Cap. 3 Comienzan la escuela

Un día normal en Averdeen está poblado de risas, gritos, ruidos de cosas que se rompen y ajetreo general. Pero hoy es un día especial y hay más gritos y carreras que de costumbre. Hoy es 1° de febrero, y el gran acontecimiento es que Brendan y Elijah comenzarán su primer año en Develieng.

• ¡Por los Tesoros del Gran Druida, niños dense prisa!
• Déjalos en paz hombre no es tan tarde  --  dijo Dan

Los gemelos aterrizaron limpiamente sobre la alfombra después de saltar desde el piso superior

• Estoy cansado de decirles que no hagan eso  --  dijo Giulian con resignación
• Y nosotros cansados de decirte que es más rápido, papá  --  contestó Derian

Iván y Dan ahogaron la risa y miraron hacia otro lado. En ese momento hicieron su escandalosa entrada Eve, las trillizas y Nat.

• Papi ¿por qué no podemos ir nosotras?  -- preguntó Galadriel
• ¡Ja! Si no podemos ir nosotros  --  contestó Darien  --  mucho menos ustedes  -- completó Derian
• No se los estamos preguntando a ustedes  --  dijo Gamariel
• Pero igual es verdad  --  replicaron ambos

Aquellos individuos tenían la odiosa manía de hablar al mismo tiempo, pero era algo que no solo hacían ellos, sino las trillizas también, de modo que Iván y Dan sonrieron con cierta nostalgia al recordar como Giulian y Vlad solían hacer lo mismo, y con un poco más de alegría a Sam y a Danny que aun lo hacían.

• ¡Basta!  --  exclamó Giulian  --  Cállense todos. Ya les hemos explicado la razón, y no quiero oír más discusiones al respecto ¿de acuerdo?

Por las miradas de rebeldía de todos se notaba que no estaban en lo absoluto de acuerdo. Sin embargo, ellos sabían cuando debían callar en beneficio de la propia salud.

• Ya estoy listo, papá  --  dijo Brendan
• Ya era hora  --  dijo éste  --  ¡Sam!
• Aquí estoy, no es necesario que me grites  --  respondió ella
• ¿Y dónde demonios están Mael y Elijah?  --  preguntó él
• Hace rato que están en el jardín  --  dijo Elar

Brendan se estaba despidiendo de Amy, Elar y de sus hermanos cuando entraron Mael y Elijah que procedió a despedirse también. Eve y las trillizas lloraban a lágrima viva y no querían desprenderse de los chicos.

• Vamos nenas  --  dijo Brendan, porque Elijah por primera vez no se sentía con valor para decir nada --  nos veremos en las vacaciones de navidad.

Literalmente hubo que arrancarlas de sus brazos. Finalmente pudieron ponerse en marcha, pero Elijah sentía que le dolía el corazón. Cuando llegaron al puerto ya se veía alumnos corriendo de un lado para otro, despidiéndose de sus padres o saludando a los compañeros.

Los niños miraban todo con los ojos muy abiertos, pero se llevaron una gran sorpresa al ver aparecer a sus tíos y se sintieron muy emocionados al verlos allí. Llegó la hora de marchar y comenzaron las apresuradas despedidas.

• Espero que tengan un buen curso  --  les dijo Diandra
• En Develieng hay excelentes bibliotecas, pero si necesitan cualquier información extra, solo avísenme ¿bueno?  --  recomendó Aderyn
• Cuídense de los Nemhain  --  advirtió Gail
• ¡Gail!  --  dijeron varias voces airadas
• No le hagan caso a su tío  --  dijo Mael, aunque lo hizo más para que Sam quitase la cara de juez de la suprema corte que porque no estuviese plenamente de acuerdo con Gail
• Diviértanse  -- les dijo Danny abrazándolos, y tratando de que nadie lo escuchara  --  pero háganle caso a Gail.
• Si se van a meter en líos recuerden…  --  estaba diciendo Dan mientras les daba un fuerte abrazo
• ¡Papá!  --  exclamó Sam y no se enteró de nada más

Y por suerte para Jonathan, ella no vio que les daba algo mientras se despedían o podría haberle ido muy mal. Cuando les llegó el turno de despedirse de sus padres, sintieron un nudo en la garganta. Habían estado muy emocionados de ir al colegio, pero la angustia de separarse por primera vez de sus padres, se dejó sentir en ese momento. Brendan abrazó a su madre parpadeando furiosamente para retener las lágrimas, mientras que Sam lloraba sin disimulo, y cuando lo hizo Elijah, en realidad sintió que el corazón iba a partírsele a la mitad. Normalmente Eli era juicioso, centrado y muy calmado, pero ante la perspectiva de la separación, decidió que definitivamente no estaba preparado y las lágrimas se deslizaban desde sus hermosos ojos esmeralda, pero finalmente se refugió en brazos de su padre en un vano intento porque su madre no viese las copiosas lágrimas.

• Cuídense mucho ¿de acuerdo?  --  les dijo Sam un poco después cuando logró encontrar su voz  --  Voy a extrañarlos.
• Yo también, mamá  --  dijo Brendan con los ojos nublados también
• A ver  -- dijo Giulian apartándolo de Sam  --  Que tengas un buen curso y…