El año se había ido a la velocidad de la luz y los arzhaelíes estaban desesperados porque llegase el día en el que los niños volvían, porque ese año había sido especialmente difícil, ya que habían estado en diferentes misiones debido a una inusitada actividad sospechosa en diversos puntos del planeta.
Para las vacaciones de Valborgsaften, no habían podido ir a casa por lo que no habían podido ver a sus hijos, siendo Anne, Peter y Enid quienes se hiciesen cargo de éstos, para especial alegría de las gemelas Haider que se sentían como si les faltase un brazo o una pierna sin los gemelos Douglas. De manera que era justificada la urgencia de los padres de las criaturas, porque llegase el día de ir por ellos a la terminal.
La noche previa al regreso, se habían reunido muy contentos, porque habían recibido el informe escolar y no sabían a que Dios agradecerle el milagro de que fuera de Brendan y Elijah de quienes ya se lo esperaban, todos los demás hubiesen aprobado los exámenes, ya que las veces que volvían a casa se encontraban con un indecente montón de sobres con notificaciones de diversos castigos que le habían sido impuestos por sus desastrosas conductas.
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Giulian jamás en la vida despertaba temprano, pero desde que había sido padre, su relación con la cama se le había complicado mucho, porque cuando no era uno era otro o todos al mismo tiempo, pero sus hijos parecían decididos a impedirle el sueño. Sin embargo, el día que debían ir por los niños cuando las trillizas entraron a la habitación con su habitual escándalo, se sintieron sumamente decepcionadas, porque su papi no estaba donde debía estar, de modo que bajaron y lo encontraron en el salón caminando de un lado a otro. Por supuesto en cuanto vio a sus princesitas se detuvo y se inclinó para recibirlas en brazos.
Sin embargo, y aunque eso era cierto, Giulian se pasó la mañana como león enjaulado y hacia las tres le metía prisa a Samantha.
Dicho esto, abandonó el salón dejando a Giulian de un humor pésimo, pero el mismo se le pasó casi enseguida cuando sintió la manito de Gema en la suya, así que la alzó y fue a sentarse con ella.
Giulian sintió que el corazón se le derretía al tiempo que una conocida punzada de dolor se clavaba en su pecho, algo que sucedía cada vez que su hija parecía fijar sus ojitos en los suyos como si pudiese verlo. Giulian la besó y luego la estrechó contra sí acunándola en sus brazos por largo rato.
Finalmente llegó la hora de ir por los chicos y Giulian casi arrastró a su mujer siendo ellos los primeros en llegar, pero él no prestó atención a las protestas de Sam y se pasó todo el rato caminando de un lado a otro hasta que vieron aparecer el Skip. Giulian a pesar de su considerable altura, estaba estirando el cuello para localizar a sus hijos cuando escuchó a Daira que hablaba con Amy.
Y como cabía esperar las arzhaelíes tenían razón, porque no solo venían rodeados de niñas, sino precedidos del más nutrido y escandaloso grupo de niños. Dos Ansvarigs intentaban en vano poner algo de orden al numeroso grupo, pero parecieron llegar a la conclusión de que ya no valía la pena, se habían pasado todo el año tras aquellos delincuentes y ya era hora de que sus padres se hiciesen cargo, de modo que se giraron y los dejaron.
Eurielle corrió hacia Kenny mientras que Lizzy corría hacia Jonathan, y Sasha hacia un emocionado Urs. Los chicos en cambio parecían no tener ninguna prisa, y aunque Elijah y Brendan caminaban más rápido intentando abrirse paso, fueron retenidos por varias jovencitas que hacían fila para despedirse de ellos. Con las cosas así, Giulian se giró hacia Daira y Amy con una sonrisa de desmedida satisfacción en los labios.
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Editado: 22.03.2023