Arzhvael (libro 4. Nueva Vida)

Cap. 37 ¿Tú otra vez?

 

Giulian estaba que se subía por las paredes, cerca de la hora de la cena Sam no había regresado y él estaba positivamente seguro que algo le había sucedido, porque por muy malcriada que fuese, ella no los tendría en esa angustia. Dan no estaba mucho mejor pero siempre había sido más calmado que Giulian en los momentos de crisis, e Iván que, si bien había pasado el día en estado de alerta, a final de la tarde sintió una sacudida y comenzó a pensar igual que Giulian.

Amy había salido temprano hacia la casa de los McKenzie con la intención de pasar un rato con Vladimir, ya que Gail se quejaba amargamente de que los tenían abandonados. De modo que cuando volvió y se encontró con aquel cuadro de desesperación por parte de ellos, se plantó en medio del Salón.

  • ¡Ya basta! Quiero saber ahora mismo lo que está sucediendo. He pasado una tarde horrorosa sintiendo que algo estaba muy mal, y un momento antes de salir para acá, Gail entró en pánico asegurando que algo le había sucedido a mi hija.

Los tres se miraron y le dijeron lo que habían estado sintiendo desde hacía varios días atrás.

  • ¿Han intentado comunicarse con ella?
  • Prácticamente desde que se marchó –  contestó Giulian
  • Estoy seguro que inicialmente no contestó solo por fastidiar –  dijo Iván – pero ya es muy tarde y ella no haría algo así.
  • ¡Papá! – escucharon de pronto la voz de Danny y todos se giraron

El chico había entrado, pero se sostenía de las paredes. Aquello confirmó en forma inequívoca que a Sam le sucedía algo y Giulian sintió que el mundo comenzaba a girar a velocidades extremas. Su mente se vio invadida de las más horrorosas imágenes donde se mezclaban cuadros de Sam sufriendo en algún lugar con las dolorosas imágenes de Eve y Vlad ensangrentados frente a sus ojos. Iván corrió a su lado mientras Amy lo hacía hacia Danny. Dan que entre otras cosas era uno de los seres más prácticos del planeta, decidió enviar un mensaje a Eowaz, pero antes de hacerlo, el hombre se presentó allí en compañía de Mael y casi de forma inmediata lo hicieron Gail y Aderyn.

  • Tenemos que movilizarnos – dijo Mael –  La Nena y Di están en serio peligro.

El chico caminó hacia a Danny y apartando con suavidad a Amy lo sujetó por los hombros.

  • ¡Danny! ¡Danny escúchame! –  dijo sacudiéndolo –  Tenemos que encontrarlas, no contamos con Di, de modo que yo haré lo que sea necesario, pero tú puedes facilitarnos el trabajo, así que necesito que intentes sobreponerte, ya tenías esto casi controlado

Pero Danny aparte de estar experimentando la sensación de que su cuerpo no lo sostenía, su mente estaba siendo atacada con la imagen de su esposa embarazada y su hermana corriendo grave peligro.

  • ¡Vamos hermano! – volvió a sacudirlo Mael – ¡Ambas nos necesitan!

Sin embargo, mientras esto sucedía, Eowaz entendió que Danny difícilmente les sería de alguna utilidad, de modo que cursó un urgente mensaje a Garlan que llegó en cuanto lo recibió. Una vez que Eowaz lo puso al corriente, miró a Danny y estuvo de acuerdo en que no sería posible contar con el lazo que unía a los gemelos, pero en ese momento otro asunto se presentó.

  • Señor – escucharon la voz de Crappy que había aparecido al lado de Mael –   El niño Elijah…

Mael no esperó a escuchar y corrió hacia a las escaleras, cuando llegó a la habitación de los niños se encontró con que Elijah estaba sin sentido. Iván que había llegado tras él, le hizo un rápido chequeo comprobando que no lo atacaba ninguna enfermedad y esto solo confirmó que Sam debía estar en las mismas condiciones, restaba saber la razón y lo más importante, dónde. Dejaron a Crappy a cargo y ellos volvieron al salón en el momento en el que Amy se había acercado a Garlan.

  • Garlan –  escuchó él  a su lado –  Es mi hija –   y no se le escapó la nota de súplica en su voz
  • Descuida, vamos a encontrarla. Tú y Giulian me han hecho la vida miserable durante muchos años, pero estamos unidos por el mismo juramento y aparte de eso, le debo mi vida a la Niña.

Dicho esto, se volvió y caminó hacia Mael que estaba acercándose a Danny nuevamente.

  • Olvídalo Berserker, tenemos que hacerlo sin él –  dijo de modo que Mael se dio por vencido y ambos se marcharon

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Sam abrió los ojos y trató de ubicarse, estaba tendida en una superficie dura y áspera. Intentó ponerse de pie, pero aparte del mareo le dolía la cabeza y la espalda. Se llevó la mano atrás y el líquido caliente le indicó que estaba sangrando. Comenzó a hacerse las preguntas de rigor ¿Dónde estaba? ¿Qué demonios había ocurrido? Quiso mirar a su alrededor, pero la oscuridad reinante no la ayudaba en nada. Escuchó un gemido y de pronto los eventos recientes acudieron en tropel a su memoria.

  • ¡Diandra!
  • ¿Sam?

Respiró aliviada al escucharla, pero se fastidió mucho, porque no podía ver, deseando al mismo tiempo algo de luz, y de pronto una esfera lumínica apareció a su lado. Terminó de incorporarse y se acercó a su cuñada.

  • ¿Estás bien?
  • Un poco golpeada, pero nada más
  • ¿Sabes qué ocurrió? – le preguntó a Di mientras concentraba toda su energía en determinar dónde se encontraban
  • Solo un poco más que tú. Te lanzaron un conjuro para hacerte perder la consciencia y otro te golpeó la espalda, pero no me enteré cuál fue
  • Eso no tiene mucha importancia práctica en este momento – le dijo – ¿Qué ocurrió contigo?
  • Intenté defenderme, pero no resultó nada sencillo, estoy segura que abatí a dos sujetos, pero luego perdí el sentido, así que no tengo idea de dónde estamos.
  • Yo sí – le aseguró ella que ya había identificado el lugar sin posibilidad de duda –  Estamos en una propiedad de los Lery. Si logramos salir de aquí, Danny va a matarme
  • No digas tonterías Sam, pero sí sería muy útil que buscáramos la forma de salir de aquí




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