Arzhvael (libro 5. La Heredera)

Cap. 13 Nueva oportunidad

 

Los arzhaelíes y krigers que no habían ido con Alaric, unos trasladaron a los heridos al Hospital mientras que otros se quedaron con Iván haciendo lo posible por reparar los daños causados por los Uzkys y atendiendo las heridas más leves. Pero cuando Iván llegó cerca de las tres de la tarde del día siguiente, Amy que había regresado un par de horas antes se aproximó corriendo.

  • Iván ven conmigo, Elar…  --  pero no pudo concluir, porque Iván palideció de tal manera que ella se alarmó  --  ¿Iván?
  • ¿Dónde?  --  fue lo único que preguntó y ella lo condujo  --  ¿Por qué no me avisaste?  --  le preguntó después que habían entrado en la habitación
  • No lo sabía, me enteré hace un momento, ella estaba en el grupo de Garlan  --  le dijo mientras él efectuaba un rápido examen  --  ¿Cómo la encuentras?  --  preguntó cuando él guardó su Gwialen  --  Daira me dijo que había recibido varias heridas, pero…
  • Está intoxicada, el veneno…  --  pero se detuvo y en su rostro se dibujó una expresión de ira y salió de la habitación dejando a Amy más preocupada que antes

Iván intentó serenarse y concentrarse para ubicar a Daira, una vez que lo hizo caminó derecho hacia donde se encontraba la arzhaelí.

  • ¡Daira!
  • ¿Qué sucede?  --  preguntó ella volviéndose y mirándolo con extrañeza, porque rara vez Iván levantaba la voz
  • Dímelo tú  --  le dijo acercándose  --  ¿Qué sucedió con Elar?
  • La dejé hace un momento después de administrarle el antídoto ¿Por qué?
  • Porque no ha hecho ningún efecto, está…
  • ¿Iván, no me escuchaste? Se lo acabo de administrar, tenemos que esperar…
  • ¿Cómo que se lo acabas de administrar? ¿Por qué esperaste tanto?  --  y ahora la expresión de extrañeza de Daira se acentuó
  • No podía, la trajeron hace algo menos de una hora  --  y entendiendo que Iván no sabía nada pasó a explicarle lo que ella sabía  --  Anthony Gladstone fue el que la trajo y me dijo que se había desmayado mientras estaban ayudando a los heridos en el lugar del ataque.
  • Entiendo. Lo siento Daira, discúlpame  --  le dijo y se giró
  • Iván  --  dijo ella sujetando su brazo  --  Elar es fuerte, va a estar bien

Pero él no dijo nada y comenzó a caminar. Sentía una opresión en el pecho y no quería reconocer el motivo para ello. Encontró a Anthony cuando éste se dirigía a la puerta.

  • Gladstone  --  lo detuvo y el chico se volvió
  • ¿Señor?
  • Entiendo que fuiste tú el que trasladó a Elar
  • Sí señor, estuvimos trabajando con los heridos desde que los Uzkys abandonaron la zona hasta el momento en el que ella perdió el conocimiento  --  se detuvo e intentó desviar la mirada, pero sin éxito  --  Yo noté que tenía una herida en el brazo, pero ella dijo que no era importante y que teníamos que atender a aquellas personas  --  Iván seguía mirándolo y él sintió la incomodidad de aquella mirada  --  Si hubiese sabido qué tan mal estaba…
  • Gracias Gladstone  --  lo interrumpió Iván y se dio vuelta, porque ya había visto todo lo que necesitaba ver

Anthony se quedó con el malestar de aquella inmisericorde invasión, porque si bien era cierto que no tenía nada que ocultar, no era una experiencia agradable, pero él al igual que todos, conocía la habilidad de Iván y sabía que era perfectamente inútil oponer resistencia, y haberlo intentado aparte de que no tenía objeto, solo le habría generado un terrible dolor de cabeza que le habría durado varios días.

Iván por su parte, aquella era una de las pocas veces en las que utilizar su habilidad no le había generado ningún remordimiento, pero tampoco se había preocupado por hacerlo en forma sutil, quería saber exactamente qué había ocurrido y ya lo sabía. Pero eso lejos de tranquilizarlo, solo lo preocupó más, y solo esperaba que el antídoto actuara con la mayor celeridad, porque Elar había recibido varias heridas y la cantidad de toxina que había ingresado a su sangre era muy alta, por lo que la intoxicación debía estar causando estragos en sus órganos y el dolor tenía que ser bestial. Antes de entrar de nuevo a la habitación, se preguntó si todas las mujeres eran igual de tercas y obstinadas, o solo las que estaban cerca de él. Y precisamente en ese momento había dos discutiendo en la habitación.

  • Samantha, has pasado toda la noche aquí y eso no le hace bien al bebé  --  estaba diciendo Amy
  • ¡Iván!  --  exclamó Sam en cuanto lo vio entrar y se lanzó en sus brazos
  • Me alegra mucho que estés de vuelta, linda  --  le dijo él
  • ¿Estás bien?  --  preguntó ella mirándolo de arriba abajo
  • ¿Lo estás tú?  --  preguntó él a su vez y ella asintió  --  Es bueno saberlo, pero Amy tiene razón, debes descansar. Ya sé que no estás cansada  --  dijo conociendo bien la réplica que venía  --  pero debes hacerlo por el bebé.
  • De acuerdo  --  dijo ella finalmente  --  iré a ver cómo sigue Jonathan y me voy a casa.
  • ¿Jonathan?  --  preguntó Amy
  • Sí, lo trajeron anoche muy mal herido, fue salvajemente atacado por un Uzky, había perdido mucha sangre y tenía heridas graves, pero cuando fui a verlo poco antes del amanecer, parecía estar recuperándose bastante bien.
  • ¡Gracias a los Dioses!  --  exclamó Amy
  • Y a Daira que va a verlo cada cinco minutos  --  dijo Sam y una imperceptible sonrisa asomó a los labios de Amy que fue advertida por Iván más no por su hija, y aunque sintió curiosidad, decidió no intentarlo, porque Amy aún estaba furiosa con él por lo de Giulian
  • ¿Dónde están Giulian y papá?  --  preguntó Sam
  • Fueron con Alaric, linda, aun había que dar cacería a los Uzkys que escaparon.




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