Arzhvael (libro 7. La Argolla Mágica)

Cap. 37 Más problemas

 

Cuando Brendan, Elijah y Michel salieron de clase, a mitad del pasillo fueron atacados sin ningún motivo, por unos Nemhains. Se defendieron rápidamente de ellos, pero una luz de alarma se encendió en sus cerebros al notar que ninguno de sus atacantes eran sus enemigos habituales, de manera que aquello solo podía significar una cosa, querían detenerlos, la pregunta era por qué. Sin embargo, la respuesta les llegó unos segundos después, o al menos a Elijah cuando sintió a Blaidd a su lado. De modo que se dejó de delicadezas y despachó a todos en forma precisa.

  • ¡Las niñas!  --  le dijo a su hermano

A continuación, emprendieron la veloz carrera olvidándose de Michel, porque solo querían llegar lo antes posible al pasillo donde estaban las niñas, ya que sabían sin lugar a dudas dónde estaban Dale y sus secuaces.

Vladimir, Dreo y Alexander habían corrido con la misma suerte, porque apenas abandonaron el aula de Speller y Curses, ocho Nemhains les cerraron el paso. Sumamente extrañados, ya que ni Lery, Dale o Wilkes se encontraban entre ellos, se preguntaron a qué se debía aquello, pero no les dieron tiempo para pensar, porque fueron atacados. No obstante, aunque al parecer los Nemhains habían tenido en cuenta la presencia y peligrosidad de las niñas, ellas no alcanzaron a hacer nada, primero porque los varones eran muy rápidos, y segundo porque Alex tenía la curiosa costumbre de no atacar con una sola mano como lo hacía mayoría, sino que invariablemente extraía a toda velocidad tanto su Gwialen como su Athame y tenía la misma precisión con ambos.

  • ¡PROHIBERE!  --  había lanzado Dreo para protegerse
  • ¡AFLEIDEN!  --  lo había hecho Vladi con el mismo fin
  • ¡DYCHWELYD! ¡ARAIS!  --  los atacó Alex y los chicos rodaron por el piso
  • ¿Qué demonios les sucede?  --  preguntó Dreo furioso, pero ninguno de los Nemhains contestó
  • ¿Perdieron la lengua? Porque si es así, tengo algunas formas de hacerlos hablar  --  les dijo Vladi no de mejor humor

Pero como Alexander no era de los que perdía el tiempo en palabras inútiles, ya estaba apuntando de nuevo a los desdichados cuando Atenea que venía en carrera, frenó con un patinazo.

  • ¡Dreo… están atacando a las trillizas en…!  --  dijo casi sin aliento

Pero mientras Vladi se había detenido solo lo justo para sujetar las cinturas de Lizzy y Meilyr, ya los otros corrían desesperados sin detenerse a terminar de escuchar a Atenea y arrastrándola con ellos, ya que sabían perfectamente dónde estaban las niñas, porque no solo controlaban cuidadosamente sus horarios, sino porque era a ellos a los que le tocaba ir ya que estaban solo a dos pisos de donde tenían clase las niñas.

El grupo más grande, es decir, el de los dos pares de gemelos, salió de una particularmente extenuante clase de Alquimia, pero cuando iban a mitad de pasillo, sintieron más que vieron, el rayo que les acababan de lanzar por la espalda, de modo que los gemelos Cornwall empujaron a Eurielle y a Sasha al piso mientras los Douglas hacían lo mismo con Ares y Patrick que eran los que tenían más cerca, pero como no alcanzaron a avisar a nadie, dos alcanzaron a Kevin y Jean Paul. Los chicos se pusieron rápidamente de pie y mientras las niñas examinaban las heridas de los otros que por fortuna no habían sido nada serio, los demás miraban con incredulidad al grupo de Nemhains que los apuntaba y pensaron que aquellos infelices superaban en mucho a Lery y compañía, porque nadie en su sano juicio se habría atrevido a atacarlos de aquella forma conociendo las posibles consecuencias. Casi con fastidio, los dos pares de gemelos lanzaron su ataque.

  • ¡STIGEN! ¡DROKEN!  -- y el conjunto completo de Nemhains fueron elevados en el aire y luego empujados con violencia

Pero justo en ese momento, Derian y Darien sintieron la misma opresión en el pecho y una única certeza, las trillizas estaban en peligro. Sin voltear a mirar emprendieron la veloz carrera y los demás corrieron tras ellos, pero mientras corrían pensaban que tenían que darse mucha prisa, porque las niñas estaban tres pisos por encima y al mismo tiempo se preguntaban qué demonios había sucedido con Dreo y los demás que eran los que tenían que estar con ellas.

Todo lo anterior había estado ocurriendo en paralelo y los primeros en llegar al lugar de los hechos habían sido Elijah y Brendan, y fue la voz de éste la que restalló como un látigo en el pasillo.

  • ¡Quítale tus sucias manos de encima, bastardo desgraciado!

Para todos los presentes, resultó insólito escuchar a Brendan expresarse en aquellos términos más propios de Dreo Douglas que venía llegando en aquel preciso momento, pero quizá el más sorprendido era Lery, porque en sus muchos enfrentamientos, nunca le había visto aquel brillo asesino en los ojos y menos aún aquel color, de modo que recordó, con algo de retraso, de quién era hijo Brendan Cornwall Natchzhrer. Por el otro extremo del pasillo llegaban los gemelos que se habían olvidado de la precaución y en el último tramo habían sujetado a Eurielle y a Sasha alzando el vuelo y aterrizando al inicio de las escaleras, seguidos un momento después por los Douglas y un boquiabierto Ares.

  • Tienes el tiempo justo hasta que yo termine de hablar para que sueltes a mi hermana, imbécil  --  dijo Darien con ira
  • Nada me gustaría más que romperte el cuello y me estás dando un excelente motivo  --  dijo Ares
  • Suponiendo que aprecies tu vida, ni siquiera respires  --  le dijo Alex a Dale colocando el pie sobre su pecho cuando éste intentó ponerse de pie
  • Tienes cinco segundos para alejarte de ella y ya perdiste dos  --  dijo Elijah 




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