Arzhvael (libro 12. Amor en tiempos de guerra)

Cap. 43 Energía

A pesar de la gran cantidad de heridos resultantes, el personal del hospital de Arx estaba muy bien entrenado y el triaje de pacientes fue efectuado con prontitud. Isham era quien había recibido la emergencia de Galadriel, Sasha, Brendan y Armel, derivando a sus asistentes los casos de Armel y Sasha, pues Brendan dedspertó mientras decidía a quien asignar su caso, así que él se fue derecho a ocuparse de Galadriel, pues determinó que aquella enorme pérdida de sangre no se correspondía con lo que se suponía había sucedido.

El caso de Mael sería atendido por Paul quien tuvo que salir de la horrorizada sorpresa con mucha rapidez, pero mientras se ocupaba de Mael, seguía preocupado por Zoran, que era el primero que había llegado, solo que su caso no se trataba de algún traumatismo sufrido a raíz del desplome, sino que era producto de una maldición muy severa, así que, si estaba preocupado, era porque si bien lo había estabilizado, no estaba de ningún modo bien. Por lo anterior, su primer pensamiento fue el de llamar a Samantha, pues ya había sido testigo de su inigualable poder en aquella materia, pero al salir y encontrarse con Greg primero, y luego conque traían a Mael y el estado de éste, se había olvidado de forma momentánea de Zoran. Sin embargo, mientras trabajaba con Mael, volvió a recordarlo y quiso decirle a Samantha, pero sabía que ella no se movería de allí hasta que estuviese segura de la condición de Mael.

Lizzy no había visto a Mael, porque en la caída, y aunque ella tenía la misma habilidad de su progenitor, un trozo de concreto la golpeó y perdió por unos minutos el conocimiento, pero al llegar al hospital y enterarse de lo sucedido, Jonathan tendría que haerse cargo de ella.

La mayoría de los krigers o arzhaelíes, solo tenían heridas leves o moderadas, y algunos habían sufrido conmociones cerebrales debido a los golpes que habían recibido en la cabeza, y en esta situación estaban Gamariel, Jason, Amy, Anthony, Alexander y Armel, aunque este último tenía también algunos huesos rotos.

Brendan era habitualmente muy tranquilo y poco dado a los escándalos que protagonizaban sus hermanos, pero cuando Atenea intentaba atender su brazo, él comenzaría a gritarle.

  • ¡No seas necia! ¡No necesito de nadie para que esto se arregle!
  • ¡Ey! —se metió Darien —A la que estás gritando es mi mujer, así que no me obligues acomodarte las ideas…
  • Darien —lo interrumpió Atenea y bajó un poco la voz, del todo inútilmente pues Brendan la escucharía lo mismo —Está alterado por el golpe en la cabeza
  • ¿La cabeza? ¿No era el brazo lo que se le había fastidiado?
  • Y no estoy alterado por eso, solo quiero ver a Galadriel

Aquella forma de llamar a Gali fue lo que convenció a Darien de que Atenea tenía razón, porque él no podía recordar ningún día, ni siquiera cuando aun eran pequeños, en el que Brendan se refiriese a Galadriel de otra forma que no fuese chiquita, así que concluyo que sin duda el porrazo debió ser muy fuerte. Por lo anterior lo dejó en paz, pero disponiéndose a seguir las órdenes de Atenea de no dejarlo solo y avisarle cualquier novedad, porque ella tenía que ir a ocuparse de algún otro herido.

A pesar de que no tenían un motivo para impedirle ir a informarse cómo estaba su esposa, al menos Atenea pensaría que debieron evitarlo, porque justo cuando iban a averiguar en qué sala la estaban atendiendo, salió Isham preguntando por Giulian y Samantha.

Aunque no sabían nada aun, la expresión de pena de Isham hizo que un frío muy desagradable los atacase, porque ya Atenea les había dicho que quien se estaba ocupando de la trilliza era Isham.

  • ¿Qué sucede con mi hermana? —preguntó Darien, porque Brendan parecía haber perdido la voz
  • Debo hablar con tus padres

Aquella fue una pésima idea y el individuo debió recordar no solo con quien hablaba, sino que el sujeto en cuestión, aparte de que había dejado de ser el niño revoltoso que había conocido, era hijo de un Cornwall. El asunto fue que antes de notarlo, había sido estampado contra la pared y con escasísima delicadeza.

  • No voy a repetirte la pregunta, Isham —dijo en tono helado

Aunque no era usual que alguien se metiese cuando Giulian, Garlan, Daniel, o alguno de los descendientes del primero y el último, exhibía su lindo carácter, los miembros de la orden debieron pensar que era un mal asunto apalear al director del hospital y menos en la situación de emergencia en la que estaban. El asunto era que vérselas con Darien Cornwall no era cosa sencilla, así que sería Brendan quien parecía haber recuperado al menos el movimiento, y Ares, quienes se arriesgarían a apartar a Darien, aunque eso no era garantía de nada.

  • Tienes cinco segundos para responder
  • Como dije…
  • Cualquier cosa que tenga que decir y que aun no dice, me lo dirá a mí, porque…
  • ¿Qué está sucediendo?

La situación de Isahm no lucía mucho mejor ahora que antes, porque quien se acercaba y con pésima expresión, era el padre de las criaturas.

  • Cornwall, tu hija se encuentra en estado delicado, porque aparte de las contusiones producto del derrumbe…
  • ¿Qué? ¡Con un demonio! —exclamaron los tres en forma sincronizada
  • De veras lo lamento, pero perdió al bebé




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.