Cap. 38 En camino

Mientras se precipitaban hacia el cuarto de los niños, Dan envió un urgente mensaje a los demás, y de inmediato los arzhaelíes comenzaron a aparecer y se sumaron al registro del Castillo. Sin embargo, cuando Mael había llegado y había comprobado que Elijah había desaparecido junto con los gemelos, estuvo seguro de por qué y a dónde habían ido. No obstante, colaboró con la frenética búsqueda en la que estaba incluido desde el más insignificante armario, hasta el último rincón de los jardines.

Para Giulian fue como si el mundo repentinamente hubiese dejado de girar. A pesar de que quería moverse, las piernas no le obedecían, y su cerebro parecía que había dejado de mandar sus impulsos eléctricos. Amy parecía a punto de sufrir un colapso y lo único que había alcanzado a hacer era llevarse las manos al pecho. Después de todas las comprobaciones, Danny llamó a Crappy para interrogarla.

• Crappy  --  dijo tratando de no alterarla más --  Dime exactamente qué paso

La nisser, se retorcía las manos y ofrecía un aspecto lamentable.

• Terminé de vestir a los gemelos y estaba recogiendo los juguetes cuando los niños ya no estaban.
• A ver, ¿no notaste nada extraño? Una luz, una sombra, un ruido, cualquier cosa  --  preguntó Danny
• No amo, después fui a la habitación del niño Elijah porque pensé que podían estar allí, pero tampoco

Giulian sintió que caía en un pozo muy oscuro. Sumarle esta nueva desgracia al ya muy doloroso hecho de la desaparición de Sam, equivalía a hundir más el puñal en una herida ya de por si mortal. Sus piernas dejaron de obedecerle y de no haber sido por Gail, habría caído directo al piso. Su cerebro se desconectó en un desesperado intento del organismo por proteger su salud mental.

La desesperación se apoderó de todos. Amy se desplomó al igual que Giulian, porque ya no podía soportar más aquella pesadilla.

• Berserker  --  dijo Garlan  --  Iwerd está…
• Olvídalo  --  lo interrumpió él
• ¿Qué? ¿Acaso perdiste el juicio? La Niña…
• Esperaremos hasta que Elijah regrese  --  dijo interrumpiéndolo de nuevo

Si no lo hubiesen estado escuchando y viendo con sus propios ojos, ninguno de los presentes lo habría creído posible, y de hecho consideraron la posibilidad de que en realidad Mael estuviese muy mal, porque después de todo, llevaba ya diez días sin descanso alguno. Pero lo cierto era que Mael estaba cansado, era verdad, pero perfectamente consciente de lo que hacía y decía, solo que no quería enfrascarse en una discusión acerca de su certeza.

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Anne y Peter estaban viviendo un muy mal momento también. En el pasillo del hospital y custodiados por varios krigers, esperaban noticias de Anastasia mientras trataban de distraer a los niños. Aelig lloraba porque quería ver a su madre, Eurielle lloraba también mientras que Iker, que no entendía nada, lloraba al ver llorar a sus hermanas. Sumada a esa angustia, estaba la que les había dejado Danny al salir precipitadamente diciendo que los niños habían desaparecido y sin especificar a qué niños se estaba refiriendo. Después de lo que les pareció una eternidad, salió el Läkare que atendía a Anastasia.

• ¿Y bien?  --  preguntó Peter al ver que el hombre no hablaba
• Necesitamos hablar con el padre del bebé  --  dijo el hombre, con lo que les removió un dolor aun muy vivo
• Eso no se va a poder  --  dijo Peter  --  de momento mi hijo no está aquí, así que por favor dígame a mí lo que haya que saber, por favor
• Lo siento mucho, pero no hay nada que podamos hacer  --  dijo el Läkare con cara de verdadera pena
• ¿Cómo dice? ¿Qué es lo que no pueden hacer? ¿Acaso el bebé…?
• No, no se trata de eso, sino que el organismo de la joven ya estaba muy deteriorado.
• ¿Pero…por qué? No entiendo --  insistió Peter
• Lo lamento, pensé que lo sabían. Verá, antes de que la pasasen a la sala de partos, recuperó brevemente el conocimiento y me informó que el Läkare que la atendía le advirtió que no debía continuar con el embarazo, ya que difícilmente alcanzase siquiera a llegar a termino
• Pero es una arzvhael, esto no es posible  --  dijo Anne
• Podemos vivir indefinidamente, señora McKenzie, pero no somos inmortales, y muy a nuestro pesar, en contadas ocasiones podemos contraer enfermedades que no tienen cura conocida. Siempre hemos pensado erróneamente que solo tenemos dos formas de morir, o bien por veneno de Midgard o por decapitación, pero subestimamos el hecho de que nuestros organismos pueden sufrir deterioros causados por otros agentes y más si estamos predispuestos como es el caso de la señora McKenzie  --  hizo una pausa y agregó  --  Según la información que nos proporcionó, hace alrededor de tres años fue mordida por una Verpleer, es una pequeña serpiente muy poco conocida y que solo habita en Asia oriental, y es hasta donde sabemos, una pariente lejana de la conocida Midgard. En teoría, y aunque no hay antídoto conocido para su veneno, usualmente este es atacado por nuestro sistema inmune y desaparece sin causar mayores daños, pero en el caso que nos ocupa, el mencionado sistema ya estaba dañado por una condición genética, de manera que no actuó contra el veneno y este ha ido minando sus órganos, y eventualmente iba a morir, pero el embarazo aceleró el proceso.