Si los arzhaelíes pensaron que la guerra interna que estaba sosteniendo Ioan con su propia gente, iba a hacerlo desistir de la que le había declarado a los arzhvaels, no pudieron equivocarse más. Sin embargo, como de forma inmediata al regreso de Peter y Kelan, no se había sucedido ningún ataque, era que se habían atrevido a guardar una mínima esperanza, y fue el momento que decidieron aprovechar para efectuar al menos la boda que más le urgía por lo menos a Daira, que era la de Lizzy y Mael.
Si bien Lizzy estaba emocionada por su próximo enlace matrimonial, también estaba muy molesta, porque Mael había dado órdenes de excluirla de cualquier misión en el futuro cercano debido a su embarazo. Aquello le supuso a Mael no solo la ira de la señorita McKenzie, sino que se negara incluso a hablarle durante varios días que pudieron haber sido muchos más de no haber sido porque la pequeña Maelí, nombre que habían decidido darle a la niña, comenzó a presentar signos de no estar bien.
Todos ellos estaban acostumbrados a que, a pesar de que ni Daira ni Iván habían hecho la carrera de Läkares, podían hacerse cargo de cualquier enfermedad que los aquejase, de modo que para Lizzy era inconcebible que Daira no supiese qué hacer.
Aunque Lizzy era muy terca, estaba en verdad preocupada por la niña, de modo que Daira se comunicó con Mael y el pobre sujeto casi sufre un colapso al recibir el mensaje, pues el mismo no especificaba el por qué Daira le pedía ir con tanta urgencia.
Después de una rápida explicación que incluía su intención de llevarla al hospital, Mael levantó a la chiquita.
Mael no dejó a Lizzy concluir, pues la sujetó y un minuto después habían desaparecido, y aunque Daira se trasladó al hospital, pues también quería saber qué era lo que le sucedía a la niña, no los encontró allí.
Posiblemente Lizzy iba a preguntar, pero ya Zidan había hecho acto de presencia y Mael le estaba entregando a la niña. Aunque Lizzy sabía que ellos se comunicaban a un nivel que ella no podía ni podría nunca entender, por algún motivo le extrañó la actitud.
Thorheld se acercó y después de saludar, le pidió a Mael que lo acompañara, pero como no entraron a la tienda de Zidan, ella se encaminó hacia allá.
Lizzy se sentó sobre una piedra sujetándose la cabeza con las manos, así que Svan se sentó en el piso junto a ella.
Aquella era una particularidad tanto de Mael como de Svan quienes, hasta la fecha, no se referían a Maelí de otra forma que no fuese la niña cuando hablaban de ella, aunque fue en ese momento que Lizzy pareció notarlo. Un momento después regresó Mael, así que Svan se levantó y se alejó.
Aunque esa no le parecía la mejor de las ideas conociendo al individuo, como no era que a él le estuviese yendo mejor, no lo detuvo.
Editado: 16.11.2024