Arzhvael (libro 6. Los Cinco Elementos)

Cap. 02 Njörd

 

Sam se movió entre las sábanas y enseguida fue apresada por los brazos de Giulian. Trató de moverse, pero le resultaba difícil, logró girar un poco la cabeza y vio que seguía dormido. De modo que lo despertó a besos.

  • Mmm  --  dijo él  --  no me imagino una mejor manera de ser despertado, pero ahora pagarás por ello.

Antes de que Sam tuviese tiempo de hacer ningún movimiento ya la había despojado de las ropas y estaba acariciando su piel. Todo pensamiento quedó anulado y se abandonó a sus besos.

Mucho tiempo después, cuando al fin había logrado salir de la cama, se dio cuenta que tendría que correr, porque aquel día debía estar en Arx para el entrenamiento que seguían con regularidad los arzhaelíes. Se dio vuelta para decirle algo a Giulian y vio con sorpresa que se había quedado dormido. Sonrió y pensó que eso facilitaba las cosas. Cinco minutos después estaba bañada, vestida y lista para salir, de manera que llamó a Giulian mientras pensaba que quizá esta no era la mejor manera de utilizar lo que había aprendido, pero necesitaba darse prisa. Mientras Giulian se alistaba, ella bajó, tomó un rápido desayuno y luego salió al jardín donde estaban Crappy y Willow con los niños, les dio un beso a sus hijos y volvió para salir rumbo a Arx.

El entrenamiento de ese día consistía en un ejercicio de campo en donde debían poner en práctica los conocimientos adquiridos en la aplicación de plantas para curar heridas, y Sam se llevó una grata sorpresa, ya que, fue capaz de recordar no solo los conjuros para sanar las heridas, sino que pudo reconocer las plantas sin ayuda de Aderyn o de Paul. Se imaginó que, en la experiencia con el elemental de tierra, éste le había transmitido sus conocimientos de las plantas, por lo que le dio un silencioso agradecimiento a Waldweibleim y escuchó la risita: No tienes que agradecerme nada, todo está almacenado en tu memoria, solo tienes que recordar. A la hora del descanso llamó la atención de su padre y de Iván de la manera más discreta posible.

  • Hay algo que quiero contarles. ¿Pueden acompañarme a dar una vuelta por el jardín?

Dan supuso que de algo importante debía tratarse para que se comportara de esa manera, mientras que Iván no se cuestionó los posibles motivos y simplemente se dispuso a acompañarla. Se excusaron con los demás y salieron al jardín. Buscaron un lugar donde sentarse y procedió a contarles toda la experiencia de la noche anterior.

  • ¿Y lograste todo eso en una noche?  --  preguntó Dan impresionado
  • ¿Papá, no has estado escuchándome?
  • Bueno…sí…quiero decir…
  • Te entiendo, puede ser algo confuso.
  • Samantha, hoy en la práctica…  --  comenzó Iván
  • Sí, lo sé, pude recordar todo lo relacionado con las plantas.
  • ¿Y eso lo aprendiste anoche?  --  preguntó él
  • Bueno yo también pensé eso, pero Waldweibleim me dijo que todo estaba en mi memoria y que solo debía recordar.

Pero tanto Dan como Iván parecían no escucharla, porque Sam no se había dado cuenta que mientras hablaba se había distraído haciendo crecer un rosal.

  • Samantha, sería conveniente que dejaras de hacer eso  --  dijo Dan

Sam notó lo que estaba haciendo y se sintió muy mal, si no se andaba con cuidado tendría muchos problemas, porque evidentemente no podía ir por ahí diciendo en lo que estaba metida.

  • Pienso contarles a los chicos, ¿pero ustedes creen que sería conveniente contarle a mamá y a Giulian?
  • No estoy muy seguro. Quizá deberías esperar un poco, tu madre probablemente se preocupará mucho, y Giulian… bueno él la emprenderá en mi contra, porque pensará que te estoy empujando a algo peligroso.
  • No seas necio, Dan, en algún momento tiene que decírselo, si no lo hace será mucho peor  --  opinó Iván
  • Iván tiene razón, papá, no me siento bien ocultándoselo.
  • Linda, si crees que debes hacerlo, hazlo. Ocultárselo para sentirte mal no tiene sentido.
  • Gracias --  dijo con una sonrisa deslumbrante.

Volvieron cuando escucharon la campana que anunciaba el inicio de la actividad vespertina. Al finalizar esa tarde, llamó a los chicos y lamentó mucho que Mael siguiese ausente.

  • Tengo que hablar con ustedes.
  • ¿Qué sucede?
  • Vamos a otro lugar.

Sam tomó las manos de sus hermanos, caminaron hacia la zona desde donde podían desaparecerse y lo hicieron. Volvieron a aparecer en un parque que Gail reconoció como el que habían visitado hacía mucho tiempo.

  • Vaya, sí que necesitas privacidad.

Sam les contó todo lo que había pasado la noche anterior. Danny estaba con la boca abierta mientras que Gail contra sus costumbres, estaba pensativo y silencioso. No sabían si sentirse feliz por su hermana, o muy preocupados.

  • ¿Sam, has pensado en lo que todo esto puede significar?  --  preguntó Danny
  • ¿A qué te refieres?
  • Esto es una especie de preparación  --  dijo Gail  -- ¿Pero preparación para qué exactamente?
  • Bueno ya dijeron que un fulano iba a liberar un enorme mal ¿no?  --  dijo Danny
  • Así es, solo que no estoy segura aún qué o cómo será eso  --  asintió Sam
  • Y estás consciente de que no te vamos a dejar ir sola a enfrentarte a quién sabe qué ¿lo recuerdas verdad?  --  preguntó Danny
  • Y no me importa que tan poderosa puedas ser  --  dijo Gail en tono amenazante como si ella se estuviese negando, pero Sam abrazó a sus hermanos.
  • Lo sé, y créanme que no trataría de apartarlos.
  • De acuerdo entonces  --  dijeron ambos




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