Arzhvael (libro 3. El Destino)

Cap. 17 El milagro de la vida

 

Al finalizar la segunda semana de entrenamiento, los chicos recibieron el permiso para ir a pasar el fin de semana con su familia.

Eve, Anne y Peter, se alegraron mucho cuando los vieron llegar. Anne estaba asombrada del cambio que se había operado en ellos en el transcurso de esas dos semanas, el cual era mucho más notorio en los chicos que en las niñas. Pero a la hora de la comida, Anne pudo notar que, aunque hubiesen sufrido cambios en lo externo, seguían siendo los mismos alborotadores de costumbre.

  • ¿Y cómo va todo?    --  preguntó Peter en un momento de tranquilidad
  • En líneas generales bien  --  contestó Gail
  • Sí, si no contamos al infeliz que la tiene en contra de Sam…  -- estaba diciendo Diandra
  • ¡Di!  --  exclamaron Danny, Gail y Sam
  • ¿Qué?  --  preguntó la chica  --  Es verdad, ese individuo le tiene antipatía a Sam
  • Solo hace su trabajo, Di  --  le dijo Sam
  • Esperen, esperen  --  intervino Eve  --  ¿De qué, o  más bien de quién están hablando?
  • Olvídalo Eve  --  le pidió Sam, pero difícilmente ella lo haría
  • ¡Garlan!  --  exclamó Eve unos segundos después
  • La verdad es que no sé cómo puede ser hijo del amable sujeto que defendió a Gail y…  -- estaba diciendo Diandra, aunque Peter estaba en desacuerdo, pues Glavern era un excelente jurista, pero de amable no tenía nada

Sin embargo, ni él pudo emitir su opinión, ni Diandra terminar lo que decía, porque Eve se había puesto de pie y su mirada era decididamente amenazante. Había sido muy fácil ver en los pensamientos de Diandra, y nada de lo que vio le gustó. Conocía los métodos de Garlan McEwan, pero aquello era francamente escandaloso.

  • Eve por favor  --  le pidió Sam

Pero Eve empujó la silla con tal fuerza, que ésta fue a estrellarse contra la vitrina que estaba a varios metros de distancia, haciéndola añicos, y a continuación comenzó a caminar a toda velocidad hacia la salida. Todos se levantaron para ir tras ella, pero el más rápido fue Mael que la alcanzó casi en la salida.

  • Eve, escúchame  --  le dijo sujetándola por los hombros  --  esto no te hace bien y tampoco al bebé

Pero los ojos de Eve eran dos brillantes rubíes en aquel momento y empujó a Mael sin ninguna consideración haciendo que el chico se golpeara dolorosamente contra una columna. Gail también la había alcanzado y ahora la sujetaba por un brazo.

  • Tía…
  • No me obligues a hacerte daño, Gail  --  le advirtió  --  ¡Suéltame!

Todos los demás llegaron y alcanzaron a escuchar las últimas palabras. Sam corrió hacia donde estaba Mael aún en el piso, mientras Danny y Peter se acercaban a Eve y a Gail.

  • Eve, trata de calmarte  --  pidió Peter, pero sin acercarse mucho

Danny sabía que Gail estaba ejerciendo toda la fuerza que podía para retener a Eve, pero también sabía que, si ella lo decidía, se desembarazaría de él sin mayor dificultad. Pero en ese momento, ella se dobló por la cintura y emitió un gemido ahogado.

  • ¿Tía?  --  dijo Gail sin soltarla

Anne se llevó las manos a la boca y abrió mucho los ojos, pero casi inmediatamente corrió hacia Eve.

  • Hay que llevarla al Hospital  --  les dijo con premura  --  Creo que ha comenzado.

Durante unos segundos todos se quedaron paralizados, y el primero en reaccionar fue Will.

  • ¡Vamos Gail, date prisa!  --  le dijo  --  Yo te ayudo
  • No es necesario   --  le dijo él y alzó a Eve en brazos y comenzó a caminar hacia la puerta
  • ¡No!  --  exclamó Eve  --  No iré a ningún lado… llamen… a Iván  --  y perdió el sentido
  • No le hagas caso, Gail  --  dijo Anne al ver que el chico se encaminaba a las escaleras y no a la salida
  • Lo siento, señora McKenzie, pero si mi tía no quiere ir al hospital, no la llevaré allí
  • Pero…
  • Es mejor así Anne  --  le dijo Peter que había entendido a Gail  --  Mal podrían ir las cosas si despierta y se ve en el hospital contra su voluntad

Ahora si se complicaban las cosas, porque ni sabían dónde estaba Iván, ni ninguno de ellos sabía aún cómo enviar mensajes como lo hacían los arzhaelíes. Sam miró desesperada a todos lados buscando una solución, y repentinamente pareció dar con ella. La vieron correr y alejarse del grupo, y cuando estuvo donde no podían verla.

  • ¡Akil!

Unos segundos después hizo su aparición el Djin e inclinó la cabeza en señal de saludo.

  • ¿En qué puedo servirte?
  • Necesito que busques a Iván y le digas que el parto ha comenzado ¿de acuerdo?
  • ¿Algo más?
  • No, y date prisa por favor

El Djin desapareció y ella volvió con los demás. Gail ya subía las escaleras con todos corriendo tras ellos, excepto Mael que esperaba a Sam y se acercó a ella en cuanto la vio aparecer de nuevo.

  • ¿Dónde estabas?  --  le preguntó
  • Enviando mensaje a Iván  --  le dijo ella  --  pero no podía hacerlo delante de los McKenzie ¿recuerdas?  --  dijo sujetando el colgante
  • Entiendo. Yo voy a la Sede, sube tú con los otros
  • ¿A la Sede?  --  lo miró ella deteniéndose  --  ¿A qué?
  • Creo que debemos avisar a Eowaz




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