegar a Develieng, no podían ser portadores de dos apellidos peores, aunque en el caso de Brendan, el malo estuviese precedido por uno inmejorable, pero en el de Elijah, el primero parecía tener mucho más peso que el segundo. No obstante, si bien el de Brendan pudo haber sido hecho convenientemente a un lado, lo que no permitiría esto serían dos cosas; la primera, que Brendan se sentía sumamente orgulloso de ser un Natchzhrer y en ninguna circunstancia suprimía su segundo apellido, y segundo, que sus compañeros comenzarían a sospechar también de su naturaleza, porque hasta donde se sabía, ningún descendiente de una pareja en donde ambos no fuesen vampiros, podía serlo, pero el asunto que alarmó a los estudiantes de Develieng, fue el hecho de que cuando Brendan enfurecía, algo que no sucedía muy a menudo afortunadamente, adquiría las características de un vampiro en toda la regla, algo que naturalmente los chicos corrieron a contarles a sus padres, lo que desató una nueva ola de rumores esta vez con relación a la posible transformación de Vladimir. Esto hizo que tanto Iván como Giulian terminasen siendo citados al tribunal, noticia que le tocó a un consternado Peter, darles. Como cabría suponer, Giulian montó en cólera mientras que Iván se lo tomó con más calma, y aunque no le gustaba, entendía la preocupación de la comunidad, pues él mejor que nadie, sabía la amenaza que representaba su raza para las demás. Dan por su parte parecía una midgard enfurecida y a él tuvieron que encerrarlo, porque si Giulian era violento, Dan era simplemente incontrolable, y mientras Samantha podía con Giulian, Amy no tenía ninguna oportunidad con Dan, pues aquel sujeto en verdad se conducía como el monarca del universo cuando alguien incurría en su ira.




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