Arzhvael (libro 6. Los Cinco Elementos)

Cap. 09 Los Elegidos (II)

 

Samantha había pasado los dos últimos días con una extraña sensación de pesar. Aquella noche después de dar las buenas noches a los niños, se había ido a acostar, pero no tenía nada de sueño. En la madrugada cerró los ojos, intentado buscar el evasivo sueño, pero esto fue aun peor, porque en forma inadvertida su mente fue invadida por unas imágenes que la sobresaltaron. Se vio en una estancia con Kenny y él la estaba besando, pero lo que causó su asombro fue que ella le correspondía con entusiasmo. Se incorporó en la cama de forma violenta asustando a Giulian.

  • ¿Princesa, estás bien?
  • Sí amor, lo siento, solo fue un mal sueño  --  le dijo
  • Ven aquí

Ella se dejó abrazar, pero mientras escuchaba la lenta respiración de Giulian, su mente buscó una explicación a lo que acababa de suceder, hasta que finalmente llegó a la conclusión de que por alguna extraña razón, había invadido los sueños de Kenny, pero lo que más la preocupó no fue haberlo hecho, sino que él tuviese esa clase de sueños. En algún momento previo al amanecer se quedó dormida, pero, aunque Giulian intentó no despertarla al levantarse, igual ella despertó.

A la hora del desayuno, tanto sus padres como Iván, Elar y Giulian, la miraban con preocupación, y después del mismo, Giulian arrastró a Dan al estudio.

  • ¡Esto es culpa tuya infeliz!  --  le gritó
  • Giulian…
  • ¡Mira cómo está!  --  siguió él sin prestarle atención  --  ¡Apenas si come, y casi no duerme!
  • Giulian estás siendo muy injusto  --  escucharon la voz de Iván a sus espaldas
  • ¿Injusto?  --  vociferó
  • Sí, y te sugiero bajar la voz si no quieres que todo el Castillo se entere
  • ¡Al demonio con eso! Todo este asunto de la profecía la está matando, y ustedes parecen no notarlo

Sin embargo, y aunque Iván y Dan se preparaban para tranquilizar al furioso individuo, en ese momento un Nisser le anunció a Giulian la visita de Eowaz, para extrañeza de los tres arzhaelíes que se apresuraron hacia el salón principal.

  • Señor  --  saludaron los tres
  • Buenos días, lamento venir sin avisar y espero no interrumpir nada
  • Por supuesto que no  --  dijo Iván
  • ¿Sucede algo señor?  --   preguntó Dan que registraba frenéticamente su cabeza buscando un motivo para aquella inesperada visita
  • En realidad con quien me gustaría hablar es con Samantha, pero me pareció más prudente avisarte primero  --  dijo mirando a Giulian

Aquello le gustó aun menos a Giulian, que al igual que Dan buscaba una razón válida para que Eowaz estuviese allí y no lo hubiese citado a la Sede. Y siendo que aun estaba de muy mal humor, este fue evidente en su pregunta.

  • ¿Y para qué exactamente?
  • Es con relación a la profecía y a…  --  pero Giulian no lo dejó terminar
  • ¡Esto es el colmo!  --  explotó  --  ¡También usted!
  • ¡Giulian!  --  exclamaron Iván y Dan horrorizados, pero Eowaz levantó una mano ordenándoles silencio y se acercó a Giulian
  • Giulian, entiendo cómo te sientes
  • ¿De veras?  --  preguntó él en forma irónica
  • Sí, la amas y estás preocupado, pero piensa un poco ¿Crees que si no tuviese la capacidad, el poder y la habilidad para hacer esto, la habrían escogido a ella?
  • ¿Y alguien ha pensado en lo que va a enfrentar? ¿Alguien tiene una mínima idea de lo que es? ¿Alguien se ha detenido a pensar en cómo se siente ella? ¿Alguien ha pensado en que las cosas podrían salir mal, y resultar muy lastimada o…?  --  pero las últimas palabras se habían negado a salir de su garganta
  • Créeme que lo hemos pensado, pero al menos yo confío en que todo saldrá bien, y todos y cada uno de los elegidos para acompañarla en esta difícil tarea, está dispuesto a protegerla con su vida  --  hizo una pausa y colocó sus manos sobre los hombros del arzhaelí  --  Ten confianza Giulian, si perdemos la esperanza, ya podemos darlo todo por perdido.

Después de un rato Giulian pareció tranquilizarse y mandaron a llamar a Sam. Sin embargo, la escasa tranquilidad alcanzada por Giulian, fue sustituida por otro sentimiento igualmente tormentoso más tarde.

  • Buenos días señor  --  saludó Sam en cuanto entró
  • Buenos días Samantha  --  contestó Eowaz  --  Vine porque en la pasada ocasión cuando conversamos, me hiciste una pregunta  --  ella lo miró sin comprender y él agregó  --  Me preguntaste si debías hablar con aquellos que habían estado soñando contigo. En esa oportunidad te dije que debías esperar, pero creo que ha llegado el momento de que te reúnas con ellos.
  • ¿Por qué?
  • Porque han recibido la visita de los elementales, y creo que es momento de que conversen.
  • ¿Señor, ya tiene una idea de por qué fueron escogidos?
  • Como sabes, yo no tengo ningún contacto con esos seres, de modo que solo puedo suponer que han sido elegidos por el especial lazo de afecto que los une a ti y por sus cualidades, naturalmente  --  pero Sam arrugó el entrecejo
  • Podría estar de acuerdo en el caso de mi familia y mis amigos, pero en el caso de Garlan y Armel, eso no me parece muy probable.
  • Estas viendo las cosas de forma injusta en un caso, y equivocada en el otro  --  le dijo él
  • No entiendo.
  • Garlan McEwan no se caracteriza por su simpatía, y es algo que todos sabemos. Sin embargo, ha dejado claro en más de una ocasión lo mucho que le importas, y para más añadidura, aceptó ser el padrino de una de tus hijas, lo que es una muestra clara de ese afecto.




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