Arzhvael (libro 5. La Heredera)

Cap. 14 Regreso a casa

 

Hacía casi una semana del ataque, cuando una mañana mientras Sam estaba en la habitación de los niños, escuchó la voz de su padre.

  • ¡Samantha!

Ella se levantó del sillón, pero antes de que pudiese moverse, se abrió la puerta y entraron Giulian y Dan.

  • ¡Papá!  --  exclamó ella
  • ¡Apártate infeliz!  --  dijo Dan empujando a Giulian que iba hacia su mujer, y abrazando a su hija
  • Te eché mucho de menos, papá
  • Me alegra que te esfuerces por mentirme, pero en cualquier caso, yo te eché de menos  --  le dijo mientras ella reía

Los niños por su parte habían corrido hacia Giulian, por lo que este los alzó a ambos y se olvidó por el momento de las ganas que tenía de golpear a Dan.

  • ¿Están bien?  --  preguntó Sam después que su padre la soltó y pudo saludar a Giulian
  • Aparte de cansados, bien, princesa  --  le dijo él
  • ¿Y los demás?
  • Solo algunos heridos, pero en general bien, el más grave es Klausen, pero Daira nos aseguró que va a estar bien  --  le dijo Dan  --  Esos condenados bichos son difíciles de cazar y no contando con Mael, pues…
  • ¿No contando con Mael?  --  preguntó ella con una nota de pánico en la voz  --  ¿Por qué? ¿Qué le sucede?  --  hasta ese momento había asumido que él estaba con ellos
  • Nada, solo que está fuera con Eowaz desde hace más de un mes
  • ¿Y no saben nada de ellos?
  • Pues no

Aunque ella se preocupó, recordó que los Arzhaelíes especialmente los miembros del Consejo, salían con frecuencia en comisiones de trabajo y a veces demoraban en regresar.

Después que Giulian se bañó, comió y descansó un rato, Sam lo acompañó a Arx para visitar a Jonathan. Inicialmente se había preocupado mucho cuando Daira le dijo que aún estaba allí, porque recordó lo mal que estaba cuando Danny lo trasladó, aunque ella le aseguró que había evolucionado bastante bien. No obstante, y como sus heridas habían sido muy graves, los Läkares habían decidido no autorizar la salida aún, para gran consternación de ella, aunque esto no se lo dijo. Pero él solo lo había visto un momento prometiéndole volver más tarde.

Dan dijo que iría al día siguiente, porque todo lo que quería después de comer, era tirarse en la cama. De modo que Amy acompañó a Giulian y a Sam al hospital, saludó brevemente a Jonathan y luego se fue a ver a Elar.

  • Esta vez sí que te salvaste de una buena  --  le estaba diciendo Giulian a Jonathan
  • Sí, fuera de la cicatriz causada por la flecha que sabemos que es imposible borrar, puede decirse que salí indemne, cosa que no puede decir el asqueroso bicho que me atacó.
  • Por cierto  --  dijo Giulian recordando el asunto  --  Nunca entendí cómo demonios lograron herirlo ni quién, porque en la posición en la que estaba resultaba imposible.
  • ¿Cómo que quién, infeliz?  Yo mismo  --  dijo él  --  Es posible que estuviese en una situación algo comprometida, pero mi cabeza seguía funcionando...
  • Algo verdaderamente difícil de creer  --  escucharon la voz de Daira que acababa de entrar, pero él la ignoró
  • … de modo que me hice con una flecha y la clave en su pecho, ya sabes, para devolverle el favor  -- finalizó
  • ¡Bravo, mi amigo!  --  aplaudió Giulian
  • Es un buen asunto que hayas logrado mantener la calma a pesar de todo  --  dijo Sam
  • No sé si la calma, pero sí sé que solo quería fastidiar al muy desgraciado
  • Eso sí que no es difícil de creer  --  dijo Daira  --  Ni aun cuando estás muriendo puedes dejar de fastidiar  -- y Jonathan sonrió
  • Veamos señorita Clemmens, estabas muy contenta de que…
  • Lo único que me pone contenta es que te vas inmediatamente  --  lo interrumpió ella  --  y espero no volver a verte por aquí
  • ¡Genial!  --  exclamó Giulian mientras Daira caminaba hacia la puerta
  • Espera, espera  --  la detuvo Jonathan  --  Eso significa…
  • Ya te lo dije McKenzie, estás de alta y espero te largues lo antes posible  --  pero cuando ya iba a salir se detuvo con cara de sorpresa  --  ¿Donald?  -- preguntó en voz alta
  • ¡Daira!  --  escucharon una voz del lado de afuera y acto seguido un individuo que a Sam y a Jonathan les resultaba vagamente familiar, estaba abrazando a Daira  -- Te estaba buscando  --  dijo el individuo separándose, pero sin soltarla

Pero antes de que Daira pudiese decir nada, el ambiente se tensó. El tal Donald había tropezado con los ojos de Samantha y su expresión cambió de forma radical. Sam pudo percibir con toda claridad y después de lo que parecía sorpresa,  una corriente de odio feroz. El sujeto paseó la vista por la habitación y su expresión no varió al tropezar con los ojos de Giulian que lo miraba aproximadamente de la misma forma, y por último miró a Jonathan que tenía una expresión impenetrable.

  • Lamento la interrupción  --  se disculpó Donald mirando a Jonathan y luego se dirigió a Daira  --  Te espero afuera 
  • No es necesario que esperes, ya iba de salida  --  dijo ella
  • Un momento, señorita Clemmens  --  la detuvo Jonathan, de modo que Donald salió mientras Daira se volvía
  • ¿Y ahora qué, McKenzie?
  • Aun no me has explicado…
  • No tengo nada qué explicarte, ya te dije que estás perfectamente bien y puedes marcharte  --  lo interrumpió ella  --  Ahora si no te importa, me están esperando  --  pero antes salir añadió con sonrisa maligna  --  Puedes estar feliz McKenzie, quizá lo que me has estado mandando a hacer se haga realidad




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