Garlan y los gemelos Douglas no se habían quedado en Graselid, y no porque no les preocupara la situación de los heridos más graves, sino porque los segundos querían volver junto a sus esposas y recién nacidos hijos, mientras que Garlan estaba siendo atormentado por Gema, de manera que volvieron a Averdeen juntos. Sin embargo, después que habían explicado cómo estaban las cosas, si bien las gemelas lo lamentaron, Gema insistió en ser llevada a Garselid, pero sería la primera vez que Garlan se opusiese en forma recalcitrante a complacer cualquiera de sus deseos.
Si bien en principio, Garlan no había pasado por el circo que habían pasado Giulian y Darien con los embarazos de sus parejas, sin duda se había apresurado a sentirse tranquilo y satisfecho, porque en su caso, quien se pondría de un humor macabro en el tercer trimestre, sería Gema.
A lo primero que la trilliza se había negado, era a volver al ostentoso palacio que su marido llamaba casa y que Danny y Gail se esforzaban en tachar de museo. Nadie estaba muy seguro de quién o qué había convencido a Garlan que era mala idea contrariarla, aunque Iker decía que después de todo, McEwan no era tan estúpido y sabía que Gema lo haría polvo, y en caso de que no lo hiciese ella, lo haría él con el mayor placer, pero el asunto era que, a regañadientes, había aceptado quedarse en Averdeen las últimas semanas, y lo único afortunado de aquello, era que en verdad estaban tan ocupados, que eran más bien pocas las veces que podía dormir allí.
Por otra parte, no solo Garlan lo estaba pasando tan mal que llegó a pensar que en verdad su cosita lo odiaba, algo por lo que Alaric lo había fastidiado mucho, sino que a Giulian no le estaba yendo mucho mejor, solo que en su caso, se sentía enfermo cada vez que Gema le contestaba mal, así que Samantha e Iván la tuvieron muy difícil para intentar que entendiese que aquello era temporal y causado por el embarazo, pero estaban bastante seguros que el individuo aquel no solo no había entendido nada, sino que como cabía esperar, quien pagaba la vajilla rota era Garlan a quien culpaba de aquella desgracia, aunque la verdadera desgracia la sufrían los enemigos a los que ambos habían hecho frente por aquellos días.
Otro asunto que sí preocupó incluso a Samantha, fue que Gema estaba teniendo verdaderos problemas con la comida, pues había días en los que comía casi tanto como Elijah, mientras que otros, con solo oler la comida comenzaba a vomitar. Con las cosas así, habló con Garlan para que le preguntase al Läkare que estaba atendiendo a Gema, porque esta, a diferencia de todas las demás chicas, se había negado a que Iván o Daira se encargasen, así que Sam le pidió a Gralan que le comentase al Läkare lo que estaba sucediendo, pero aparte del vago comentario de que era algo que podía sucederles a las embarazadas y que no había que preocuparse por eso, no consiguieron nada más, y para coronar todas las anomalías de aquel embarazo, de pronto Gema se negó a que su marido la acompañase a ninguna visita al Läkare, y el único que podía hacerlo era Iker, porque ni siquiera Nat se salvó del mal humor de su prima.
Por todo lo anterior, Garlan había estado viviendo un infierno en las últimas semanas, pero lo aguntaba con más paciencia de la que habrían esperado de un individuo con un carácter tan endiablado. Sin embargo, en esta ocasión las cosas iban a ponerse muy mal, porque conociendo el enorme poder de su mujer, tomó la decisión de aturdirla, después de lo cual, llamó a Armel.
Armel se preguntó por milésima vez, por qué razón sus dioses se habían empeñado en castigarlo endilgándole como amigo a aquel loco titulado, y aunque no tenía la seguridad, pero sí pocas dudas, su propia cabeza estaría en serio peligro cuando aquel lío explotase, y de nada le valdría decir que él no tenía nada que ver, pues desde luego tendría si lo ayudaba, pero si no lo ayudaba, ya encontraría Garlan la manera de buscarse el mismo lío y quizá mayor. Así que, con un suspiro de resignada derrota, accedió a ayudarlo. Una vez efectuada la maniobra, y como Armel seguía dándole la lata, Garlan lo envió a paseo sin siquiera agradecerle su ayuda y llamó a la única nisser que habría hecho cualquier cosa por el loco aquel debido a que había tenido la ingrata tarea, en opinión de muchos, de velar por él casi desde que había abierto los ojos.
Editado: 16.11.2024