Arzhvael (libro 12. Amor en tiempos de guerra)

Cap. 41 La luz y las sombras

Vladimir siempre había sido consciente de la escasa simpatía que le profesaba Izek, y si en principio no sabía por qué, eso quedó aclarado después que Samantha y Galadriel habían descubierto la razón haciéndolos partícipes a todos, e incluso disculpándose a nombre de todos los Cornwall, y a Vladi le había parecido que el individuo suavizaba un poco el trato hacia quienes se apellidaban Cornwall por alguna parte, y aunque él no llevaba el apellido, lo que sí tenía era el mismo rostro, algo que en él se había ido hecho más evidente conforme se hacía mayor, llegando a parecerse más a Giulian que sus propios hijos, y la única diferencia real, era que Vladi tenía el cabello rubio como sus padres. Sin embargo, en aquel momento, Izek en verdad lo estaba mirando como si fuese a hacerlo pedazos, pero si era, o no, así, no se enterarían, porque un segundo después, tanto él como Erskin habían desaparecido.

Nat estaba, aparte de sorprendido, muy angustiado e intentó seguirlos, pero Vladi se lo impidió.

  • Nathaniel, es mejor que…
  • Suéltame, tengo que…
  • No tienes que hacer nada – lo interrumpió en un tono más frío del que ahora le era habitual

Por fortuna, Nat no era ni la mitad de reactivo que gran parte de sus parientes, así que intentó serenarse para poder razonar con Vladi.

  • Escucha, Izek detesta a Erskin, así que debo asegurarme de qué demonios sucedió, y evitar que la lastime

Vladimir ladeó la cabeza y miró al chico con curiosidad preguntándose cómo era posible que su primo no supiese nada, porque si bien Nat no era un vampiro, tenía muchas de las habilidades de uno, y la percepción era una de ellas, pero como no tenía una respuesta inmediata, y habiendo escuchado la conversación que había tenido lugar antes de que percibiesen la alteración que los había hecho correr allí, se dejó de delicadezas.

  • No va a suceder nada, porque él no la odia y, por el contrario, le gusta más de lo que él mismo está dispuesto a admitir. Es más, estoy bastante seguro que en realidad la ama

El cerebro humano es un órgano complejo que, en ocasiones, y cuando recibe una información cuya imagen correspondiente le resulta imposible procesar, pareciera que simplemente la ignorara, y era el caso del de Nat en aquel momento, pues solo había registrado que Vladi decía que Izek no iba a hacerle nada a Erskin, pero no el por qué, y eso quedaría en evidencia a continuación.

  • Vladi, tú no lo conoces como lo conozco yo, así que no hacer nada, posiblemente no signifique lo mismo para ti que para él
  • Bueno, tanto como nada, quizá no sea acertado – dijo en tono burlón – Pero, en cualquier caso, no es problema tuyo ¿no te parece?
  • ¿Qué?

A Vladi le llevó solo unos segundos entender que era Nat quien no había entendido nada, así que compuso expresión de fastidio antes de repetir.

  • Te dije que ese sujeto perdió su odiosa cabeza, y el corazón que algunos – puntualizó mirando a Lesra que seguía pegada a la pared y casi parecía no respirar – sostienen que no tiene, por tu amiga elfa – concluyó, pero para asegurarse, agregó – Nathaniel, Izek está enamorado de Erskin Galen ¿de acuerdo?

Ahora Nathaniel sí había registrado con corrección lo que había escuchado, lo que no podía era aceptarlo, y de estar de acuerdo, estaba mucho más lejos.

  • ¿Pero qué dices, insensato? Eso no puede…
  • Es, tanto si te gusta como si no, y es algo que tú deberías saber incluso mejor que yo
  • ¡¿Has perdido el juicio?! – le gritó Nat y Vladi entrecerró los ojos, pero antes de que pudiese quejarse, Lesra comenzó a gritarlo también
  • ¡Claro que no tiene juicio!
  • Tú cállate, porque a él podría no hacerle nada considerando que es mi sangre, pero ciertamente no es tu caso

No obstante, Lesra parecía demasiado alterada y en opinión de Megan, posiblemente ni siquiera lo había escuchado, pues había seguido gritando, y aunque al menos ella, no estaba muy segura de qué decía, tenía pocas dudas de que estaba insultando a Vladi. Nathaniel por su parte, se había quedado paralizado, pues las palabras de Vladi actuaron como si de pronto alguien hubiese descorrido una cortina y varias imágenes de diversas escenas y situaciones, comenzaron a pasar velozmente por la cabeza del pobre chico, mientras que Vladi se había girado hacia Lesra encaminándose hacia ella, así que, aunque Megan intentó detenerlo, fue inútil y lo que hizo fue encomendarse a sus dioses. Sin embargo, en medio de la caótica situación, Megan notó que la mujer no solo había dejado de gritar, sino que parecía asustada, algo que lógicamente cualquiera hubiese entendido siendo que cualquier vampiro, reciente o antiguo, era capaz de paralizar con su sola presencia, y si estaba furioso, y Vladi lo estaba, el asunto podía empeorar mucho. Lo que no le cuadraba a Megan, era que Lesra no era una arzhvael, sino una Svartálfar, y al menos en su mente, Megan creía que no les temían a los vampiros.

  • Si dices una palabra más, en verdad lamentarás haberme conocido, mujer




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