Arzhvael (libro 6. Los Cinco Elementos)

Cap. 45 Despertar

 

Samantha caminaba por un sendero desconocido, pero no sentía miedo, algo le decía que ese era un lugar seguro. El paisaje cambió y se encontró en un campo lleno de flores que le recordó el lugar donde había pasado los primeros años de su vida.  Se dedicó a caminar entre ellas hasta que una voz la sobresaltó.

  • No deberías estar aquí.
  • Ya lo sé  -- dijo ella reconociendo la voz  --  Solo quería morir, pero no esperaba encontrarme en un lugar así después de muerta.
  • Muchas veces conseguimos lo que queremos, pero resulta no ser lo que esperábamos.

Guardaron silencio por un largo rato.

  • Ahora todo me parece tan inútil, tanta muerte, tanto sufrimiento, Will está muerto por mi arrogancia, Giulian… ¿Y todo para qué?  --  finalizó con un grito de enorme dolor
  • ¿Para tener un mundo mejor tal vez?  --  dijo su acompañante con suavidad
  • Un mundo cuyos habitantes quieren destruir --  dijo con resentimiento
  • Creo que estas siendo un poco dura al generalizar. ¿Tú deseas destruirlo?
  • No, claro que no
  • ¿Tu familia? ¿Tus amigos?
  • No, tampoco ellos.  --  dijo irritada
  • Entonces no todos quieren destruirlo. Debes recordar que toda la vida es una dualidad, los pares de opuestos son el sello que marca al mundo. Tenemos dos ojos, dos oídos, dos manos, dos pies, dos hemisferios cerebrales, eso ejemplifica la dualidad, pero los opuestos también. Así como hay luz hay oscuridad, hay día y hay noche, sueño y vigilia, placer y dolor, hay bien y hay mal. Debemos aprender a vivir aceptando esa realidad.

Volvieron a guardar silencio.

  • Dime algo, ¿Sabes qué es la oscuridad?  -- preguntó él

Ella lo pensó un momento y se dio cuenta que al igual que todo el mundo, sabía lo que era, pero no sabía cómo explicarlo. Sin embargo, respondió lo único que se le ocurrió.

  • Pues cuando no puedes ver nada por falta de luz.
  • Exactamente   --  dijo él complacido  --  La oscuridad solo es la ausencia de la luz. Del mismo modo que el odio, es la ausencia del amor.
  • ¿Qué tiene que ver todo eso con lo que hablábamos antes?
  • Mucho. Siempre habrá quien sienta odio y desee destruir el mundo, pero también siempre habrá personas con suficiente amor que deseen salvarlo.
  • ¿Eso significa que esto no se va a terminar nunca?
  • Significa que el mundo seguirá siendo mundo, y por cada persona que odie, siempre habrá una que ame. Los pares opuestos.

Se detuvieron bajo la sombra de un árbol.

  • Siempre creí que cuando uno moría los sentimientos se dejaban atrás.
  • Lo que llamamos muerte, como deberías recordar, es solo un cambio en el estado de la energía. Al cambiar el estado vibratorio, se dejan de percibir los sentimientos de la forma en que se perciben mientras la energía está desacelerada. De modo que no es que dejen de existir, sino que cambian según el estado de la energía.
  • Entiendo eso, pero entonces ¿por qué sigo sintiendo dolor?
  • Muy sencillo, porque el estado de tu energía no ha cambiado. Es decir, sigues viva --  y ella lo miró asombrada
  • Pero… entonces… este lugar…
  • Es solo un lugar. Probablemente uno al que deseabas venir, algún recuerdo de tu vida.

Recordó que eso fue lo primero que pensó cuando se vio allí. En ese momento otra figura entró en escena.

  • Saludos, Myrddhin  --  dijo la recién llegada  
  • Saludos, mi Señora  --  contestó el anciano
  • Hiciste una buena elección, tu heredera cumplió con el objetivo.
  • Lo que concede más tiempo para que la humanidad recapacite y se una en la lucha por el bien común.

Sam escuchaba aquella conversación y se sintió como una marioneta. ¿Había sido utilizada para la consecución de un fin? ¿Giulian y Will habían muerto por conseguir algo más de tiempo?

  • No, no es así. Recuerda que tenías la potestad de hacerlo o no  --  dijo la mujer  --  Aunque poseo el don de vaticinar el futuro, éste siempre será incierto, porque para todo siempre habrá dos opciones. Las cosas pueden ser o no ser, todo dependerá de la decisión que se tome. Tú tomaste la tuya, nadie te obligó, yo te ofrecí una salida, pero tú decidiste continuar.

Aquellas palabras se le clavaron en el corazón, pero ella tenía razón, había sido su decisión continuar. Había sido su decisión dejar a Giulian a merced de aquel asesino. Sintió el dolor de la culpa en toda su intensidad.  Quería dejar de pensar, dejar de sentir ese dolor, quería que todo terminara de una vez.

  • Myrddhin  --  dijo mirando a su ancestro y a Isalfar  --  Ya cumplí con mi tarea. ¿No pueden ustedes concederme el deseo de terminar con todo esto?  --  dijo con desesperación.
  • Mi misión es dar vida, no quitarla  --  dijo Isalfar mirándola fijamente, y aunque no parecía molesta, Sam tuvo la desagradable sensación de haberla ofendido  --  Otra de las cosas que me han sido confiadas, es conservar el equilibrio entre la naturaleza y el ser humano. Antiguamente estos vivían en armonía con su entorno, el hombre mataba para sobrevivir, ahora lo hace en la búsqueda de poder, dinero o para dar rienda suelta a instintos naturales que tienen reprimidos. En medio de su arrogancia, ha pretendido y creído que puede dominar y domesticar a la naturaleza. Con tus decisiones puedes modificar los eventos, pero no cometas el error de querer modificar el curso natural de la vida.




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