Arzhvael (libro 7. La Argolla Mágica)

Cap. 47 ¿Buenas noches?

 

Cuando Iván llegó a Averdeen aquello parecía un campo de guerra. Al parecer Sam con una muy efectiva ayuda de Elijah, había logrado tranquilizar a las trillizas, mientras que Dan, Amy y Elar se había ocupado de las demás. Sin embargo, ni siquiera Sam o Elijah habían podido hacer nada con Eve y con Lizzy que sin tener en consideración a quienes les estaban gritando, seguían vociferando improperios en contra de Mael y de su desconocida amiga. De manera que Iván manteniéndose fiel a la decisión que había tomado, sujetó a ambas niñas y desapareció de la vista de todos.

  • Pero…  --  dijo Jonathan
  • Cierra la boca, McKenzie  --  le ordenó Daira  --  seguramente Iván podrá hacer lo que nosotros no hemos podido.

Y ciertamente pudo, porque primero las dejó sin sentido y luego procedió a estabilizar sus centros nerviosos, algo que le llevó una inusitada cantidad de tiempo, entendiendo por qué nadie había conseguido calmarlas, ya que despiertas habría sido imposible. Por un momento consideró la posibilidad de suprimir el recuerdo, pero aquello habría servido de poco a menos que hiciese lo mismo con todas, de manera que cuando consideró que ya estaban en condiciones de escucharlo, las despertó y les dio un largo discurso explicándoles, entre otras cosas, que Mael no estaba haciendo nada incorrecto, porque él era un hombre joven y libre que tenía derecho a enamorarse y a tener una pareja. Iván estaba seguro que lo habían comprendido, y aunque seguían mostrándose tercamente en desacuerdo, también estaba bastante seguro de que no harían ninguna barbaridad en contra de Mael.

Después de la cena y mientras los niños se iban a jugar, Sam salió a la terraza y se permitió pensar en lo que había sucedido, unos segundos después apareció Danny a su lado.

  • ¿Qué es?  --  le preguntó
  • ¿Cómo dices?
  • Vamos Sam ¿a estas alturas pretendes ocultarme cosas?
  • Claro que no
  • Entonces dime qué es lo que te está preocupando
  • No es que esté preocupada exactamente Danny, es solo que…
  • ¿Sí…?  --  pero en ese momento hicieron su aparición Gail y las chicas
  • ¿Cuál es el gran problema?  --  preguntó Gail
  • Y ahí va el señor delicadeza  --  dijo Aderyn mirando mal a su marido
  • Pues si hay un problema no puedes llamarlo de otro modo  --  dijo Danny
  • Y ahí está el otro  --  dijo Diandra dándole un golpe en la cabeza a Danny

De pronto Sam comenzó a reír y los cuatro la miraron.

  • Creí que teníamos un problema, y a menos que sea que Sam ha perdido repentinamente el juicio, todos debemos andar muy equivocados  --  dijo el payaso oficial
  • Al menos comparte el chiste Sam, aunque si te estás riendo de Gail sería igualmente comprensible  --  dijo Aderyn
  • No me estoy riendo de Gail  --  dijo ella
  • Gracias hermanita, creo que eres la única que me quiere y me comprende
  • No te queda el papel de víctima inocente, Gail  --  le dijo ella
  • Por eso digo que yo también te quiero mucho  --  dijo él y ella rio con más ganas
  • Lo que sucede es que tuve un brusco regreso al pasado  --  les dijo Sam
  • Espera, espera  --  la detuvo Danny  --  cuando dices un brusco regreso al pasado ¿De qué estamos hablando exactamente? ¿Acaso entra dentro de tus habilidades manipular el tiempo?
  • ¡Eres necio a tiempo completo, Douglas!
  • ¿Y ahora que dije?
  • Sam se está refiriendo a que se sintió como si ya hubiese vivido lo que está sucediendo, lo que demuestra que ustedes no han crecido mucho

Mientras esto sucedía, Giulian no había notado que Sam no estaba en el salón hasta después de un momento, pero pensando que estaría viendo qué hacían los niños no se preocupó. Sin embargo, pasados unos minutos y al notar la ausencia de los demás, dejó de hablar con Dan y se encaminó a la puerta.

  • ¡Óyeme!  --  exclamó Dan  --  No me has contestado
  • Voy a buscar a Sam  --  le dijo, pero Iván se interpuso en su camino
  • Déjala Giulian
  • ¿Qué te sucede? No puedes impedirme ir a buscar a mi mujer
  • Sam necesita respirar
  • No voy a impedírselo, necio
  • No lo estoy diciendo en forma literal, Giulian  -- dijo con cansancio  --  solo necesita que le dejes su espacio, en este momento está con Danny, Gail y las chicas
  • ¿Y por qué ha de estar con ellos y no conmigo?  --  insistió tercamente Giulian

Iván sintió el repentino deseo de golpearlo. Él sabía que Giulian era en extremo posesivo, pero aquello era ridículo y siendo que Iván sabía perfectamente lo que le sucedía a Sam y que no era precisamente con Giulian con quien necesitaba hablar, sino exactamente con quienes estaba en ese momento, optó por un método mucho más expedito e implantó una firme orden en los pensamientos de Giulian que lo hizo regresar a su asiento.




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