Arzhvael (libro 12. Amor en tiempos de guerra)

Cap. 30 Terquedad Douglas

Galadriel había aceptado marcharse después de saber que Alaric mejoraba, pero Brendan no tuvo ocasión de dirigir la desmaterialización, porque siendo tan formal como era, estaba despidiéndose de Ysandar cuando Galadriel lo sujetó y un segundo después estaban en el patio de Arx y no en Averdeen.

  • Chiquita…
  • Hay algo de lo que tenemos que ocuparnos antes de ir a casa – lo interrumpió ella echando andar hacia el lindero del bosque

Si algo había aprendido Brendan y de forma muy traumática, era a no contrariar a Galadriel, y, por otra parte, se había pasado la vida viendo cómo le iba a Giulian con Samantha cuando lo hacía. De manera que, a pesar de que opinaba que Gali debía descansar, antes de insistir en ello, decidió informarse acerca de qué era aquello de lo que, según ella, debían ocuparse. Sin embargo, antes de poder presguntar nada, la escuchó.

  • ¡Svan!

El berserker estaba a mucha distancia, pero no tuvo dificultad para escucharla y se giró.

  • ¿Por qué extraño? – preguntó
  • Nadie dijo nada de extraño – dijo Abin, aunque enseguida recordó que estaban con Svan y que con seguridad no le hablaba a ninguno de ellos como en efecto
  • Ya lo sé, pero algo debe necesitar – agregó Svan y un segundo después ya no estaba al lado de sus compañeros
  • Todos son muy necios al seguir pensando que mi hijo está loco, porque saben perfectamente con quien habla – dijo Thorvald

En efecto todos lo sabían, pero si dudaban de la estabilidad mental de Svan, era porque los demás que poseían un espíritu guardian, y aunque se dirigían ocasionalmente a ellos en voz alta, Svan hablaba más con Valk que con sus congéneres.

Svan había llegado hasta la pareja, pero fiel a sus costumbres, nada dijo y esperó a ser informado de para que se lo requería.

  • Svan, siento molestarte, pero necesito que nos acompañes a Lev
  • ¡¿Qué?!
  • Brendan, por favor. No soy sorda y sabes que los gritos les hacen daño a ellos – protestó Galadriel
  • Lo lamento, Svan – se disculpó con rapidez, pero se olvidó de él y sujetó a la trilliza – ¿Por qué quieres ir a ese lugar, chiquita? Y, en cualquier caso, sabemos dónde está y no hay necesidad de molestar a nadie
  • No soy estúpida, Brendan Iván, de modo que sé, que no podemos ir solos a ese lugar y…
  • Ni acompañados tampoco – escucharon y creyeron se trataba de Mael, así que Gali se volvió
  • Tío… ¡Oh! Disculpa, Thorheld
  • Berserker equivocado, linda

Aunque ya llevaban mucho tiempo compartiendo en forma más o menos cercana con los berserkers, había unos a los que veían menos que a otros, y quien estaba hablando era uno de esos, ya que se trataba de Varheld. La confusión era entendible, pues aquel era un descendiente directo de Thorheld y, al igual que Mael o Eli, tenían la cara del primero, pero más allá de eso, Varheld, a diferencia de Elijah y Mael, tenía no solo las mismas facciones, sino el mismo cabello y la misma costumbre de ir sin camisa. Sin embargo, si Gali lo miraba con confusión, Brendan lo hacía con ira, así que de forma inmediata hizo aparición Strel, el Diolfr de Varheld y éste emitió un silbido.

  • Eres muy estúpido, Varheld – escuchó éste a Svan, pero solo rio
  • Quieto, Strel – le ordenó al Diolfr y luego miró a Brendan – Tranquílizate, porque Strel es poco colaborador cuando percibe malas energías

Mientras todo esto sucedía, Galadriel había estado registrando su memoria en busca del nombre de aquel individuo, pero antes de recordarlo, hicieron acto de presencia Mael y Thorheld.

  • ¿Qué está sucediendo aquí? – prguntó el primero, pues Thorheld no tuvo dificultad para imaginar el qué

Habitualmente, todos los berserkers respondían con inmediatez cuando Mael o Eli preguntaban algo, pero siendo que Varheld era hijo de Thorheld y, por tanto, un Valecnic del mismo estatus de los anteriores, no lo hizo.

  • Tío – dijo Galadriel y corrió a sus brazos

Varheld podía no contestarle a Mael, pero con su padre era otro asunto, y no porque Thorheld le hubiese preguntado nada, sino porque lo estaba riñendo por cualquier cosa que hubiese hecho para molestar a Brendan, así que Varheld informó lo importante con relación a la petición que le había hecho Galadriel a Svan.

  • No sé cuál es la fascinación de estas chicas por esos bichos – finalizó Varheld y su progenitor le acomodó un porrazo en su despeinada cabeza para luego acercarse al grupo
  • Galadriel, como dijo Varheld, nadie debe ir a Lev en este momento
  • ¿Por qué?
  • Supongo que has notado la hora ¿no?
  • ¿Y para qué quieres ir allá? – preguntó Mael, algo que también quería saber Brendan y lo que no quería era ir
  • Tío, la madre de Jud le pidió a Erk que llevase a Jar, y de lo que recuerdo que contó Aria, es una especie de Läkare uzky que siempre se ha hecho cargo de la enfermedad de Jud, así que en verdad lo necesitan con mucha urgencia
  • Puedo entender eso, pero Varheld tiene razón, Gali, primero, a esta hora es peligroso para cualquiera adentrarse en los bosques nórdicos; segundo, el tal Erk no debe estar en Lev, sino cazando; y tercero, suponiendo que lo hayásemos, lo difícil sería concvencerlo de nada a esta hora, porque si no es ni siquiera medianamente tratable durante el día, a esta hora mucho menos
  • Pero Jud…
  • Escucha, te prometo que en cuanto amanezca, yo mismo te llevo ¿bueno?




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