Arzhvael (libro 6. Los Cinco Elementos)

Cap. 08 Los Elegidos

 

En cuanto Jonathan y Alaric regresaron de su misión, y luego de haber ido el primero a ver a su mujer y a sus hijas, y el segundo de haber dormido toda una noche en una cama, se fueron a hablar con Eowaz. Luego de rendir los informes pertinentes, pasaron a otro asunto que les había estado mortificando, y era que el bendito sueño con Samantha se había vuelto recurrente, pero en ningún caso lograban recordar qué era lo que soñaban. Eowaz los escuchó y una arruga apareció en su frente, ya había escuchado la misma historia de tres personas más y comenzaba a preocuparle. Les dijo que de momento no tenía una respuesta para eso, pero que intentaría averiguar qué era lo que estaba sucediendo. De modo que una vez que los chicos se marcharon, envió un mensaje a Samantha. La chica estaba en medio de una práctica así que pidió permiso a Armel que era con quien tenía el ejercicio y se marchó.

  • Señor  --  saludó al entrar
  • Gracias por venir, siéntate por favor  --  Sam obedeció y se dispuso a escuchar  --  Te he pedido que vinieras porque está sucediendo algo muy particular

Eowaz le contó que tanto Garlan, como Daira, Armel, Jonathan y Alaric, le habían referido la cuestión de los sueños. Sam ya sabía de Garlan y Daira, pero le sorprendió la información acerca de los demás. Evaluó por un momento la situación, y decidió contarle a Eowaz toda su experiencia con los elementales. Eowaz era un magnífico oyente y no la interrumpió salvo para aclarar algunos puntos, y al final le dio su opinión.

  • Tenía conocimiento acerca de la profecía, como casi todos los arzhaelíes que hemos sido designados para presidir el concejo, y aunque no dudábamos de ella, como bien dijiste y luego de la información aportada por los Arglwyddi, era bastante incompleta
  • Disculpe señor ¿cómo los llamó?  --  preguntó Sam y Eowaz sonrió
  • Es su nombre en galés, nuestro idioma original. Arglwyddi o’r Elfennau que significa señores de los elementos, como tú los conoces. Tir, tierra. Awyr, aire.  Dŵr, agua. Tân, fuego.  Esos son sus nombres originales en nuestra lengua madre.
  • ¿Y el Éter?
  • El Éter tiene muy pocas variantes, y en casi cualquier idioma se dice igual. Es el elemento estable del universo  --  y Sam asintió  --  Ahora Samantha, es posible que esté equivocado, pero presumo que si todas estas personas han estado soñando contigo, y sin saber nada de lo que me has confiado, me inclino a pensar que es porque son los indicados para acompañarte en este enorme compromiso.
  • Ya lo había pensado en el caso de los que me son más cercanos, señor, pero…
  • No siempre no es dado conocer el por qué de algunas cosas, pero siempre hay un motivo
  • ¿Qué cree usted que deba hacer? ¿Debo llamarlos y hablar con ellos?
  • No, creo que debes esperar a recibir instrucciones. Hasta ahora te han indicado qué hacer, de modo que lo más probable es que continúe siendo así.
  • Me dijeron que cuando hubiese escogido a quienes me acompañarían en esta misión, debía avisarles.
  • Entonces si ya lo has hecho, solo debes esperar a ser requerida por ellos y hacer lo que te indiquen  --  Sam asintió, pero seguía luciendo preocupada  --  Ten confianza Samantha, naciste poderosa, signada por un destino muy especial y no carente de peligros, pero afortunadamente nunca estarás sola. Y aunque yo no esté destinado a acompañarte en esto, siempre podrás contar conmigo para lo que creas necesario.
  • Gracias señor  --  después de unas pocas palabras más, se retiró

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Los primeros días de diciembre trajeron consigo otro nacimiento. El segundo día del mes, estaban en medio de un ejercicio, cuando Jonathan recibió un aviso de Daira.

  • McKenzie, voy camino al Hospital

Jonathan era un excelente arzhaelí, pero al recibir el urgente mensaje de Daira, se olvidó de lo que estaba haciendo y partió a toda prisa. Alaric se hizo cargo del grupo que estaba con Jonathan, entre los que se encontraban Aderyn y Danny, que a su vez enviaron mensajes a los restantes miembros de su familia. Sin embargo, no pudieron marcharse como lo había hecho Jonathan, y tuvieron que esperar a concluir los ejercicios, después de lo cual corrieron hacia el Hospital. Allí se encontraban los padres de Daira y Anne, Peter estaba en Alemania y no había llegado aún.

  • ¿Cómo van?  --  preguntó Amy
  • No lo sabemos, Iván llegó un poco después que Jonathan, pero ninguno de los dos ha salido a decir nada  --  dijo ella angustiada

Gail prestó atención y unos segundos después les informó que todo marchaba bien. Sin embargo, en esta ocasión parecía estar tardando más, y Jonathan estaba desesperándose.

  • ¿Todo marcha bien?  --  preguntó por enésima vez a Iván
  • McKenzie, si vuelves a preguntar eso una vez más, te juro que…  --  pero se detuvo cuando la atravesó el dolor
  • Ahora sí  --  dijo Iván  --  ya viene  --  y ciertamente unos minutos después escucharon el llanto  --  Felicidades, es un hermoso varón  --  les dijo

En esta ocasión Jonathan conservó el equilibrio y el sentido, de modo que pudo cargar a su hijo en cuanto la Nyrs lo hubo aseado. Se lo acercó a Daira y después que ella le dio un beso, Iván le indujo el sueño para que se recuperara.

  • ¿Qué te parece si vamos a saludar a tus abuelos y dejamos a mamá descansar?  -- preguntó Jonathan mirando al bebé que tenía los ojos completamente abiertos y parecía prestar atención




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