Arzhvael (libro 6. Los Cinco Elementos)

Cap. 20 Angustia

 

Todo el cuerpo de arzahelíes y krigers estaba en formación en el patio principal de Arx durante el funeral de los krigers que habían resultado muertos en el reciente ataque al hospital. Samantha se sintió terriblemente mal cuando los padres de Casander recibieron las pertenencias del chico, y el sentimiento de culpa la estaba ahogando. Una vez finalizado el acto, haciendo acopio de valor caminó hacia los afligidos padres de Casander. Mael mucho más veloz que Giulian, estaba a su lado antes de que llegase hasta ellos.

  • Señores Lèbedev, tanto mi familia como yo, lamentamos mucho lo sucedido  --  dijo Sam
  • Gracias  -- les dijo el señor Lèbedev
  • No me lo agradezcan, la que siempre estará agradecida soy yo  -- contestó Sam

Sam no sabía qué más decir, suponiendo que hubiese algo apropiado, y en ese momento llegaron hasta ellos los demás que también presentaron sus condolencias a los Lèbedev. Sin embargo, en cuanto Giulian estuvo al lado de Sam, Mael se movió con celeridad y cortó el paso a Anastasia. Él había visto que se acercaba en actitud hostil, de modo que había decidido evitarle un mal rato a Sam.

  • Anastasia, todos aquí hemos perdido a alguien, de manera que no solo lamentamos lo sucedido a Casander, sino que entendemos tu pena
  • Esa…  --  pero se detuvo por dos razones, la primera que Mael había aferrado su brazo con poca delicadeza, y la segunda por el peligroso brillo de los ojos esmeralda
  • Dije que podía entender tu pena, pero en ningún caso voy a permitir que te acerques a ella para insultarla  -- advirtió con voz helada
  • ¡Ella es la causante de todas nuestras desgracias!
  • Aun suponiendo que así fuera, y no es, te aseguro que, si haces una tontería, no tendré ningún problema en sacarte del camino, y si tienes alguna duda al respecto, te sugiero informarte mejor acerca de quién soy y de lo que soy capaz

Dicho esto, la soltó y le dio la espalda para acercarse nuevamente al grupo que ya despedía de los Lèbedev.

  • Él siempre te amó, Samantha  --  dijo la llorosa madre de Casander  -- y lo demostró hasta el último momento.

Sam había sentido como el cuerpo de Giulian se tensaba al oír aquello, pero en ese momento no podía preocuparse por los celos de su esposo, Casander estaba muerto y era su culpa, Kenny estuvo a punto de morir, y era su culpa. Se sentía terriblemente mal, solo quería llegar a su casa y estar sola. De modo que cuando llegaron, se encerró en el estudio y nadie la molestó, porque todos entendían cómo debía estarse sintiendo.

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Había pasado más de una semana del ataque al hospital. Todavía el mundo Arzhvael se preguntaba las razones para aquella cruel, sangrienta e inexplicable agresión.

Lo ocurrido logró crear el ambiente de zozobra que en opinión de Dan, estaban buscando sus artífices. Pero lo más preocupante, era que la gente había comenzado a susurrar el nombre de Samantha Douglas, relacionándolo estúpidamente con Nurión. Así las cosas, Peter se reunió con el Consejo Arzhaelí y les participó que pensaba hacer una declaración pública acerca de lo que en realidad estaba pasando. Los Arzhaelíes habían estado de acuerdo e Iván fue designado por Eowaz para que asistiese con Peter a la rueda de prensa y aclarase las posibles dudas.

A Iván no le entusiasmaba nada esa idea, sus anteriores contactos con la prensa no habían sido gratos y dudaba que eso fuese a variar.

  • Debes hacerlo, pronto asumirás la dirección de la Orden, de modo que va siendo hora que te hagas cargo de todo  --  le dijo Eowaz

Aunque Iván era consciente de que Eowaz había estado preparándolo para aquello, era algo de lo que no habían vuelto a hablar y ciertamente seguía sin sentirse apto para ello.

  • Lo estás Iván, lo estás  -- le aseguró Eowaz antes de dejarlo marchar

Afortunadamente el asunto no había ido tan mal. Peter le informó a la comunidad Arzhvael por medio de un comunicado del que también hizo entrega a la prensa, que el responsable de los eventos recientes era Mikael O’Neill, el hijo de Bastian. Esto por supuesto generó toda clase de especulaciones, había desde los que creían que el Presidente del Consejo de Estado se había vuelto loco, hasta los que aseguraban que decía aquello solo para encubrir al verdadero agresor, y muchos seguían desconfiando de la sangre O’Neill de Samantha debido a los rumores que se habían filtrado con relación a su actuación en el Hospital.

Por otro lado, Sam no estaba muy contenta consigo misma por la forma como había empleado sus poderes, pensaba que se había excedido y que LUGH tenía razón al asegurar que no era capaz de dominar sus sentimientos. Los miembros de su familia no le habían tocado el tema, pero ella sabía que en cualquier momento lo harían, porque de no haber sido por Armel y Mael probablemente los hombres a los que había encerrado, ahora estarían muertos. No es que sintiera especial simpatía por ninguno de ellos, pero ella no era una asesina, y se había dejado arrastrar por la ira y el dolor, y ahora sentía un gran peso del que no sabía cómo deshacerse.

Desde los sucesos del hospital, Giulian estaba viviendo su infierno particular. La imagen de Sam llorando sobre el cuerpo de Kenny, se empeñaba en torturar su mente. A muy duras penas había logrado hacer a un lado las sospechas que había albergado después de la noche de año nuevo, y ahora esto. Necesitaba desesperadamente confirmar o negar aquello, pero sentía un miedo atávico a lo que pudiera suceder.




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