Cap. 12 Garselid
Tal y como Alaric había prometido, y aunque no sería exactamente al día siguiente por lo recientemente acontecido, se había presentado en Garselid con Jud. Aunque ya Aria sabía que los Lorielid eran parientes de Jud, todavía no se sentía lo suficientemente confiada para dejarlo en manos de nadie, de modo que se había negado a dejar que Alaric se lo llevase si ella no iba con ellos. Como Jud no era propenso a mortificarse, no era capaz de entender la angustia de Aria y lo interpretó a su manera.
- Yo quiero ir, Nell
- Ya lo sé, pero no lo harás solo
- No, voy con él
Arianell se llevó una mano a la frente, pero cuando volvió a mirar a Alaric, éste decidió que si no quería tener muchos problemas de la clase que podían enviarlo al hospital, lo mejor que podía hacer era llevar a la terca muchachita, porque por una parte ella era hija de Jonathan, y aparte de que éste intentaría apalearlo por molestar a su hija, la criatura era peligrosa por derecho propio, pero además, era la chica de un berserker y no de la clase pacífica como era el caso de Mael, y si de algo podía estar seguro, era que a Elijah le gustaría aún menos que a Jonathan, que alguien molestase a Aria.
- De acuerdo, Aria – le dijo y así pudieron ponerse en marcha
Los arqueros que guardaban la entrada a Garselid, no pudieron ocultar de ninguna manera su desagrado, porque si les gustaban poco las visitas de los arzhvaels, un uzky estaba más allá de lo aceptable. Sin embargo, teniendo en cuenta quién los llevaba, intentaron, aunque con poco éxito, ocultar su malestar.
- Fy syr – saludaron a Alaric
- No vengo solo, padarys
- Fy istrey – dijeron ellos, pero saludar a Jud superaba sus fuerzas y Alaric decidió mostrarse generoso no exigiéndoles nada más
Ysandar estaba reunido con los miembros más importantes de su bosque discutiendo lo sucedido, pero en cuanto le avisaron que Alaric estaba allí, se excusó con ellos y se apresuró a recibirlo.
- Abiabi taid [1]– saludó Alaric
- Gartref croeso, bach [2] – dijo él y luego miró a los visitantes – bienvenida a Garselid, señorita Mckenzie
- Gracias, señor Lorielid
- Bienvenido tú también, Jud
- Gracias – dijo él
- Gwireg – llamó Ysandar y un individuo hizo acto de presencia, y después de saludar a Alaric se acercó a ellos
- Señorita McKenzie, Gwireg los conducirá a usted y a Jud, a un recorrido por el palacio si está usted de acuerdo
Aria se lo agradeció, pero le había costado un mundo contener la risa al verle la cara al tal Gwireg, lo que no sabía ella era que su expresión no obedecía a que Jud fuese un uzky, o al menos no del todo, sino que lógicamente Gwireg conocía a Jairel y había notado el parecido.
Mientras ellos se iban con Gwireg, Alaric procedió a contarle a Ysandar todo lo que sabía hasta el momento con relación a los uzkys y a Jud en particular.
- Aunque las pruebas que efectuaron los Läkares, arrojaron que tiene alrededor de treinta años, notarás que se comporta como un niño y es emocionalmente vulnerable, es por eso entre otras cosas, que Arianell se muestra tan protectora con él
- En realidad, aún no cumple veinticinco – dijo Ysandar con tristeza
Alaric no discutió eso, porque sabía que las pruebas arrojaban resultados aproximados, y, por otra parte, sin duda su abuelo sabía con exactitud cuándo había nacido Jud. Lo que en realidad le extrañaba y molestaba a partes iguales, era no saberlo él, pero dejaría eso para después y pasó a otro asunto.
- Con relación a los cambios nocturnos, incluso antes de someterlos a una observación directa, ya habíamos ido con Jud al bosque, comprobando que, si bien cazan su alimento, no atacan a nadie. Esto no significa que no sean agresivos, pero solo si los atacan a ellos, y no son especialmente simpáticos en las horas nocturnas
- ¿A qué te refieres exactamente?
- De los tres individuos que observamos y con los que conversamos, Eri, el hermano mayor de Jud, es con mucho el más comunicativo, pero comprobamos que en las noches en verdad le irrita hablar. Y en el caso de Jud, aparte de la mencionada irritación, es el momento en el que parece resentir más lo que es e incluso se muestra avergonzado
- Pobre criatura – dijo Ysandar
- Por lo demás y en el resto del día, como ya te dije, su comportamiento está cercano al de un niño curioso, suele hacer muchas preguntas y exhibe mucha exaltación ante las cosas que son nuevas para él. Otra cosa que pudimos observar, es que es muy hábil con las manos, le gusta tallar figuras de madera y componer cosas, aunque no sé si es una característica que comparta con los demás miembros de su raza – hizo una pausa y agregó – Con respecto a su salud si hay un problema – y pasó a explicar lo que Paul les había explicado a ellos, pero percibió la ira de su abuelo cuando agregó una información que les había dado Jonathan quien la había obtenido a su vez de Aria – Tal vez si no lo hubiesen dejado abandonado en el bosque, ese bicho no lo habría picado, pero…
- Es mi culpa – dijo Ysandar
- Abuelo, hiciste lo que consideraste mejor y…
- Y fue un error con el que tendré que cargar yo solo, porque si bien ordené que fuese devuelto con los suyos, no que lo dejaran tirado en el bosque, pero quienes lo hicieron ya no pueden responder por ello