Arzhvael (libro 12. Amor en tiempos de guerra)

Cap. 1 Última generación

 

Los padres de los miembros de la última generación, habían sabido casi desde el minuto cero, que sus angelitos serían cualquier cosa menos lo anterior, de modo que en la mayoría de los casos y una vez que los niños habían superado la primera infancia, sus progenitores solían decir que estaban preparados para casi cualquier cosa, y en los casos de Danny y Gail por ejemplo, eso era cien por ciento cierto, aunque no del todo en el de los demás y de ninguna manera en el del bueno de Armel que siempre estaba a punto de sufrir algún colapso. De manera que, después que Dreo había salido de la crisis, y aunque aún estaba prácticamente preso en la casa, un buen día todos los miembros de la familia y los amigos más cercanos, recibieron una convocatoria para presentarse en Averdeen, y en algunos casos llegaron con mucha agitación al no saber a qué obedecía aquello.

Apenas estaban preguntándose unos a otros qué estaba sucediendo, cuando se presentó Ares con su padre, y casi detrás de ellos lo hizo Darien en compañía de un sujeto al que pocos conocían.

  • ¿Briger? - dijo Peter en tono de extrañeza
  • ¿Ya estamos todos? - preguntó Darien sin prestar atención a Peter, aunque éste no parecía dispuesto a que lo ignorasen
  • ¿Briger qué…?
  • Abuelo por favor, me arruinarás la sorpresa - dijo el gemelo y colocándose en el centro se dirigió a la concurrencia - Como todos sabemos, estamos en medio de una molesta guerra y los cretinos que nos mantienen tan ocupados no tienen intenciones de acabar muy pronto, de manera que lo que no tenemos, es tiempo para complicadas ceremonias y celebraciones, razón por la cual, este amable caballero  - dijo señalando al tal Briger - está aquí para efectuar nuestras bodas

Si Darien les hubiese dicho, por ejemplo, que los había reunido allí, porque la única posibilidad de salvación que tenían era abandonar el planeta, no habría causado ni la mitad de la conmoción que causó, y aunque con seguridad varios de los presentes tenían mucho que decir, como nadie lo hizo de forma inmediata, Darien sujetó a Atenea.

  • Bueno señor Briger, creo que podemos comenzar y…
  • ¡Atenea! - gritó Arcturus, pero más tardó él en hacerlo que Darien en estar frente a él apuntándolo peligrosamente con su Athame
  • Tal vez crea que tiene usted derecho a gritarle a mi mujer, y aunque así haya sido alguna vez, en principio, en mi familia no tratamos de ese modo a nuestras mujeres, y segundo y más importante que todo lo anterior, es que es mal asunto molestarme para aquellos que desean conservar la salud. De manera que le sugiero, en caso de que desee usted conservar la vida, no volver a dirigirse nunca, en ese tono a Thyna

No obstante, Arcturus estaba muy alterado y tomó una pésima decisión en opinión de quienes miraban.

  • Nos vamos ahora mismo, Atenea
  • Eh, eh - lo detuvo Darien - Hasta donde sé y creo saber bastante, no tiene usted problemas auditivos, y acabo de decir con claridad que Thyna y yo vamos a casarnos
  • No puedes impedirme que me lleve a mi hija y en realidad no tienes derecho a hacerlo, 
  • De poder, puedo, aunque no quiero, porque estoy seguro que Thyna lamentaría que no estuviese usted en su boda, así que deje de interrumpir y acomódese por ahí sí es que quiere presenciar el matrimonio de su hija - dijo dándole la espalda, pero Arcturus lo sujeto, lo que fue aún peor que lo anterior, porque salió despedido pegando del techo para aterrizar luego de forma muy aparatosa

Nadie se movió para ayudar al individuo, tal vez porque estaban en estado de shock aun, en el caso de los mayores, porque los más jóvenes estaban cómodamente sentados algunos y otros de pie, pero sin reflejar sorpresa alguna y eso incluía al hijo del sujeto, de modo que Darien avanzó hacia él y extendió su mano para ayudarlo a ponerse de pie.

  • Es mejor que se calme, hombre, porque en verdad lamentaría dejar sin uno de sus abuelos a mi hijo

Samantha cerró los ojos con resignación mientras que Giulian y los incordios habituales soltaron una carcajada.

  • Giulian Alexander Cornwall - siseó Samantha y él dejó de reír de forma inmediata - ¿Te parece gracioso?
  • Por supuesto que no, princesa - dijo disimulando muy mal que así era
  • Bien señor Briger, lamento la interrupción, pero ahora sí podemos iniciar
  • Darien - intentó Giulian mientras Samantha e Iván lo que intentaban era calmar a Arcturus que con justificada razón quería apalear a Darien
  • Las explicaciones para después, padre
  • No se suponía que lo atacaras - susurró Atenea mientras caminaban hacia el secretario
  • No se suponía que él te gritara ni que intentara atacarme a mí, pero está visto que podemos suponer muchas cosas y equivocarnos miserablemente, mi amor

Si alguien pensó que ya habían finalizado las sorpresas, comprobaría su error enseguida, pues Derian avanzó junto con Eurielle situándose al lado de la otra pareja y no precisamente en calidad de padrinos de acuerdo a lo que escucharon.

  • Listos por aquí - dijo Derian - así que comience de una vez y antes de que alguno de los mal nacidos con los que estamos en guerra nos interrumpa - agregó riendo




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