Mael se había negado obstinadamente a ser colocado en una habitación, de modo que, para evitar más conflictos, Iván le había permitido quedarse junto a Samantha y a Elijah que seguía inconsciente, pero al menos aceptó quitarse el uniforme que estaba hecho una pena y Daira lo ayudó a asearse un poco antes de permitir que los niños entrasen a verlos.
Iván había pensado dejar entrar a las trillizas en primer lugar, pero las niñas le cedieron su puesto a los gemelos y a Brendan, porque eran los que estaban más desesperados por ver a su madre, pero antes de entrar, Brendan se detuvo y miró a Alex.
El chico se puso de pie de inmediato, pero antes de moverse miró a Iván que le sonrió y le hizo un gesto de asentimiento. Los cuatro niños se acercaron a la cama y a Giulian le dolió el corazón, porque, aunque ya les habían dicho a los pequeños que Sam estaba fuera de peligro y recuperándose, los cuatro tenían los ojos llenos de lágrimas y en el caso de los gemelos aquello era por demás insólito. Si bien todos sabían que Brendan era hipersensible, aquel par de muchachitos casi habían dejado las lágrimas en la cuna. Mientras Brendan sujetaba una mano de Sam y acariciaba sus cabellos, Darien había escondido el rostro en el pecho de su madre y lloraba con desconsuelo, en tanto que Derian y Alex si bien también estaban llorando, lo hacían con menos intensidad que Darien.
Cuando se calmaron un poco, los niños se acercaron a Mael y con tanta delicadeza como les fue posible lo abrazaron.
Mael les sonrió y después de eso abandonaron la habitación permitiéndole a los demás entrar un momento, pero si bien la mayoría se contentó con acercarse y darles un beso luego de asegurarse que estaban bien, eso habría sido mucho esperar en el caso de la señorita McKenzie que como de costumbre la emprendió en contra del desventurado Mael y obviamente no sustentaba la misma opinión de los hermanos Cornwall.
Mael tardó unos segundos en registrar la posible implicación de lo que la niña estaba diciendo, pero quiso asegurarse.
Giulian, Iván, y Jonathan que había entrado con sus hijas, estaban haciendo su mejor esfuerzo por no reír, aunque Jonathan no se esforzaba mucho en realidad.
Esto fue dicho por Elijah y todos se giraron a ver al niño y Aria corrió hacia la cama, pero cuando Mael se puso de pie para hacer lo mismo, Lizzy lo miró en forma amenazante.
Elijah miraba a su alrededor, porque se había despertado en la creencia de que estaba en su casa y tardó algunos segundos en ubicarse y en recordar.
Como Giulian sabía que, si Elijah había recuperado el conocimiento, Samantha también o estaba por hacerlo, él se había acercado a la cama y le tenía sujeta la mano.
Después de eso, Iván le permitió a Elijah levantarse y acercarse a su madre, mientras que los demás abandonaron la habitación después de saludarla.
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Editado: 22.03.2023