Cap. 61 Mal encuentro

Caedmon había tenido una larga conversación con Ainsley, Ahearn y los hijos de la pareja, en la que no solo le había contado gran parte de lo sucedido después de su desaparición, sino que, más importante aún, los puso al corriente con relación al carácter difícil de Caley, y que era por el mismo que aun permanecía confinado y la razón por la que no lo habían visto aún. Además de lo anterior, como también les había contado acerca del secuestro de Erskin, pudo justificar su actual preocupación.

• Disculpa taid, pero según lo que entendí, todas las comunidades y hasta las otras razas están en colaboración ¿no es así? —preguntó Nial

Caedmon demoraría un poco en responder y no porque no fuera cierto, sino porque había sentido una poco frecuente calidez en su corazón al escucharse llamar abuelo por aquel chico. Ainsley notó eso y se sintió extrañada, porque ya sabía que Caley tenía dos hijos, y lo que no sabía, era que, a pesar de que su padre estaba en constante contacto con los hijos de Caley, aquel par siempre estaba metido en algún lío y en esas circunstancias, muy, pero muy rara vez, lo llamaban de otra forma que no fuese fy syr. Caedmon se recompuso y le contestó a Nial en forma afirmativa.

• ¿Y con toda esa ayuda aun no la han localizado? —preguntó ahora Neala dejando claro que los pensamientos de su hermano y de ella siempre iban en la misma dirección
• Nadie más lo sabe
• ¿Y por qué no lo has informado? —fue la pregunta de Ahearn

Aunque Ainsley pensó que podía obedecer al proverbial orgullo de su progenitor, iba a sorprenderse por la respuesta, ya que Caedmon le expondría sus sospechas acerca de que su hija se hubiese enamorado de Iker, así como lo que era éste.

Aquella sería una larga conversación, porque si bien a ninguno le había gustado de manera especial enterarse de que Iker era un vampiro, como Caedmon también les contó que lo era ahora, pero que había sido uno de los arzhvaels que había sido secuestrado junto con Erskin, el asunto varió un poco.

Los Redwan a diferencia de los Björn, nunca habían estado de acuedo con la alianza que había decidido forjar Cian con éstos. Sin embargo, por fuerza y antes de declararse abiertamente en contra de todo lo que su primo estaba haciendo, Ahearn había asistido a varias reuniones con los vampiros y había notado que, si bien en gran mayoría eran exactamente como sabían, había algunos casos que se diferenciaban del común, y fue lo que expuso.

• No conoces a ese muchachito, Ahearn. Estoy bastante seguro que no es exactamente como los vampiros que conocemos, porque entre otras cosas, tiene un poder muy extraño tratándose de uno; también ha permanecido del lado correcto, pero sigue siendo un vampiro y Erskin es una elfa
• Y eso es estúpido, taid —intervino Cindarel

Ahearn quería acomodarle un porrazo a su angelito, pero sabía que, aparte de inútil, sería bochornoso el pleito que se desataría debido al horroroso carácter de su hijo mayor. Ainsley por su parte, suspiró con resignación, pero sería la última en decir o hacer algo, pues estaba más consciente que nadie de lo que siempre le decía su marido acerca de que el lindo carácter de Cindarel se lo había heredado ella. Y en el caso de Caedmon, fue violentamente lanzado a un pasado ya lejano y cuando Ainsley estaba pequeña, y los encontraron a ella y a Caley peleándose, y la pequeña elfa no solo lo hacía en forma verbal, sino a golpes, así que tuvo pocas dudas acerca de que Cindarel era el que, lastimosamente, parecía haber heredado el genio vivo de los hijos de Ylwyn, pues le venía en el ADN por ambos lados. Sin embargo, como el individuo en cuestión no había hecho silencio, Caedmon intentó prestar atención.

• …porque como dijo vadyr, no todos esos fulanos son un asco, y si el tal Iker es en principio un arzhvael, no es tan grave —concluyó

Si bien Caaedmon podría haber estado más seguro de lo último por todo lo que sabía de aquellas familias, no se había detenido a pensar en ello, porque Iker con su carácter desagradable, hacía muchos méritos para que lo único que ciertas personas quisieran, fuera quitarle su arrogante cabeza. Y, en cualquier caso, siendo que Caedmon no podía estar más equivocado, más bien pronto, se enterarían de la identidad del verdadero culpable de la desaparición de Erskin, y eso, cambiaría un poco las cosas.

Como aquella era la primera vez que los Redwan pasaban tanto tiempo en Evendil y, de hecho, Caedmon los había invitado a quedarse debido a que había decidido levantar la reclusión de Caley para que viese a su hermana, ellos aceptaron, aunque la gemela diría algo muy inconveniente, y lo bueno, en opinión de Ahearn, era que Caedmon no la había escuchado.

• La verdad, no sé si es buena idea quedarse a conocer un tipo que ya nos advitieron que es tan desagradable, vadyr
• Es tu tío, Neala, y, en cualquier caso, ya estás acostumbrada, porque no es que Cindarel sea la mata de la simpatía —dijo Ahearn
• Una cosa es ser poco simpático, y otra ser un cretino —opinó Nial —y por lo que dijo taid, éste lo es

Suspendieron su conversación cuando Caedmon y Ainsley estuvieron de vuelta, pero mientras esperaban a Caley y a su esposa, quienes llegaron fueron los hijos de la pareja, y aunque venían hablando, hicieron silencio y se detuvieron en seco, porque lo primero que vieron fue a la mujer que estaba al lado de su abuelo y su sorpresa fue evidente, ya que, con poca diferencia, estaban viendo a su propio padre. Como se dijo con anterioridad, Ahearn y Cindarel guardaban un extraordinario parecido con Alcarin; los gemelos lo tenían con Cailan y con Caedmon, pero Ainsley y Caley a quien se parecían era a su madre. No obstante, las sorpresas para ellos no habían acabado, porque al ver a los gemelos, ahogaron una exclamación por lo antes explicado.

• Leanir —dijo Caedmon olvidando que a aquellos dos no les gustaba ser llamados niños —Esta es mi hija Ainsley —agregó de forma casi innecesaria