Cap. 35 ¿Mejor o peor?
Ysandar había ido a recibir a Erskin, pero se encontró con que la princesa no estaba y a la guardia de ésta en estado de alarma. Sin embargo, cuando le dijeron lo sucedido, decidió que no había motivo para preocuparse, pues a diferencia de los arqueros, Ysandar estaba seguro que Erskin no corría ningún peligro con Iker, y lo que hizo fue ordenar que se atendiese a los arqueros y fuesen llevados a un lugar donde pudiesen esperar el regreso de Erskin.
Como se dijo, el área que servía como centro de atención médica en Garselid, guardaba mucho parecido en su disposición, con cualquier sitio donde se efectuara la misma tarea, pero a diferencia de los hospitales, aquí no se veían carreras ni voces angustiadas o dando órdenes, de manera que era un sitio más bien pacífico, pero cuando Ysandar regresó, se encontró con un inusual alboroto.
Un momento antes, y mientras él estaba ocupándose de lo antes narrado, habían hecho intempestiva aparición quienes traían a Jar, y si los alquimistas no habían estado contentos con los no deseados visitantes, enfurecieron no solo ante esta nueva y desagradable presencia, sino con la actitud de Jairel.
La elfa y apenas vio a Jar, se levantó y corrió hacia él abrazándolo, pero mientras los alquimistas se ahogaban en su necia ira, los arzhvaels lo que estaban era más allá de la sorpresa, porque, por una parte y hasta el momento, Jar no se había mostrado ni siquiera amable con nadie, pero estaban siendo testigos, pues podían percibirlo, de la sincera emoción con la que correspondía al gesto de afecto de Jairel. Y, por la otra, algunos como era el caso de Gamariel, por ejemplo, juntaron las cejas y apareció un gesto de desagrado pensando que aquella mujer no debeía estar bien de la cabeza si era capaz de abrazar a aquel desaseado individuo.
Si bien Darien fue el primero en salir del asombro, se había concentrado en Erk a quien tenía muy cerca y de quien percibió una intensa corriente de ira, pero sabiendo como sabía, que los uzkys no se apegaban a las personas, descartó los celos, pero estaba preguntándose qué le sucedía a aquel individuo cuando se desató el caos.
Como se dijo, los alquimistas habían enfurecido al ver a Jar, pero lo hicieron el doble al ver a Jairel abrazada a aquel individuo, pero lo que decidieron ignorar, fue que lo estaba haciendo por voluntad propia, así que Valindar, el alquimista mayor, le ordenó soltarla, la cuestión fue que no se contentó con eso, sino que en sus manos habían aparecido arco y flecha, saliendo esta última hacia Jar. Aquella fue una pésima idea, porque tanto Lizzy como Samantha habían intentado impedirlo, y aunque quien había detenido la flecha había sido Elijah, ésta alcanzó a rozar el brazo de Samantha, lo que causó la automática reacción de Elijah sufriendo una violenta transformación y saltando hacia Valindar.
Todos sabían que detener a un berserker era de lo más improbable, pero como también sabían que lo sucedido a Samantha había sido un accidente, todos estaban pensando en pedir ayuda a Thorheld cuando Zdvar se materializó frente a Valindar, impidiéndole con ello a Elijah atacar al alquimista.
Los miembros de la última generación presentes se extrañaron mucho, mientras que los de la anterior, recordaron una ocasión en la que Samantha había estado preocupada por Elijah por algún pleito escolar, y Mael la había tranquilizado deiciéndole que Blaidd, que era quien se ocupaba de vigilar a Eli, pues aun no tenía a Zdvar, nunca lo dejaría cometer ninguna atrocidad. En aquella ocasión, Gail había opinado que darle su merecido a quien lo fastidiara no era ninguna atrocidad, pero Mael aclaró que un Diolfr está en capacidad de determinar aquellas cosas y estaban siendo testigos de ello.
Aunque era improbable que Elijah la emprendiera contra Zdvar, igual Brendan e Iván se apresuraron a sujetarlo y el primero, además, se ocupó de proporcionarle ropa cuando recuperó su aspecto habitual. Sin embargo, el asunto no parecía no haber acabado.
No obstante, como no pasó de la amenaza, se tranquilizaron, pero pensaron que se apresuraban a ello cuando Jar les ordenó a todos salir.
Iván pensó que había intervenido muy a tiempo, porque Jairel tenía pésima expresión, la de jar no era mucho mejor con el agravante de que ya estaba elevando el brazo, y el pequeño Del ya había comenzado a avanzar hacia el grupo, porque Del al igual que Jud, pensaba que Jar podía curarlo todo y, en su opinión, nadie lo desobedecía.
Como los arzhvaels concluyeron que Ysandar estaba en capacidad de manejar a su gente, fueron los primeros en abandonar la estancia, mientras que los alquimistas demoraron un poco más y suponían que habían estado oponiéndose, pero finalmente habían salido y pasaron por donde ellos estaban con las narices alzadas y sin siquiera mirarlos.
Editado: 16.11.2024