Arzhvael (libro 5. La Heredera)

Cap. 4 ¿Y dónde está ahora?

 

Danny y Diandra estaban a punto de entrar al Dver cuando Samantha casi cayó en brazos de su gemelo.

  • ¿Sam?  -- dijo muy sorprendido  --  ¿Qué sucede? ¿Qué…?

Pero las palabras murieron en sus labios. Su hermana lloraba en sus brazos como una niña asustada. Se alarmó y miró a Di buscando ayuda, pero la chica estaba igual de asombrada y a punto de largarse a llorar también al ver a su cuñada así. Danny trató de pensar con serenidad e intentó mirar en los pensamientos de su hermana, pero allí reinaba el caos, de modo que tan suavemente como pudo la llevó hasta un sillón, pero la chica se resistía a soltarlo.

  • Sam por favor, quiero ayudarte, pero dime qué sucedió
  • Giulian…  --  logró decir entre sollozos

Danny y Diandra se alarmaron, porque para que Sam estuviera en ese estado debía haberle ocurrido algo realmente grave a Giulian. Danny pensó en enviar un mensaje a sus padres para pedir información, pero Sam lo detuvo antes de que pudiese hacerlo.

  • ¿Qué?  Solo voy a…
  • Ya sé lo que vas a hacer 
  • ¿Sam, dime qué sucedió? ¿Qué le paso a Giulian?

Sam cayó en la cuenta de que su hermano no sabía nada. Cuando se metió al Dver no tenía un rumbo fijo, solo quería desaparecer de allí y lo único que le vino a la mente fue su hermano. Ahora se enfrentaba al hecho de tener que dar explicaciones y la súbita necesidad de enfrentar a Danny la hizo calmar su llanto. Pensó en la mejor manera de decírselo, pero no había ninguna, de modo que solo lo dijo.

  • Danny, estoy embarazada -- por un momento él pareció no haberla entendido
  • ¿Qué… tú… qué?
  • Ya me escuchaste, estoy embarazada.

Pocas veces en su vida Danny se había sentido tan perdido como en aquel momento. Su cabeza experimentó el mismo caos que vio en la de su hermana. Sam por su parte pensó que Danny se desmayaría igual que Giulian, pero simplemente estaba como petrificado, ni siquiera parpadeaba.

  • ¿Danny?

Pero él seguía intentando poner orden en su cerebro. Sam estaba embarazada, eso lo entendió, pero algo no le cuadraba. Revisó a toda velocidad lo que sabía de la relación de su hermana y Giulian. Sam lo amaba y Giulian la amaba, ergo, quería casarse con ella. Llevaba tiempo escuchando la historia. ¿Por qué maldita razón Sam se negaba a casarse? Y ahora esto. Cuando decidió hablar, se sorprendió de la serenidad de su propia voz.

  • Samantha, te juro que estoy tratando entender, Giulian lleva mucho tiempo intentando casarse contigo. Si ayer me hubieras dicho que querías dejarlo porque ya no lo amabas o que te habías equivocado o qué se yo, lo habría entendido. Pero ahora estas esperando un hijo suyo, no puedo creer que él haya huido por eso, por lo que solo puedo pensar que has sido tú la que ha salido corriendo -- hizo una pausa y la sujetó por los hombros -- Sam mírame ¿qué es lo que pasa?
  • No es tan fácil Danny. Sí, es verdad que ya me había pedido que nos casáramos, pero no lo hizo porque en realidad quisiera, lo hizo porque Anne  --  dijo mirando a Di  --  le dijo que debía hacerlo.
  • Sam eso es ridículo  --  dijo Diandra que hasta ese momento había permanecido en silencio – Giulian te ama y todos sabemos eso

Danny tuvo un desagradable presentimiento y esperaba estar equivocado.

  • ¿Sam, al menos lo sabe? ¿Sabe que va a ser padre?
  • Sí, se lo dije esta mañana.
  • ¡Por todos los Dioses, Sam!  ¡Ese hombre debe estar desesperado buscándote!
  • Debes volver Sam  --  dijo Diandra
  • No  --  dijo con obstinación  --  ahora solo quiere casarse conmigo porque mi padre lo mataría.
  • Sam, sabemos que papá no…
  • Pues espero que lo haya hecho pedazos  --  y comenzó a llorar de nuevo.

Danny no sabía qué hacer. De lo último que había dicho su hermana podía deducir que sus padres ya estaban al tanto de la situación.  Miró a Diandra y ella entendió el mensaje. Se disponía a salir del salón, pero Sam la detuvo.

  • No lo hagas -- le advirtió con una mirada escalofriante y ambos la miraron y se miraron -- No quiero ver a nadie -- agregó
  • Sam, te estas comportando de forma irracional -- dijo Danny

Sam guardo silencio, lo miró por varios minutos sin decir nada, y aunque Danny intentaba con todas sus fuerzas ver qué estaba pensando, ella había levantado un sólido muro que se lo impedía.

  • De acuerdo, solo déjame tranquilizarme y volveré a casa.

Se levantó para dirigirse al Dver y Danny la siguió.

  • ¿No dijiste que ibas a esperar un poco?
  • Sí, pero no aquí, quiero caminar.
  • Voy contigo -- dijo en seguida el chico.
  • No Danny, quiero ir sola.
  • No voy a permitirte hacer eso -- porfió con disgusto
  • No me obligues a detenerte.




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