Arzhvael (libro 4. Nueva Vida)

Cap. 1 Mael

 

Luego del funeral todos volvieron al Castillo mientras que Eowaz marchaba a su despacho, ahora que Bastian había desaparecido debían reordenar las cosas, y aunque en ese momento su espíritu estaba acongojado, debía sobreponerse y atender sus obligaciones. Los miembros más importantes del antiguo Consejo de Estado pedían reunirse con él, había decisiones que tomar, porque los miembros del actual Consejo en su mayoría habían sido apresados por las fuerzas Arzhaelíes, y los que no habían participado de la lucha armada estaban desaparecidos, de modo que el mismo estaba acéfalo en aquel momento. Los atendería, pero vería el modo de postergar un par de días la toma de decisiones en cuanto al método que adoptarían para restablecer el orden, porque Peter McKenzie no estaba en condiciones de participar justo ahora y sin duda era quien mejor podía hacerlo. Y, por otro lado, los integrantes del Consejo Arzhaelí tampoco estaban en condiciones de participar en nada durante las próximas horas.

Por otra parte, muchas de las familias que se habían visto obligadas a refugiarse en Arx, ahora querían regresar a sus lugares de origen y algunos querían conversar con él antes de partir, de modo que le esperaba aún una larga jornada.

En el castillo, las McKenzie se reunieron con su desolada familia mientras que Danny, Gail y Sam se retiraron a sus habitaciones y Mael se fue a hablar con Iván.

  • Antes que nada, permíteme revisarte – le dijo Iván
  • No es necesario, estoy bien – le aseguró Mael 
  • No puedes saberlo, estuviste dos meses en manos de esos locos y no sabemos lo que pudieron haberte hecho. Por lo que sabemos, Sam permaneció la mayor parte del tiempo inconsciente, de modo que…
  • Yo no, yo estaba consciente y sé exactamente lo que nos hicieron – lo interrumpió él

Iván se sorprendió al escuchar eso, pero evidentemente debía ser cierto ya que Mael no mostró la misma sorpresa que Sam cuando él mencionó que habían permanecido dos meses en cautiverio.

  • Ahora necesito que te sientes y me escuches con la mayor atención – pidió Mael
  • De acuerdo, te escucho.

Mael procedió a hacerle un relato completo y pormenorizado, sin omitir ningún detalle, de todo cuanto habían vivido durante el tiempo que permanecieron en el Laboratorio, y aunque Iván era un hombre paciente y ecuánime, nada lo habría preparado para escuchar con tranquilidad lo que Mael le reveló. Pasó por toda la variedad de estados de ánimo y sentimientos, y al final, estaba más allá de cualquier sentimiento conocido. Cuando Mael terminó su escalofriante relato, se acercó a él.

  • Tú has sido mi padre desde que perdí al mío, tengo que decirle todo esto a la nena, pero no sé cómo hacerlo y espero que me ayudes.

Pero ciertamente Iván no tenía idea de cómo decirle a Samantha semejante monstruosidad, y yendo más lejos, no veía razón para hacerlo.

  • Mael, comprendo que pienses que tiene derecho a saber lo que hicieron con ustedes, pero… – hizo una pausa intentando poner en orden sus pensamientos – ¿Para qué vamos a mortificarla con esto? Ya no hay remedio y creo que lo mejor es que hablemos con Alan y que él, de la forma más delicada posible, se encargue de examinarla bien para asegurarnos que todo esto no causó ningún daño a su aparato reproductor, ni al tuyo, por supuesto. Comprendo que temes causarle un dolor al saber que tuvieron un hijo que no planificaron y al que ni siquiera tuvo oportunidad de conocer, pero ya no hay nada qué hacer, así que…
  • Iván – lo interrumpió de nuevo – hay un problema con eso.
  • ¿Cuál?
  • El niño está vivo.

Iván abrió los ojos al doble de su tamaño habitual, y por un momento Mael temió que sufriese un paro cardíaco y aún no le había dicho todo.

  • Pero… – logró articular, aunque no tenía idea de cómo continuar
  • Por eso no volví inmediatamente, quizá pienses que fue un error, pero no podía dejarlo morir allí Iván, es mi hijo – dijo el chico en tono de disculpa
  • Por supuesto que no, Mael – se apresuró a decir él – No estoy sugiriendo tal cosa y ciertamente estoy muy lejos de pensar que haya sido un error, pero… ¿Qué hiciste con él? ¿Dónde está?
  • Lo primero que hice fue llevarlo a que fuese examinado por un Läkare, y a pesar de todo, me aseguraron que estaba en perfecto estado de salud y que es un niño normal. Sin embargo, espero que tú y Daira, o Alan si lo juzgas más conveniente, lo evalúen nuevamente, porque el Läkare que lo hizo no estaba al tanto de las condiciones en las que fue concebido.
  • De acuerdo – dijo Iván intentando mantenerse calmado – ¿Dónde lo llevaste? ¿Quién más sabe de esto?
  • Nadie, es decir, solo Jonathan, y por el momento dejé al niño al cuidado de Blaidd
  • ¿Qué?

Iván estaba perfectamente al tanto de las extraordinarias cualidades de Blaidd, pero seguía siendo un lobo, de modo que, aunque no temía que le hiciese ningún daño a un recién nacido, difícilmente podría prestarle la atención debida.

  • Descuida – lo tranquilizó Mael al darse cuenta por la expresión de él, lo que debía estar pensando – no olvides que es un berserker, sobreviviría en cualquier situación extrema, y con Blaidd está perfectamente a salvo.
  • No lo dudo Mael, pero es un bebe recién nacido
  • Con respecto a eso hay algo más que debes saber.




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