Anne tardó dos semanas en recuperarse, pero a diferencia de Giulian, a ella la dejaron ir antes para que terminase de reponerse en su casa. De modo que ese año, y aunque había sido retrasada por la estadía de Anne en el hospital, ni Peter ni ella pudieron asistir al cumpleaños de Vladimir, aunque bien mirado era mejor así, porque si esas celebraciones eran un peligro para los que estaban perfectamente sanos, definitivamente no eran lo más apropiado para alguien convaleciente.
Ese día y apenas había despuntado el alba, la casa de los Natchzhrer McKenzie se vio invadida por las pequeñas criaturas. Los primeros en llegar habían sido Dreo y los gemelos, haciendo que Aderyn gimiese interiormente, pero Danny no se quedó a escuchar sus quejas y casi arrolló a Giulian que venía con su séquito habitual. Elijah, Brendan y los gemelos pasaron como una exhalación hacia las escaleras, mientras que las trillizas como eran mucho más pequeñas y Gemdariel venía en brazos de su padre, lo hicieron con un poco más de calma ayudadas por el paciente Nathaniel.
Mientras desayunaban llegó Jonathan con sus hijas, que igualmente ignoraron a sus tíos y corrieron escaleras arriba, aunque Aria se quedó muy atrás, porque era más pequeña y menos veloz que su hermana mayor, pero cuando la niña iba a mitad de las escaleras, apareció Elijah quien la ayudó a terminar de subir.
Tanto Gail como Giulian y Jonathan la miraron sorprendidos, porque normalmente Aderyn no era tan ácida, y si Gail no hubiese estado positivamente seguro que no podía estar embarazada, lo habría creído. Pero en realidad Aderyn lo que estaba era preocupada por su hermano menor, que según lo que le había dicho Peter, se negaba a hacer nada por arreglar las cosas con Anastasia.
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Armel por su parte y después de los primeros dos días en los que había permanecido en estado de semi inconsciencia, se había recuperado con bastante rapidez. El día que Mael había llevado a Enid, él ni se había enterado, aunque ella no se había movido de allí desde que había llegado. Daira e Iván que habían pasado varias veces por la habitación, la primera se había sorprendido mientras que el segundo se había alegrado mucho de ver a la elfa a quien conocía desde niña, y sobre todo de verla bien después de los acontecimientos de Velalaika. Pero ninguno de los dos pudo evitar notar la angustia y el interés de la chica, así que a Daira le tomó muy poco tiempo darse cuenta de lo que estaba sucediendo y se alegró de veras por Armel y por sí misma, porque esperaba que así Jonathan dejaría de amargarle la existencia cada vez que Armel estaba cerca. Mientras que a Iván le llevó algo más de tiempo por su proverbial discreción y respeto hacia la privacidad ajena.
Al amanecer del tercer día, cuando Armel despertó por primera vez con plena consciencia, lo primero que vio fueron los ojos azules de Enid.
En un primer momento se sintió confundido y le tomó unos segundos ubicarse, cuando los recuerdos estuvieron en su sitio, hizo un inventario sensorial comprobando que aparentemente tenía todo en su lugar, de manera que elevó una mano hasta el rostro de la chica.
Armel juntó las cejas, porque ciertamente no era eso lo que quería escuchar, pero decidió no insistir y en ese momento entraron unas Nyrs para atenderlo y Enid abandonó la habitación. Estaba recostada de la pared con los ojos cerrados y sintiéndose tonta cuando escuchó una voz conocida.
Sin embargo, y aunque para Mael estaban claras las razones, él era la discreción en pasta, de modo que dijo lo único posible en esas circunstancias.
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Editado: 29.01.2023