Arzhvael (libro 4. Nueva Vida)

Cap. 23 Las bodas

 

Llegó el día de la boda y todos estaban de cabeza, Sam había ido a ver a las chicas, porque Danny y Gail estaban desquiciados.

  • ¿Y qué te pareció la casa? – le  estaba preguntando Sam a Diandra
  • Es hermosa, aunque Danny dice que eso no es una casa, ya sabes lo que opina de los lugares tan grandes, pero ya escogimos el cuarto del bebe –  dijo Diandra emocionada
  • ¿Cuánto tiempo piensan estar fuera? – preguntó Aderyn –  Porque Gail dice que quiere estar aquí el dieciséis, ya saben, es el cumpleaños de los gemelos
  • Pero Giulian no está – dijo Diandra con tristeza
  • Pero igual quiere estar aquí, supongo que por Iván, aunque tus padres y tú estén aquí – dijo mirando a Sam – Gail y yo pensamos que será duro para él.
  • Sí, ya Danny me lo había dicho, así que supongo que nosotros también estaremos de vuelta para entonces y espero que Giulian también.
  • Menos charla niñas, ya casi es la hora – dijo Anne asomando la cabeza
  • Bueno, voy a ver cómo están los chicos. Danny debe estar subiéndose por las paredes. Le dije que no tardaría.
  • Sí, es mejor que vayas, últimamente tu hermano está de un humor macabro – dijo Di con la misma desvergüenza que su futuro marido

Sam rio ya que eso no era estrictamente cierto, porque ambos habían estado del mismo humor, la boda los tenía estresados a los dos, aunque nadie sabía por qué, ya que ni él ni ella habían tenido que hacer prácticamente nada, porque Sam y Amy se habían encargado de todo.

Como se lo había imaginado, el gemelo estaba literalmente arrancándose el cabello, mientras que Gail caminaba de un lado a otro a una extraordinaria velocidad haciendo que Iván desease amarrarlo. Amy había huido de la habitación y Dan hacía infructuosos esfuerzos por arreglarle la corbata a Danny mientras Mael intentaba que se estuviese tranquilo.

  • ¿Dónde estabas?  Solo te pedí que fueras a ver cómo estaba Di –  le dijo furioso a Sam
  • Deja a la Nena tranquila Danny – advirtió Mael en tono peligroso    
  • Y quédate quieto por favor, o terminaré por sacarte un ojo – le pidió Dan
  • Déjame a mí papá –  dijo Sam, se paró frente a su hermano y le  tomó las manos – Tranquilízate, Diandra está bien y está preciosa, además. Y no, no va a arrepentirse – y aunque Danny no estaba tan seguro de eso último teniendo en cuenta su anterior amenaza en ese sentido, se quedó tranquilo permitiendo que Sam le arreglara la corbata y le diese un beso –  Estas guapísimo – le dijo y luego se dirigió hacia Gail

Dan no lo podía creer, él llevaba más de media hora tratando de tranquilizar a Danny y Sam solo tardó un par de minutos. Si ella era capaz de hacer esa clase de milagros, tal vez lograra mantenerlo calmado el resto del tiempo que faltaba para la ceremonia. 

  • ¡Gail! – exclamó ella para que se detuviese –  Quédate tranquilo o cuando bajes estarás hecho un desastre mientras que Aderyn estará preciosa
  • Sam no puedo –  dijo él –  necesito salir de aquí ahora mismo
  • ¿Y qué piensas hacer? ¿Huir?
  • Por supuesto que no, pero me estoy ahogando

Sam miró sus ropas y decidió que no podía ser por eso, ya que a diferencia de Danny que vestía un formal traje negro con chaleco y corbata, Gail se había negado en redondo a ello, de modo que su traje era blanco y en lugar de una camisa, llevaba una remera sin mangas y ella suponía que se pondría la chaqueta a último minuto. Iván aprovechó la momentánea inmovilidad de su hijo y le sujetó la cabeza.

  • ¿Qué haces, papá? –  protestó el chico
  • Intento evitar que saltes por el balcón – le dijo

Amy asomó la cabeza con cautela y como vio que su hijo volvía a ser una persona normal, entró. Cuando Jonathan se asomó para avisar que ya estaba todo listo, Sam miró a su hermano.

  • Todo va a estar bien, estás a punto de hacerla tu esposa, así que tranquilo

Mael le dio el brazo a ella y comenzaron a bajar. Habían colocado una gran carpa en los jardines y todo estaba hermosamente decorado. Mientras Sam esperaba que bajaran las novias, se comunicó por última vez con su hermano Llegó el momento.

Peter McKenzie llevaba del brazo a Aderyn y otro tanto hacía Jonathan con Diandra. Sam que era la dama de honor de ambas iba detrás, y Mael que era el padrino de las bodas, la esperaba junto a los chicos. Al llegar ante el funcionario que oficiaría la ceremonia, Peter le entregó la mano de Aderyn a un Gail extraordinariamente sereno que nada tenía que ver con el de hacía apenas unos minutos antes. Y cuando Jonathan le entregó la mano de Diandra a Danny, éste lucía una tranquila sonrisa. Sam se situó al lado de Mael y cuando les dijeron que podían sentarse, lo hicieron al lado de sus padres y ella paseó la vista por los invitados mientras se llevaba a cabo la ceremonia. Había esperado con el corazón apretado que tal vez…Giulian, pero parecía que no, no había venido. Salió de sus pensamientos cuando escuchó que el funcionario decía:

  • Gail Natchzhrer ¿Tomas a Aderyn Scarlett McKenzie Windsor…




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