Arzhvael (libro 5. La Heredera)

Cap. 5 Porque te amo

 

Sam de forma inconsciente se apareció en aquella austera oficina y al minuto siguiente se dio cuenta de su error, era un lugar Firbolg y había gente allí. Tendría que actuar rápido para no ser vista, pero para su sorpresa nadie parecía notar su presencia. Las dos mujeres seguían hablando como si ella no acabara de aparecer de la nada en ese rincón y escuchó una risita burlona a su lado.

  • Waldweibleim  -- dijo bajando la voz  -- ¿Qué haces aquí? Ya es bastante malo que me vean a mí para que tú también decidas dejarte ver. 
  • No lo harán, mi señora.
  • Pero… ¿qué dices?  -- se puso alerta, una de las mujeres se levantaba y abandonaba la estancia en ese momento.
  • Tienes que desear ser vista. De otro modo no te verán – dijo emitiendo la conocida risita

Estaba confundida. ¿Desear ser vista? No entendía lo que le decía Waldweibleim, pero tenía que aprovechar que la mujer se había quedado sola para hablar con ella. Dio un paso al frente y…

  • ¿Madre?

Una sorprendida madre Cecilia le devolvió la mirada. Hacía tiempo que no la veía, pero enseguida comprendió que llevaba una pena muy grande en el corazón. No hizo preguntas, cuando estuviera lista para hablar, lo haría. Le dieron una habitación y nadie la molestó.

Mael se presentó en la tarde y no quiso advertir a nadie de su presencia, de modo que entró con la mayor cautela hasta localizar a Sam. Aunque su idea inicial cuando le dijo a Samantha que sí tenía a dónde ir, era llevarla a Noruega, a su casa familiar, ella expresó su deseo de ir al Orfanato y él no se opuso. Entró en silencio y se sentó en la orilla de la cama.

  • Mael…  --  dijo cuando abrió los ojos y lo vio
  • Tranquila Nena, descansa, yo me quedaré contigo

Sam volvió a cerrar los ojos y él se quedó a su lado. Había estado en Averdeen después de su paso por la casa de Danny. Conversó con los niños y les dijo que su mami había tenido que ir a trabajar, ya los chicos comenzaban a entender ese concepto, de modo que la única pregunta que hicieron fue si demoraría mucho. Después Mael conversó aparte con Elijah diciéndole que ese día no podrían salir como acostumbraban, porque él también tenía que trabajar. Un rato después se despidió de ellos y antes de salir su hijo lo detuvo.

  • Papi  --  llamó el niño y él se volvió
  • Dime
  • Cuídala

Aquella era una de las extrañas actitudes de Elijah que siempre los sorprendía, parecía saber más cosas de las que se le decían. Mael le sonrió y después se marchó. Había pasado luego por Arx, había hablado con Eowaz solicitando un permiso por asuntos de orden personal, y luego con Alaric, quien le dijo que se tomase el tiempo que le fuera necesario, porque él se haría cargo durante su ausencia, y ahora estaba sentado allí contemplando el demacrado y triste rostro de Sam.

Hacía unas horas había descargado su ira, pero hasta ahora no se había dado oportunidad para darle rienda suelta a su dolor. Sin embargo, tampoco era momento para hacerlo, porque ella lo necesitaba.

A la mañana siguiente, Sam despertó un poco más tranquila y salió a caminar. Dieron un largo paseo por el hermoso prado, aunque en esos momentos no estaba lleno de flores, porque la primavera apenas estaba comenzando. Le habló a Mael de lo mismo que le había hablado en otras ocasiones, de la tristeza que la había embargado durante sus primeros años de vida al sentirse sola en el mundo, y de la gris vida que había llevado durante su estancia en el Orfanato que en nada se parecía a éste. Habló y habló mientras Mael la escuchaba, pero en ningún momento mencionó el asunto por el que estaba allí, y él respeto su silencio. En un momento en el que se quedó callada, pensó de nuevo en el extraño suceso de su llegada. ¿Por qué nadie la había visto? Pero no teniendo una respuesta a esa pregunta, su mente fue invadida por el recuerdo de su familia y un llanto silencioso se deslizó por sus mejillas. Mael la abrazó, pero tampoco dijo nada, aunque sabía lo que ella estaba pensando.

Pasaron dos días y ella seguía sin enfrentar el asunto. Mael había cumplido su promesa y no se había apartado de su lado. Sabía que todos intentaban comunicarse con él, pero había bloqueado cuidadosamente tanto los mensajes, como la energía de ambos para no ser localizados. Sam aun no estaba preparada.

La noche del tercer día, Mael decidió que de algún modo tenía que hacerla encarar la realidad. A él más que a nadie le habría gustado que esa realidad fuese otra, pero no siendo así, había que hacer algo, porque se estaba debilitando al no alimentarse y no dormir como era debido.  Durante ese día Sam había comenzado a hablar de Giulian, pero sin mencionar al bebé ni el asunto del conflictivo matrimonio. Se había limitado a un recuento de lo que había sido la vida a su lado y por mucho que esto le doliese a Mael, si no hubiese tenido claro que la chica amaba a aquel individuo, ese día no le habría quedado ninguna duda. De modo que se planteó seriamente el ir a buscarlo y de ser necesario lo obligaría a ir de rodillas a pedirle perdón por cualquier hipotética ofensa que le hubiese causado a Sam. Pero se inclinó a probar primero por otro camino.

  • Nena  --  dijo llamando su atención  --  ¿Tú confías en mí?
  • Por supuesto  --  le contestó ella con voz cansada
  • Nena, en ocasiones los eventos que nos toca vivir nos superan, bien sea porque las cosas no salen como las planeamos, o bien porque, aunque todo haya sido realizado como se planificó, los resultados no fuesen los que esperábamos. Pero en nuestras vidas siempre hay una constante invariable y son nuestros sentimientos, y aunque podemos creer que estos se alteran producto de las emociones de ciertos momentos, es solo una fantasía momentánea, porque cuando todo pasa, nos damos cuenta que siguen allí, intactos  --  hizo una pausa antes de continuar, porque lo que iba a decir le dolía más a él que a nadie  --  Nena, tu amas a Giulian sin importar la clase de infeliz que pueda ser. Entiendo que lo de tu embarazo no estuviese planificado, pero un hijo siempre es motivo de alegría. Elijah no pudo ser concebido de una peor manera, pero lo amamos por encima de todo. Por lo tanto éste --  dijo colocando su mano sobre el vientre de Sam  --  que es producto del amor, no puede ser diferente, tiene que ser el motivo de tu mayor alegría y la razón que impulse tus deseos de vivir  --  aunque ella lloraba en silencio, él hizo el mayor esfuerzo por continuar  --  No puedes esconderte para siempre Nena, todos están preocupados por ti, y aunque decidieses seguir escondida, no puedes esconderte de la realidad que en unos meses estará en tus brazos. Sin embargo, sabes que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa que me pidas. Si decides no volver, puedo llevarte lejos y nadie te encontraría jamás, pero piensa ¿es eso lo que realmente quieres?   --  y por último ignorando el dolor de su corazón agregó  --  ¿Estás absolutamente convencida de que Giulian no te ama? Porque si es así, bastará con que me lo pidas y ya mismo voy por Elijah y nos vamos tan lejos como sea posible, pero si por el contrario,  albergas en tu corazón la más mínima esperanza de que sí te ama, entonces lucha por ese amor  --  fue inevitable por muchos esfuerzos que hizo, que una lágrima se deslizase por su mejilla  --  Pero si decides volver, ten la seguridad que siempre, esté donde esté, en cualquier circunstancia, con razón o sin ella, podrás contar conmigo --  le dio un beso en la frente y abandonó la habitación.




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