Arzhvael (libro 11. La ira de los Dioses)

Cap. 56 Carrusel

 

Si bien era habitual ver a Mael en Averdeen y de hecho seguía teniendo una habitación en aquella casa, rara vez se quedaba allí y todos sabían que cuando no estaba en Arx o muy lejos en alguna misión, solía quedarse en el departamento que tenía en Kelten. Sin embargo, la pasada noche se había quedado allí para asombro de todos, pues desde que Jud era huésped de la casa, Mael parecía esforzarse en no ir, y las veces que lo había hecho, solo pasaba un momento y se marchaba a toda prisa. No obstante, aquella mañana Dan y Giulian los observaban a todos con atención, y después que terminaron de comer, ellos dos se fueron al estudio.

  • ¿Qué crees? – preguntó Giulian
  • Por creer, puedo creer muchas cosas
  • ¿Estarán planeando alguna travesura? – dijo Giulian sin prestarle mucha atención a Dan
  • Vamos hombre, están creciditos como para… un momento, me parece que no hablamos de los mismos sujetos
  • ¿Qué?
  • Si me preguntan, son ustedes los individuos más entrometidos del mundo – escucharon a Iván, aunque no parecieron sorprendidos de verlo
  • Claro, porque tú no y es por eso que estás aquí – dijo Dan
  • Seguro que no, y si estoy aquí es porque los conozco lo suficiente y sus expresiones estaban gritando que planeaban algo
  • Si así fuera y no es, que nos hayas seguido demuestra lo dicho por el enano
  • Y si lo piensan, lo que demuestra es que son ustedes muy mal agradecidos, porque intento salvarles sus necias cabezas, aunque ya no sé ni para qué me molesto
  • Creo que son otras las cabezas en peligro y lo que queremos saber es la de quién, porque por si no lo notaste, los chicos planean algo
  • O están metidos en grandes problemas, porque nunca había visto a mis hijos tan silenciosos y…
  • Yo hablo de los míos – interrumpió Dan a Giulian

Iván meneó la cabeza cuando ambos comenzaron a hablar al mismo tiempo exponiendo cada uno lo que estaba pensando, y como de costumbre, Iván se preguntó cómo se las arreglaban para entenderse, pues no parecía que ninguno de los dos estuviese escuchando al otro.

  • Creo que lo mejor es que vaya a hablar con ellos
  • No eres más necio, porque te resulta imposible madrugar, Giulian. Aunque apretaras sus cuellos no te lo dirían, a menos claro, que sus vidas dependiesen de ello y aun así es dudoso, pero, en cualquier caso, si el asunto es grave, terminarán por decirlo, mientras que lo que sea que planean los míos, podría ser más preocupante
  • Escuchen los dos – intervino Iván – si los niños están metidos en problemas y raro sería si no, Elijah suele encargarse bastante bien – dijo mirando a Giulian y luego miró a Dan – Y si los que lo están son los tuyos, ya no califican en el renglón de niños y ni siquiera cuando lo eran necesitaban ayuda, así que déjenlos en paz

Sin embargo, aquellos dos seres eran el paradigma de la obstinación, así que Iván pensó que perdería una indecente cantidad de tiempo intentando hacerlos entrar en razón. Lo que no sabía ninguno de ellos, era que las siguientes horas parecerían interminables y por diversas razones.

Dan y Giulian estaban acertadísimos, pues ambos grupos planeaban justamente cómo hablar con el segundo. Mael había hecho una veloz visita a Blairhill enterándose que Garlan no estaba allí, sino en el hospital de nuevo y las razones para ello, de manera que fue al hospital y los McEwan confirmaron que Garlan había sufrido una recaída y si bien pudo verlo unos minutos, lo que no pudo fue hablar con él y se fue derecho a comunicárselo a los demás.

Danny a quien había ido a ver había sido a Alaric, y aunque su tarea era averiguar si el arzhaelí estaba lo bastante furioso con Garlan como para querer hacerlo encerrar, algo bastante necio, pues no sabían que cuando Alaric había salido del hospital, se había ido derecho a hablar con Garlan y luego ciertamente lo había encerrado, pero en Blairhill. No obstante, siendo como era Danny, decidió averiguar algo más acerca de lo otro que los ocupaba, pero le había costado más de lo que le habría costado con cualquier otro, que Alaric reconociese que él también pensaba que Garlan había perdido su orgullosa cabeza por Gemdariel.

  • Aun así, que yo esté convencido de eso no significa que sea un hecho, Danny
  • Claro, y por eso casi te quema vivo ¿no?
  • Fue una reacción clásica de Garlan, estaba furioso y actuó en consecuencia, pero en ningún momento dijo que…
  • Sí, sí – lo interrumpió él – pero no interesa si lo reconoció o no, lo importante es que no quieres enviarlo a Fangelsi
  • ¿Qué sucede contigo, Douglas? Claro que no

Resuelto aquello, él también se fue dar su reporte a los demás, y la pasada noche habían tomado la decisión de que lo mejor por hacer era preparar a Giulian.

  • No sé, creo que nos estamos apresurando – dijo Aderyn – porque aún no sabemos si Gema…
  • ¿Sam? – dijeron Danny y Gail al mismo tiempo
  • No sean necios – intervino Diandra – no digo que no sea importante saber qué siente Gema, pero en las presentes circunstancias es más importante proteger la cabeza de Garlan, porque si es cierto y yo confío en Sam, ese desquiciado comenzará a vociferarlo y Giulian querrá sacarle el corazón que ya Gema se encargó de quitarle al pobre infeliz




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