La noche del cumpleaños de Elijah, Kenny y Anastasia habían anunciado que esperaban otro hijo. Anne estaba muy feliz con la noticia, pero Iván notó que por algún motivo a Peter aquello parecía preocuparle más que alegrarle. Sin embargo, y siendo como era Iván de discreto, dejó el asunto hasta allí. Sam también lo había notado y se preguntaba cuál sería el motivo.
Pero no habían sido ellos los únicos que lo notasen, porque Diandra también lo había hecho y había notado mucho más que los otros dos. Kenny siempre había sido su primo preferido, entre otras cosas porque fue el que la enseñó a maniobrar sobre una Glide y siempre guardó celosamente todos sus secretos. Lo que preocupaba a Diandra, era que la noche anterior cuando la esposa de su primo había anunciado su embarazo, Kenny no lucía especialmente contento, y al igual que Iván y Sam, Di notó también que su tío tenía una arruga de preocupación en la frente. Pero, aunque le habría gustado hablar con Kenny, esto no había sido posible. Sin embargo, sus pensamientos al respecto tuvieron que ser hechos a un lado de momento, porque ya habían llegado al parque donde se verían con los hermanos de Danny y por un momento tuvo el incontenible deseo de hacerle un conjuro a Dreo y que no despertase en todo el día, porque antes de salir de casa y mientras Danny y ella se vestían, habían escuchado un estruendo y cuando corrieron a la habitación del niño, porque no podía proceder de otro lugar, encontraron la cuna volcada y al pequeño sujeto a varios metros de la misma.
Danny lo había levantado del piso y se lo había entregado a Di mientras él ordenaba el desastre. Ya ellos habían dejado de preguntarse cómo demonios ocurrían aquellas cosas y solo se preocupaban de que el chico no estuviese lastimado, aunque nunca lo estaba. Un grito alborozado la sacó de su abstracción.
Un minuto después, tres jóvenes corrían hacia ellos, pero se detuvieron pocos metros antes de alcanzarlos y las sonrisas se les congelaron en los labios. Danny sonrió al ver con toda claridad lo que sus hermanos estaban pensando y preguntándose. Aún no se acostumbraba a aquello, normalmente en su mundo no podía percibir con esa transparencia los pensamientos de los demás, pero hizo eso a un lado y avanzó hacia los chicos.
Después de eso, el ambiente se suavizó y comenzaron a hacerse las preguntas de rigor. Danny les hizo un relato bastante resumido de lo acontecido en los últimos tiempos. Los chicos lamentaron mucho las muertes de Eve y Vlad, especialmente Freddy recordando lo que Vlad había hecho por él. Se sorprendieron mucho con el asunto de que los verdaderos padres de Danny estuviesen vivos y se alegraron sinceramente de que así fuese.
Una vez que lo habían puesto al tanto de las actividades de cada uno. Los chicos se dedicaron a jugar con Dreo que para alivio de Diandra se comportó de manera inmejorable y como un niño normal.
Pasaron un día muy agradable, pero se sintieron tristes al llegar la hora de marcharse.