Arzhvael (libro 3. El Destino)

Cap. 43 Después

 

Aunque el sentimiento parecía haber huido de sus corazones, unas silenciosas lágrimas se deslizaban por las mejillas de los gemelos.

  • Se acabó, Sam -dijo Danny mientras abrazaba a su gemela con fuerza

En cuanto lo sucedido penetró en las aún sorprendidas mentes de los presentes, comenzaron a moverse en dirección a los Douglas, pero antes de que los arzhaelíes llegasen hasta ellos, el cuerpo de Bastian súbitamente comenzó a arder, se sintió un estremecimiento de la tierra, un fuerte viento comenzó a soplar, y los arzhaelíes vieron una especie de nube que se cernía sobre los gemelos, y, aunque nada sucedió, se habían quedado momentáneamente paralizados, pues no habían presenciado algo así nunca antes.

Eowaz cursó la rápida de orden de sacar a los heridos y a los prisioneros que quedaban. En el caso de Garlan y Armel, recibieron la orden de ejecutar la última fase del plan.

Eowaz se acercó a Iván con precaución, pues él no se había movido de donde estaba y solo parecía mirarlo todo con indiferencia, pero Eowaz sabía que no estaba de ningún modo bien, pues estando en el estado en el que se hallaba, la enorme concentración de energía positiva que se acababa de generar, y siendo que en principio, la suya procedía del lado negativo, lo afectaba de una forma brutal.

  • Iván

El arzhaelí apenas si giró un poco la cabeza y fijó sus rojos ojos en Eowaz. Tal vez otro, habría encontrado más prudente alejarse, pero Eowaz sabía que era de vital importancia que Iván retornase, porque si se dejaba absorber por su esencia vampírica, corrían el riesgo de perderlo para siempre.

  • No voy a decir que sé cómo te sientes, pero por mucho que sea el dolor, debes regresar, hijo

Eowaz no se enteraría de forma inmediata si lo había conseguido o no, o si tan siquiera Iván había registrado sus palabras, pues un segundo después no estaba.

********************************

Giulian aferró a Sam sin ceremonias y comenzó a arrastrarla hacia la salida mientras Jonathan se ocupaba de Danny. Entre tanto las bien entrenadas fuerzas arzhaelíes, hacían una última y apresurada revisión mientras el equipo de Garlan y Armel comenzaba a destruirlo todo a medida que les iban informando de las áreas despejadas.

Mael subió a Diandra, y una vez que la dejó en lugar seguro, comenzó a devolverse.

  • ¡Cachorro! -le grito Gail - ¿Dónde vas? Ese lugar está a punto de volar
  • Debo hacer algo, no te preocupes que saldré a tiempo -le aseguró

Unos minutos después, Sam y Danny fueron dejados al lado de sus amigos mientras Giulian y Jonathan se unían a los que seguían evacuando heridos o prisioneros. Sam aun con los ojos llorosos se acercó a Diandra recordando que Danny le había dicho que había sido herida con veneno, pero, aunque la herida era grande y aún sangraba mucho, a ella no le pareció que fuese una herida de ese tipo. En medio de todo lo que había sucedido en los momentos anteriores, tanto Diandra como Gail se habían olvidado de sus heridas, pero ahora después que todo había pasado y que se las veían de nuevo, advirtieron que no presentaban el aspecto que tenían antes, y de hecho la de Gail se había cerrado por sí sola.

  • No es posible que hayan estado envenenadas -dijo Sam 
  • Por supuesto que lo estaban -le aseguró Danny - al menos en el caso de Di, yo lo comprobé, y en el de Gail su… esa mujer lo dijo
  • Tal vez -aventuró Sam - en medio de la angustia te equivocaste en la comprobación, así que comprobémoslo de nuevo
  • Y quizá mi querida madre haya mentido en eso también -agregó Gail con resentimiento

Efectivamente, una vez que Sam hizo la comprobación, el humo que se elevó de la gota de sangre si bien no era tan oscuro, tampoco era totalmente blanco.

  • ¡Te lo dije, está envenenada! -exclamó Danny

En ese momento llegaba Daira en compañía de Aderyn que había ido por ella mientras ellos discutían.

  • Déjenme comprobarlo -dijo Daira
  • ¡Acabamos de hacerlo de nuevo! -gritó Danny desesperado
  • Cálmate Daniel -pidió la Arzhaelí

La comprobación de Daira arrojó el mismo resultado, pero tanto Gail como Sam, notaron que el humo estaba más claro aún. Sin embargo, no dijeron nada y Daira le administró el antídoto.

  • Al parecer no contenía una gran cantidad de veneno, estarás bien en breve -le aseguró y se volvió a Gail - ¿Cómo te sientes? -pero antes de que él respondiese le sujetó el brazo - Tienes temperatura -extrajo otro pequeño frasco de su bolsillo y se lo dio - Bebe, y procura tomar mucha agua en las próximas horas. Si sientes cualquier otro malestar, avísame.

Mientras Gail se tomaba el brebaje con cara de asco, Daira miró a los gemelos y pareció que iba a decir algo, pero cambió de opinión y se alejó. En cuanto lo hizo, Sam miró a Gail.

  • Déjame comprobarlo -le pidió
  • La herida se cerró, Sam, si estuviese envenenada, eso desde luego no habría sucedido

Sin embargo, Sam insistió tanto que él tuvo que ceder. Le hicieron un pequeño corte en el brazo y Sam tomó una gota de su sangre.

  • ¡DATGELU! -el humo tenía un indefinido tono gris
  • ¡Oh, por todos los Dioses! -exclamó Aderyn - Iré por Daira
  • Espera -la detuvo Sam - vamos a esperar un poco
  • ¿¿Qué?? -gritaron Aderyn y Danny
  • ¿Estás de acuerdo? -le preguntó Sam a Gail y éste asintió
  • ¿Se han vuelto locos ustedes dos?  ¿Se les olvida lo que esa cosa puede hacernos? -siguió gritando Danny
  • Solo esperaremos un momento Danny, confía en mí -pidió Sam, y a continuación - ¿Dónde está el cachorro?
  • Dijo que regresaba enseguida -contestó Gail - Conociéndolo, debe estar ayudando a sacar a los que quedaban.
  • ¿No se suponía que ya no quedaba nadie? -preguntó Danny
  • Solo hacen la comprobación final, Douglas -dijo Diandra con su habitual tono de fastidio




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.