Arzhvael (libro 6. Los Cinco Elementos)

Cap. 41 ¿Tregua?

 

Sam estaba pensando en cómo responderle a Gail, cuando Mael se detuvo extendiendo un brazo para hacer que Giulian lo hiciese también.

  • Atentos, algo se acerca -- estaba advirtiendo Iván al grupo

Se distribuyeron de forma que todos apuntaban a un punto diferente, ya que no sabían por donde los atacarían. Unas formas oscuras comenzaron a verse, y aunque inicialmente pensaron que se trataba de las Sombras, les quedó claro que no era así, porque de pronto saltaron sobre ellos.

  • ¡ASFAT!
  • ¡NEILLTUWYD!
  • ¡GERESERVEERD!
  • ¡AVASTES!

Los rayos volaban en todas direcciones, pero no parecían causar mucho daño. De pronto Sam se vio arrojada al piso por un gran peso y sintió algo que pasaba por encima de ella, trató de desembarazarse y se dio cuenta de que era Will.

  • Lo siento, te iba a atacar por la espalda.

Se levantaron y siguieron atacando a aquellas criaturas. Sam sintió un dolor punzante en la espalda y pensó que uno de los conjuros la había alcanzado. Se volvió y vio con horror que Danny había caído y a Mael correr hacia ella mientras Garlan la asía por un brazo, pero él sangraba mucho y no sabía exactamente por donde.

  • Mi señora  --  escuchó que le decía Alseides  --  Luz Solar.

De entrada no entendió ¿Luz Solar?

  • Son Nébiros [1]  --  volvió a hablar Alseides  --  criaturas de la oscuridad y solo la luz solar puede ahuyentarlos
  • Conjuren Luz solar  --  les advirtió a todos olvidándose del dolor que estaba experimentando
  • ¡LIG DIELLI!  --  lanzaron Iván, Will y Dan
  • ¡AREVY DITRË!  --  dijeron  Amy y Armel
  • ¡GLANZ ISIGI!  --  apuntaron Daira, Aderyn y Jonathan
  • ¡VORBIL SLUNECNI!  --  exclamaron Elar, Gail y Diandra
  • ¡EADROM SOLLIS!  --  dijeron Giulian y Kenny
  • ¡LUMINA AURINKO! --  lanzaron Sm y a duras penas Garlan
  • ¡ARGIA ÍLIOS!  --  apuntaron Mael y Alaric

Cuando hubo suficiente claridad, las figuras comenzaron a desaparecer, pero no podían dejar de lanzar los conjuros o aparecerían de nuevo. Dan, Giulian y Will hicieron una hoguera que los rodeara para que no se acercaran, pero el fuego no los detenía y Sam entendió por qué Bennu no los ahuyentaba.

  • Señora  --  dijo Equus  --  Puedo ofrecerte un refugio cerca. Mantengan la luz y traten de seguirme.

Sam les comunicó el mensaje a todos y comenzaron a seguir a Equus sin dejar de lanzar los conjuros de luz.  El avance no estaba siendo sencillo, Danny estaba inconsciente y Garlan apenas si podía caminar. No sabían cuanto llevaban andado, pero de pronto estaban en un lugar diferente, y sobre todo y más importante, sin los Nébiros.

Iván que llevaba a Garlan, y Gail a Danny, los colocaron en el piso para examinarlos, mientras los demás se acercaban con preocupación, pero Sam se alarmó cuando vio que todos tenían manchas de sangre en uno u otro lugar. Caminó hacia Giulian, pero sintió que todo le daba vueltas. Mael la sostuvo, pero ella sentía que seguía cayendo.

  • ¡Papá!  --  le girtó el chico a Iván y éste desvió su atención de Garlan y lo miró a él  -- ¡La Nena está herida!  --  Sam escuchó la voz de Mael muy lejos y todo se volvió oscuridad.

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Sam intentaba abrir los ojos, pero los sentía muy pesados. Escuchaba voces, pero parecían venir de muy lejos. Escuchó que alguien mucho más cerca, hablaba con brusquedad.

  • ¿Qué haces aquí?
  • Solo quiero saber cómo está.
  • Eso no es asunto tuyo. ¡Largo!

Volvió a caer en la oscuridad, el vacío y el silencio, pero la discusión que se había iniciado entre Giulian y Kenny continuó.

  • No eres tú el único aquí que se interesa por ella  --  dijo Kenny
  • Pero entre tú y yo, soy yo el que tiene ese derecho. ¡Fuera!  -- exclamó Giulian con ira contenida
  • ¿Por qué? ¿Porque es tu esposa, porque la amas?  Pues tengo noticias para ti, yo también la amo, y eso me da el derecho a preocuparme. Y entérate de que permaneceré tan cerca de ella como me sea posible te guste o no.  --  le contradijo Kenny.

Giulian lo miraba incrédulo y por primera vez consideró seriamente matarlo, el muy desgraciado lo estaba pidiendo a gritos. Giulian había permanecido sentado al lado de la cama de Sam, pero al escuchar lo que el idiota estaba diciendo, se levantó impulsado por la ira y se le fue encima, solo que, a diferencia de la vez anterior, Kenny estaba preparado.

  • ¡STAD!  -- un rayo salió disparado hacia su pecho, y le impidió avanzar
  • ¡Eres un maldito infeliz!  --  le gritó Giulian con furia y lo apuntó con su Gwialen  --  ¡GETREF!
  • ¡ARAIS!  --  se defendió Kenny
  • ¡DIOGELU!  --  reaccionó apenas con tiempo, porque su rayo venía de vuelta
  • No me provoques, Cornwall  --  dijo Kenny con una sonrisa




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