Después que Dan había abandonado la habitación de Giulian, se dirigió hacia la de su hija. Amy, Daira y Elar estaban en la puerta e intentaban tranquilizar a Amy.
Bueno al menos no se está negando de nuevo a casarse, pensó Dan disponiéndose a entrar. Pero ciertamente si bien se había preparado para encontrarse con alguna clase de crisis, no lo había hecho para la impactante visión que lo recibió.
Samantha estaba de pie en medio de la habitación esperándolo y Dan sintió un grueso nudo en la garganta al verla. Iba ataviada con un hermosísimo traje blanco que dejaba al descubierto sus hombros, su largo cabello estaba semi recogido dejando caer unos cuantos mechones que enmarcaban la perfección de su rostro.
Ella sostenía en la palma abierta el brazalete de diamantes que él le había dado el año anterior. Lo tomó y se lo colocó, pero mientras lo hacía, pensó que ahora entendía las lágrimas de Amy sin darse cuenta que mientras pensaba en ello, le estaba ocurriendo lo mismo, hasta que sintió la mano de su hija en su rostro.
Cuando se aparecieron en la entrada del Deml, Sam agradeció que lo hubiesen hecho en la parte de arriba y Dan pareció interpretar correctamente la expresión de su hija, porque sonrió.
Entraron, pero luego de atravesar el corto pasillo y si ya Sam venía algo nerviosa, al salir a la nave central sintió que las piernas le fallaban. Ella había querido una boda sencilla como las de sus hermanos, es decir, con la presencia de familiares y amigos, pero aquello estaba abarrotado de personas.
El Cuerpo de Arzhaelíes y Krigers al completo había hecho acto de presencia. Vestían sus uniformes de gala y se habían colocado en formación cerrada semejando un pasillo hasta el lugar donde suponía se encontraba Giulian, ya que desde allí no podía verlo.
En cuanto Dan y ella asomaron a la puerta, se escuchó la voz de mando de Iván, y todas las Gwialen se elevaron formando una especie de arco. Inmediatamente apareció Mael a su lado y Dan le entregó el brazo de su hija para sorpresa de ésta.
Sam estaba confundida, pero ya Dan había desaparecido de su lado, de modo que sonrió a Mael y comenzaron a caminar. Habían avanzado un poco, cuando Mael se detuvo y Gail se separó de la formación y sustituyó a Mael.
Un poco más adelante, fue Danny quien salió de la formación y tomó el brazo de su hermana. Después de avanzar otro corto tramo, Iván salió de entre la formación y Danny le entregó el brazo de Sam. Pero, aunque ella se sentía feliz, en ese momento una dolorosa ausencia la golpeó, porque allí faltaba Vlad. Sin embargo, apenas habían avanzado un poco más, cuando la cara en miniatura del hombre en quien había estado pensando, le sonreía y estiraba su manito hacia ella, y del otro lado un muy serio Elijah estiraba la otra. Con una opresiva mezcla de felicidad y dolor, ella asió las manos de los niños hasta que su padre reapareció para guiarla en el final del trayecto.
Cuando Iván alzó a Brendan, Mael a Elijah y Dan la tomó del brazo de nuevo, fue cuando finalmente Sam pudo hacer contacto visual con Giulian, y justo en ese momento el arzhaelí sintió todo el peso de la belleza de la mujer que estaba a punto convertirse en su esposa, mientras ella se preguntaba cómo había podido dudar por un solo segundo que su vida era aquel hombre, e internamente agradeció infinitamente a Mael.
Desde el momento que Sam lo miró y hasta que Dan le entregó su mano, Giulian parecía haber estado conteniendo la respiración y ciertamente no se enteró de las pesadas bromas que Danny, Gail y Dan no habían podido evitar soltar en el último minuto.