Cuando Sam despertó ese día, su consciencia estaba más clara y recordaba todo. Giró la cabeza y vio a Will de pie al lado de la cama.
Ella lo miró durante unos segundos y notó varias cosas, entre ellas que el chico tenía profundas ojeras y se sintió terriblemente culpable, porque dado que su memoria estaba en pleno funcionamiento, recordó que las veces que había despertado, lo había visto allí. Lo que la hizo plantearse otras preguntas.
Sam no tenía idea de a qué órdenes se estaba refiriendo Will, y como no se lo dijo, asumió que no lo sabía, de modo que pasó a otro asunto.
Ella no tuvo ningún inconveniente en imaginar el asunto, lo que no podía creer era que todos hubiesen hecho semejante barbaridad.
Pero siendo que no era una pregunta, Will no dijo nada. Sam pensó una gran cantidad de cosas y de nuevo volvió a sentirse culpable, aunque en realidad no lo era. Hizo intento por levantarse, pero Will se lo impidió.
A pesar de que Sam realmente estaba muy agradecida con él, no pensaba quedarse allí mientras todos estaban detenidos, y lamentó tener que hacer lo que iba a hacer. Sin embargo, no contó con el hecho de que no se las estaba viendo con ningún muchachito al que pudiese manejar con facilidad, Will McKenzie era un hombre de veintiséis años y con una habilidad e instinto como pocos. De manera que antes de que la idea terminase de formarse en su cabeza, se vio sujeta a la cama sin poder moverse.
Después de escucharlo, a Sam se le pasó la ira que había sentido al sentir que no podía moverse, y de pronto comenzó a llorar. Will había esperado que reaccionara exhibiendo su habitual terquedad, pero en ningún caso que lo hiciera de aquella forma, así que se maldijo considerando por primera vez que podía haber resultado muy duro con ella. De modo que soltó la sujeción y la abrazó dejando que llorase todo cuanto quisiese, aunque aquello lo hacía sentir miserable.
Y realmente no había una respuesta para eso, Sam se dio cuenta que, aunque pudiese levantarse e ir hasta donde estaban ellos, nada podría hacer. De manera que poco a poco fue recuperando la calma. Un poco más tarde llegaron Eve y Anne en compañía de Peter, y fiel a su costumbre, Will caminó hacia la puerta, pero en esta ocasión Sam lo detuvo.
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Editado: 25.09.2022