Arzhvael (libro 6. Los Cinco Elementos)

Cap. 12 Peligroso

 

El día del cumpleaños de las trillizas, Giulian, contrario a sus costumbres, se había levantado muy temprano y Sam había sonreído al verlo tirarse de la cama antes de que saliese el sol.

  • ¿Por qué la prisa, señor Cornwall?

Giulian se detuvo y se giró a mirarla con los ojos muy abiertos.

  • ¡Princesa!  --  exclamó  --  ¿Has olvidado qué día es hoy?
  • No, no lo he olvidado, pero dudo que nuestras hijas estén despiertas, mi amor  --  dijo con una sonrisa burlona

Pero Giulian decidió no prestarle atención y cuando estuvo listo, abandonó la habitación rumbo a la de las trillizas.

La actividad en general había iniciado muy temprano, porque después que Giulian les entregó sus regalos a las niñas, entraron en tropel los delincuentes en compañía, como cosa extraña, de los gemelos Douglas y precedidos por sus hijos. Antes de bajar a desayunar había llegado Jonathan como de costumbre con cara de sueño y pelándose con Lizzy por casi tirarlo de la cama para que la llevase a Averdeen.

  • ¿Saben qué?  --  les dijo mientras se bebía el café  --  Creo que se las voy a dejar aquí y nos ahorramos tanto ir y venir
  • ¿Te parece que no tengo suficientes, McKenzie?  --  preguntó Giulian mientras Sam y Elar reían con diversión

Sin embargo, mientras Giulian se quejaba amargamente, era Mael quien en realidad se lo estaba pasando mal, porque por algún motivo la señorita McKenzie parecía especialmente interesada en no dejarlo comer, y justamente en aquel momento tenía una guerra con Dreo por unos panecillos dulces.

  • A ver  --  dijo Mael intentando poner orden  --  son exactamente iguales, así que tenga, señorita Elizabeth  --  le dijo dándole uno  --  y toma tú este  --  le dijo dándole otro a Dreo

Pero no se percató que mientras él le daba el suyo a Dreo, Lizzy le sacaba la lengua al chico y éste reaccionó en consecuencia y levantó la mano para lanzárselo.

  • ¡Ey!  --  dijo Mael deteniéndolo

Como el chico no había contado con la rapidez de Mael, vio frustrado su intento por lo que Lizzy rio con malignidad, pero cuando Mael giró la cabeza y la miró, ella le devolvió una cándida mirada y le sonrió con inocencia.

  • Gracias  --  le dijo y como seguía de pie en su silla, se acercó y le dio un beso a Mael

Iván y Dan que no habían perdido detalle del asunto, se miraron y ambos estaban pensando aproximadamente lo mismo, aquella chica era una amenaza en todos los sentidos, era astuta, tenía una decidida vena maligna y sin duda sería una belleza, de modo que desde ya estaban compadeciendo al pobre infeliz que cayese en sus manos.

 

Alaric había pasado buena parte del día en Averdeen conversando con Mael, pero al ver que se acercaba la hora de la fiesta de las trillizas se levantó para marcharse.

  • ¿Dónde se supone que vas? Una de esas chicas es tu ahijada  --  dijo Mael y Alaric sonrió
  • Ya lo sé, pero otra es ahijada de Garlan, y si no voy por él es capaz de no venir
  • No puedo creer que aun siga en las mismas
  • Lo creerías si vieras todo lo que le hacen los gemelos, ese par de demonios parecen tenerle verdadera antipatía, casi estoy por creer que Giulian los entrena específicamente para ello
  • No seas necio, Alaric
  • Bueno, es eso o es un asunto puramente genético  --  dijo él riendo

Sin embargo, cuando Alaric llegó a la casa de Garlan, éste no estaba allí y el arzhaelí maldijo por lo bajo pensando que aquel infeliz se le había escapado, y planeando qué decirle a Samantha cuando preguntase por él. De modo que regresó a Averdeen. No obstante, antes de que tuviese ocasión de hablar con Sam y para asombro de todos, cuando estaban en el jardín llegó Garlan cargado de paquetes. Dos de las trillizas corrieron hacia él y casi lo derriban, mientras que Gemdariel, caminó más despacio y seguida de cerca por Ian y por Ethan.

En cuanto Garlan había hecho acto de presencia, Mael había girado la cabeza en forma automática hacia donde estaban Derian y Darien, y se dijo que debía dejar de prestar atención a lo que le decía Alaric, porque casi habría jurado que una sonrisa maligna se había dibujado en los labios de los chicos.

Sin embargo, Garlan pudo hacerles entrega de sus regalos a las trillizas sin daños que lamentar, y luego alzó en brazos a Gemdariel con lo que se ganó una mirada asesina de los gemelos Douglas que no dejaron de seguirlo a todas partes. Pero quizá el hecho de tener en brazos a Gemdariel lo salvó de las fechorías de los gemelos Cornwall.

Como Daira estaba ayudando a Sam y a Elar con los más pequeños, Jonathan había ido a coger a Erick que había comenzado a llorar en forma escandalosa, pero Arianell tiraba del borde de su chaqueta.

  • Papi  --  decía la niña
  • Dime, linda

Mael se compadeció de él y se acercó a ver si podía ayudarlo, pero no entendía lo que le decía la pequeña Arianell, o lo que intentaba decirle, aunque parecía que Jonathan tampoco.

  • Veamos Aria, más despacio, porque no comprendí
  • Lizzy fue osque con Deo y Adi




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