Cap. 6 Después
Cuando Giulian entró con Sam, el grito general fue una mezcla de alivio y alegría. Amy corrió y abrazó a su hija.
- Samantha, no sabes lo preocupada que estaba
- Lo siento, mamá
Amy se apartó y Danny abrazó a su hermana. Si bien era cierto que estaba tan contento como todos los demás, en su caso tenía una enorme necesidad de abrazarla y asegurarse que estaba bien.
- No vuelvas a hacerme esto, Sam
- No quise lastimarte, Danny, y espero no haberte hecho daño
- No me refiero a eso, tonta, sino a que no vuelvas a desaparecer de esa manera
Dan parpadeaba furiosamente para retener las lágrimas de alivio, y cuando le llegó su turno, se acercó a su hija y le sujetó los hombros.
- ¿Estás bien?
- Sí papá, y no sabes lo mucho que te extrañé
Aquello fue más de lo que él pudo soportar, abrazó a su hija y todas las lágrimas que se había tragado durante aquellos angustiantes cinco días, rodaron sin control.
Las chicas también expresaron su alegría, pero Gail tan directo como siempre expresó su opinión sin ninguna delicadeza.
- Hazme el favor y la próxima vez que el imbécil que tengo por tío, cometa una estupidez, échalo a él, pero tú quédate exactamente donde yo pueda verte -- pero una vez que la tuvo en brazos, agregó con más suavidad -- Creí que iba morir, de modo que no te atrevas a dejarme nunca ¿está claro? -- y aunque sus azules ojos sonreían, lo hacían tras un sospechoso brillo cristalino
Después de eso, Iván se acercó de manera totalmente opuesta a su hijo.
- Me alegra que hayas vuelto a casa, linda -- le dijo abrazándola, y agregó -- Sabía que estabas segura, porque Mael nunca permitiría que te sucediese nada malo, pero aun así es un alivio tenerte de vuelta
A pesar de que Jonathan y Alaric estaban igualmente seguros de que ella estaba bien y protegida, respiraron aliviados al verla regresar y así se lo hicieron saber.
- Se los agradezco mucho, y lamento haberles causado tanta preocupación
- Bueno, ya no tenemos nada más qué hacer aquí -- dijo Garlan y miró a Giulian -- sería bueno que recordases que no soy una niñera a tu servicio, Cornwall, así que cuida mejor a tu Niña.
Se dirigía a la puerta sin dedicarle ni una sola mirada a Sam, pero ella lo detuvo.
- Gracias Garlan, y de veras lamento que te hayas preocupado tanto
- No estaba preocupado, Niña -- dijo casi con horror y como si lo estuviese insultando -- Y ahora apártate de mi camino que tengo cosas más importantes que hacer -- pero ella seguía bloqueándole el paso
- De acuerdo, gruñón, no estabas preocupado, pero igual te agradezco las noches sin dormir y lo mejor que podrías hacer es irte a descansar -- y sin previo aviso se suspendió en las puntas de sus pies y el dio un beso en la mejilla
La cara de Garlan era todo un poema y no se sabía si estaba más abochornado que furioso mientras los demás, a excepción de Giulian, intentaban sin éxito conservar la seriedad.
- ¡Cornwall, aparta a esta amenaza de mí!
Pero Sam se apartó por sus propios medios y Garlan salió como una exhalación seguido en forma más pausada por Jonathan y Alaric.
Después que los arzhaelíes se habían marchado, Amy le dijo a Sam que debía descansar, pero ella quería ver a los niños. Diandra y Aderyn se despidieron, porque ellas también debían ir por Vladimir y Dreo que habían estado al cuidado de Anne todos aquellos días y a quienes habían visto poco.
Los niños corrieron hacia Sam apenas la vieron entrar, pero Giulian los detuvo antes de que se lanzasen encima de ella.
- ¡Ey! -- los detuvo -- Con cuidado
- ¿Mami está enferma? -- preguntó Brendan con cara de susto
- Por supuesto que no, mis niños -- dijo ella agachándose hasta quedar a la altura de ellos y los recibió en sus brazos
Brendan hizo muchas preguntas mientras que Elijah se había limitado a abrazar y besar a su madre para luego mirarla de aquella forma que a ella, le recordaba tanto al padre del chico. Sam se quedó con ellos mucho más tiempo del que Amy consideró prudente, pero cuando llegó la hora de la comida de los niños, Sam se fue a su habitación.
Después de darse un baño tenía pensado bajar, pero se encontró con una bandeja en su habitación y Giulian le esperaba para comer.
- No era necesario que hicieses subir la comida, yo podía bajar -- le dijo
- Al menos por esta vez compláceme, come aquí y descansa un rato.
- Giulian he pasado cinco días… -- pero se detuvo al ver su cara de pena -- de acuerdo, me quedaré aquí, pero solo por hoy
- Me conformo con eso -- le dijo él sonriente
Un rato más tarde, entraron Iván y Dan, por sus caras Sam supo que tramaban algo y aguardó.
- Bien, ahora que Samantha está a salvo en casa, es hora de que tú te tomes un descanso -- dijo mirando a Giulian
- Estoy perfectamente bien -- dijo este
- Sí, pero aparte de todos los huesos rotos que…
- ¡Dan! -- exclamó Iván
- ¿Huesos rotos? -- preguntó Sam