Arzhvael (libro 12. Amor en tiempos de guerra)

Cap. 2 Mael & Lizzy

 

Si los arzhaelíes pensaron que la guerra interna que estaba sosteniendo Ioan con su propia gente, iba a hacerlo desistir de la que le había declarado a los arzhvaels, no pudieron equivocarse más. Sin embargo, como de forma inmediata al regreso de Peter y Kelan, no se había sucedido ningún ataque, era que se habían atrevido a guardar una mínima esperanza, y fue el momento que decidieron aprovechar para efectuar al menos la boda que más le urgía por lo menos a Daira, que era la de Lizzy y Mael.

Si bien Lizzy estaba emocionada por su próximo enlace matrimonial, también estaba muy molesta, porque Mael había dado órdenes de excluirla de cualquier misión en el futuro cercano debido a su embarazo. Aquello le supuso a Mael no solo la ira de la señorita McKenzie, sino que se negara incluso a hablarle durante varios días que pudieron haber sido muchos más de no haber sido porque la pequeña Maelí, nombre que habían decidido darle a la niña, comenzó a presentar signos de no estar bien.

  • Esto no es normal y no sé qué pueda ser, Lizzy - le dijo Daira después de revisar a la niña
  • ¿Cómo es posible que no lo sepas, madre?

Todos ellos estaban acostumbrados a que, a pesar de que ni Daira ni Iván habían hecho la carrera de Läkares, podían hacerse cargo de cualquier enfermedad que los aquejase, de modo que para Lizzy era inconcebible que Daira no supiese qué hacer.

  • Debemos avisar a Mael y…
  • ¿Esto es para que yo acepte hablar con el señor Berserker? - preguntó la chica con disgusto
  • Por supuesto que no, hija

Aunque Lizzy era muy terca, estaba en verdad preocupada por la niña, de modo que Daira se comunicó con Mael y el pobre sujeto casi sufre un colapso al recibir el mensaje, pues el mismo no especificaba el por qué Daira le pedía ir con tanta urgencia.

  • ¡Elizabeth! - exclamó apenas hizo acto de presencia
  • Yo estoy bien y…déjame - dijo pues él, muy al estilo Elijah, estaba revisándole hasta el cabello
  • Mael, se trata de Maelí - dijo Daira

Después de una rápida explicación que incluía su intención de llevarla al hospital, Mael levantó a la chiquita.

  • Yo me ocuparé Daira, gracias
  • ¡Ey! ¿Acaso tampoco me dejarás…?

Mael no dejó a Lizzy concluir, pues la sujetó y un minuto después habían desaparecido, y aunque Daira se trasladó al hospital, pues también quería saber qué era lo que le sucedía a la niña, no los encontró allí.

  • ¿Tienes algún problema de comprensión, señor Berserker? - preguntó Lizzy cuando llegaron al campamento
  • No, pero Zidan dijo que, debía traerla si presentaba cualquier anomalía

Posiblemente Lizzy iba a preguntar, pero ya Zidan había hecho acto de presencia y Mael le estaba entregando a la niña. Aunque Lizzy sabía que ellos se comunicaban a un nivel que ella no podía ni podría nunca entender, por algún motivo le extrañó la actitud.

  • ¿Mael, qué sucede?
  • En realidad, no lo sé, Elizabeth. Ya sabes cómo es Zidan, no habla mucho ni da explicaciones, y solo me dijo que si la niña presentaba algún problema debía traerla

Thorheld se acercó y después de saludar, le pidió a Mael que lo acompañara, pero como no entraron a la tienda de Zidan, ella se encaminó hacia allá.

  • Él no está allí, señorita Elizabeth
  • ¡Svan! - dijo volviéndose sobresaltada
  • Lamento haberla asustado
  • No me asustaste, necio, es solo que… bueno olvídalo y dime dónde está entonces
  • No lo sé, pero no está allí

Lizzy se sentó sobre una piedra sujetándose la cabeza con las manos, así que Svan se sentó en el piso junto a ella.

  • Estoy seguro que Zidan se ocupará de la niña…
  • Sabes que su nombre es Maelí - acentuó

Aquella era una particularidad tanto de Mael como de Svan quienes, hasta la fecha, no se referían a Maelí de otra forma que no fuese la niña cuando hablaban de ella, aunque fue en ese momento que Lizzy pareció notarlo. Un momento después regresó Mael, así que Svan se levantó y se alejó.

  • Creo que es mejor que te lleve a casa, Elizabeth
  • ¿Qué sucede contigo? No voy a ir a ninguna parte hasta que…
  • Elizabeth, no tengo idea de cuanto pueda demorar Zidan en hacer lo que sea que esté haciendo con la niña
  • Y no parece preocuparte mucho
  • Confío en él y…
  • ¿Sabes qué? Déjame en paz - le dijo intentando empujarlo, pero como eso era más bien difícil, le dio la espalda y se alejó hacia la tienda de Zidan
  • Déjame a mí, held - detuvo Thorheld a Mael

Aunque esa no le parecía la mejor de las ideas conociendo al individuo, como no era que a él le estuviese yendo mejor, no lo detuvo.

  • Mael - escuchó y se giró hacia quien le hablaba
  • Ahora no Thorkind




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