Arzhvael (libro 7. La Argolla Mágica)

Cap. 26 Analizando

 

Mael se había negado obstinadamente a ser colocado en una habitación, de modo que, para evitar más conflictos, Iván le había permitido quedarse junto a Samantha y a Elijah que seguía inconsciente, pero al menos aceptó quitarse el uniforme que estaba hecho una pena y Daira lo ayudó a asearse un poco antes de permitir que los niños entrasen a verlos.

Iván había pensado dejar entrar a las trillizas en primer lugar, pero las niñas le cedieron su puesto a los gemelos y a Brendan, porque eran los que estaban más desesperados por ver a su madre, pero antes de entrar, Brendan se detuvo y miró a Alex.

  • Ven con nosotros

El chico se puso de pie de inmediato, pero antes de moverse miró a Iván que le sonrió y le hizo un gesto de asentimiento. Los cuatro niños se acercaron a la cama y a Giulian le dolió el corazón, porque, aunque ya les habían dicho a los pequeños que Sam estaba fuera de peligro y recuperándose, los cuatro tenían los ojos llenos de lágrimas y en el caso de los gemelos aquello era por demás insólito. Si bien todos sabían que Brendan era hipersensible, aquel par de muchachitos casi habían dejado las lágrimas en la cuna. Mientras Brendan sujetaba una mano de Sam y acariciaba sus cabellos, Darien había escondido el rostro en el pecho de su madre y lloraba con desconsuelo, en tanto que Derian y Alex si bien también estaban llorando, lo hacían con menos intensidad que Darien.

  • Va estar bien, niños  --  dijo Iván, porque la voz de Giulian se encontraba bloqueada por un sólido muro de lágrimas atravesado en su garganta

Cuando se calmaron un poco, los niños se acercaron a Mael y con tanta delicadeza como les fue posible lo abrazaron.

  • Gracias padrino  --  dijo Darien
  • ¿Por qué?  --  preguntó él
  • Dan y tío Gail nos contaron lo que hiciste y cómo acabaste con esos asquerosos bichos para proteger a mamá  --  dijo Derian y Mael le sonrió alborotándole el cabello
  • Espero que algún día me enseñes a manejar el arco como lo haces tú, tío  --  le dijo Alex
  • Claro  --  le dijo él  --  pero Urs también es muy bueno
  • Nadie es mejor que tú, padrino  --  dijo Brendan

Mael les sonrió y después de eso abandonaron la habitación permitiéndole a los demás entrar un momento, pero si bien la mayoría se contentó con acercarse y darles un beso luego de asegurarse que estaban bien, eso habría sido mucho esperar en el caso de la señorita McKenzie que como de costumbre la emprendió en contra del desventurado Mael y obviamente no sustentaba la misma opinión de los hermanos Cornwall.

  • ¡Eres un estúpido infeliz!  --  exclamó la niña y él gimió internamente preguntándose por qué razón ella lo consideraba culpable de todos los males existentes
  • Lo lamento, señorita Elizabeth, le aseguro que hice todo lo posible por…
  • ¡Por lo único que hiciste todo lo posible, fue por intentar que te destrozaran, cretino!

Mael tardó unos segundos en registrar la posible implicación de lo que la niña estaba diciendo, pero quiso asegurarse.

  • ¿Debo entender que estaba preocupada por mí?
  • Lo que debes entender es que no debes dejarte apalear estúpidamente por ningún asqueroso bicho
  • Bien, me queda claro entonces que la única que puede hacerlo es usted

Giulian, Iván, y Jonathan que había entrado con sus hijas, estaban haciendo su mejor esfuerzo por no reír, aunque Jonathan no se esforzaba mucho en realidad.

  • ¿Te parece gracioso?  --  preguntó Lizzy con ira a Jonathan
  • ¿Quieres dejar de gritar, Lizzy?

Esto fue dicho por Elijah y todos se giraron a ver al niño y Aria corrió hacia la cama, pero cuando Mael se puso de pie para hacer lo mismo, Lizzy lo miró en forma amenazante.

  • ¡Quédate donde estás!  Nadie ha dicho que puedas moverte aún, necio  --  y él encontró más prudente obedecer
  • Nos diste un gran susto, Eli  --  le estaba diciendo Aria en ese momento

Elijah miraba a su alrededor, porque se había despertado en la creencia de que estaba en su casa y tardó algunos segundos en ubicarse y en recordar.

  • ¡Mamá!  --  exclamó incorporándose en la cama
  • Tranquilo, ella está bien  --  le dijo Iván
  • Quiero verla  --  insistió, de modo que Iván se hizo a un lado para que el niño la viese, pero eso no lo convenció  --  ¿Bien?  --  preguntó al verla en la cama
  • Sí hijo, estoy bien  --  escucharon que decía Sam

Como Giulian sabía que, si Elijah había recuperado el conocimiento, Samantha también o estaba por hacerlo, él se había acercado a la cama y le tenía sujeta la mano.

  • Bienvenida princesa  --  le dijo dándole un beso en la frente

Después de eso, Iván le permitió a Elijah levantarse y acercarse a su madre, mientras que los demás abandonaron la habitación después de saludarla.

  • Me diste un gran susto, mami -- dijo Elijah
  • Lo siento amor, pero son cosas de trabajo  --  le dijo ella acariciando su mejilla




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