Al finalizar la segunda semana de entrenamiento, los chicos recibieron el permiso para ir a pasar el fin de semana con su familia.
Eve, Anne y Peter, se alegraron mucho cuando los vieron llegar. Anne estaba asombrada del cambio que se había operado en ellos en el transcurso de esas dos semanas, el cual era mucho más notorio en los chicos que en las niñas. Pero a la hora de la comida, Anne pudo notar que, aunque hubiesen sufrido cambios en lo externo, seguían siendo los mismos alborotadores de costumbre.
Sin embargo, ni él pudo emitir su opinión, ni Diandra terminar lo que decía, porque Eve se había puesto de pie y su mirada era decididamente amenazante. Había sido muy fácil ver en los pensamientos de Diandra, y nada de lo que vio le gustó. Conocía los métodos de Garlan McEwan, pero aquello era francamente escandaloso.
Pero Eve empujó la silla con tal fuerza, que ésta fue a estrellarse contra la vitrina que estaba a varios metros de distancia, haciéndola añicos, y a continuación comenzó a caminar a toda velocidad hacia la salida. Todos se levantaron para ir tras ella, pero el más rápido fue Mael que la alcanzó casi en la salida.
Pero los ojos de Eve eran dos brillantes rubíes en aquel momento y empujó a Mael sin ninguna consideración haciendo que el chico se golpeara dolorosamente contra una columna. Gail también la había alcanzado y ahora la sujetaba por un brazo.
Todos los demás llegaron y alcanzaron a escuchar las últimas palabras. Sam corrió hacia donde estaba Mael aún en el piso, mientras Danny y Peter se acercaban a Eve y a Gail.
Danny sabía que Gail estaba ejerciendo toda la fuerza que podía para retener a Eve, pero también sabía que, si ella lo decidía, se desembarazaría de él sin mayor dificultad. Pero en ese momento, ella se dobló por la cintura y emitió un gemido ahogado.
Anne se llevó las manos a la boca y abrió mucho los ojos, pero casi inmediatamente corrió hacia Eve.
Durante unos segundos todos se quedaron paralizados, y el primero en reaccionar fue Will.
Ahora si se complicaban las cosas, porque ni sabían dónde estaba Iván, ni ninguno de ellos sabía aún cómo enviar mensajes como lo hacían los arzhaelíes. Sam miró desesperada a todos lados buscando una solución, y repentinamente pareció dar con ella. La vieron correr y alejarse del grupo, y cuando estuvo donde no podían verla.
Unos segundos después hizo su aparición el Djin e inclinó la cabeza en señal de saludo.
El Djin desapareció y ella volvió con los demás. Gail ya subía las escaleras con todos corriendo tras ellos, excepto Mael que esperaba a Sam y se acercó a ella en cuanto la vio aparecer de nuevo.
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Editado: 25.09.2022