La boda de Iván y Elar fue algo a medio camino entre la boda sencilla que ellos querían y el fastuoso acontecimiento que Giulian planeaba. Si bien lograron reducir el número de asistentes a las personas que realmente les interesaba que compartieran con ellos aquel día, no pudieron prescindir del exceso de lujo en la recepción. Los padres de Elar no se habían mostrado muy conformes con aquel enlace, ella era su única hija y no veían con buenos ojos la raza de procedencia de Iván. Sin embargo, el encargado de ir por la pareja fue Giulian, y con su habitual encanto logró suavizar bastante la situación, y posteriormente cuando finalmente los Devian tuvieron oportunidad de compartir más con Iván, conocer a la familia y ver el amor con el que él que trataba a sus hijos, se convencieron que sin importar su origen, era un buen sujeto y amaba a Elar.
Quien no lo pasó nada bien fue Daira, Jonathan se había dedicado durante el último mes a perseguirla con verdadera saña. No había lugar a donde fuese que no se encontrase con él, y la mayor parte del tiempo interrumpía cualquier cosa que ella estuviese haciendo, o la conversación en la que estuviese participando sin importarle lo más mínimo quién fuese su acompañante, y Daira llegó a plantearse el no asistir a la boda de sus amigos solo por no encontrarse con él, pero siendo que era la dama de honor de la misma, le quedaba difícil no asistir. No obstante, y por alguna razón desconocida, el día de la boda Jonathan la dejó en paz y se dedicó a perseguir a otras chicas. Amy y Elar no dejaron de notar el mal humor de Daira, y ya que Jonathan no estaba cerca, decidieron que solo podía obedecer justamente a eso.
Pero las cosas se complicarían mucho para la Arzhaelí en el futuro cercano. En su época escolar, aunque las chicas eran amigas, Amy, Eve, Sabrina y Ángela formaban parte del grupo de los Cornwall, Daniel e Iván, sin duda los sujetos más codiciados de la escuela. Mientras que Daira, Elar, Dorila y Daphne eran más amigas de Delos y Donald. Aquello les planteaba un serio problema a las chicas, porque si bien tenían muy buenas relaciones entre ellas, no sucedía lo mismo con los chicos e incluso entre ellos mismos hubo serios problemas, porque Delos y Donald suspiraban por los huesos de Amy. Esa fue una época difícil, porque Dorila había perdido la cabeza por Iván, Daphne por Vladimir, y Daira por Giulian, pero la única que sabía que la silenciosa Elar había perdido la suya por Iván, era Daira, y cuando de manera casual Dorila se había enterado, se distanció de Elar y nunca más volvió a tratarla bien. No obstante, aunque no la tratase bien, nunca se suscitaron los problemas que se presentaron entre los varones, porque tanto Delos como Donald vivían en un solo pleito con aquellos individuos o entre ellos mismos, y Alaric, Philip, Armel y Garlan que eran de los cursos superiores y Ansvarig – en el caso de Armel – para más señas, vivían a su vez castigándolos a todas horas. Pero cuando Amy decidió romper definitivamente su tibia relación con Donald, el asunto se tornó casi insostenible, porque Donald definitivamente perdió el buen juicio. Daira sabía que Donald era capaz de cualquier cosa e intentó detenerlo en muchas ocasiones, en algunas oportunidades lo logró, pero en otras no. Sin embargo, siguió siendo su amiga, porque le tenía sincero afecto, y de hecho fue la única que permaneció fiel a esa amistad a través del tiempo.
Ahora, con la repentina aparición de Donald en Arx a raíz de la hospitalización de Hans, habían salido en varias ocasiones y Daira había hecho hasta lo imposible por convencerlo de que se olvidase de aquello, primero porque Amy y Dan ya habían pasado por demasiados horrores, y segundo porque realmente eran felices. Ella nunca fue una defensora de Daniel y de hecho en su época escolar le habría encantado que Amy y Donald pudiesen formalizar su relación, porque Daniel era la misma clase de amenaza que los gemelos, pero con el tiempo tuvo que rendirse a la evidencia, y desde que los Douglas habían vuelto, su relación con Amy se había estrechado y había tenido oportunidad de ser testigo de primera fila del amor que se profesaban ella y Daniel, de modo que estaba muy lejos de querer que Donald enturbiase esa relación.
Tanta fue la insistencia de Daira, que finalmente él pareció rendirse, y una semana después de la boda de Elar a la que obviamente no fue invitado, se reunió con Daira y para sorpresa de ésta le anunció que volvía a su tierra.
Inicialmente la sorpresa no dejó que Daira entendiese lo que había sucedido, pero cuando vio no lo que había sucedido, sino quién había sucedido, una ira incontenible nubló sus sentidos.
Pero el individuo no se dio por aludido, porque estaba muy ocupado haciendo polvo al sorprendido Donald. Aquello era injusto y desigual por donde quiera que se viese. Primero, él no había estado haciendo nada para merecer aquella despiadada paliza, y segundo, por muy hábil y fuerte que fuese, se las estaba viendo con un sujeto entrenado para matar a cualquiera con sus propias manos, y que por algún motivo estaba salvajemente furioso. Estando como estaban en un lugar público, varios agentes del orden se acercaron a detener aquello, pero no estaban ni cerca de poder con un arzhaelí, al menos no si no lo atacaban de manera violenta, y la violencia contra cualquier ciudadano era algo que tenían expresamente prohibido, y contra un arzhaelí, estaban seguros que les habría costado sus cabezas. Sin embargo, cuando Daira estaba por intervenir y de forma nada delicada, aparecieron Alaric y Garlan y la libraron de mayores esfuerzos.