Arzhvael (libro 8. Razas)

Cap. 44 Distracción

 

Elijah había abandonado el castillo y corría a toda velocidad hacia el lago.

  • ¡Elijah!  --  lo detuvo Mael apenas con tiempo, porque ya el chico estaba rompiendo la fina capa de hielo que cubría el lago  --  Hijo…

Sin embargo, no alcanzó a decir nada, porque Elijah se aferró a él escondiendo el rostro en el pecho de su padre. Mael sintió que la ira comenzaba a crecer de nuevo en su interior, porque si bien era cierto que a pesar de las nefastas intenciones de Aelig, sus acusaciones no habían encontrado asidero y nadie le había creído, el solo hecho de lanzarlas, por fuerza tenía que resultarle doloroso a Elijah aparte de recordarle su origen, algo con lo que todavía estaba acostumbrándose a vivir.

  • ¿Esto es mi culpa, papá?  --  preguntó un rato después
  • Por supuesto que no hijo ¿Por qué habría de serlo?
  • Tal vez por la forma en que siempre la traté
  • No voy a decir que haya sido lo mejor, pero ella nunca se esforzó por encajar Elijah, de manera que no eras solo tú, sino los demás también
  • Pero yo soy el mayor, tal vez si yo…
  • Hijo  --  lo interrumpió él  --  aun suponiendo que fuese así, nada justifica ni disculpa el comportamiento de Aelig. Intentó ponerte en contra de tu hermano y eso va más allá de una simple travesura

Elijah se sintió enfermo de solo pensar en la posibilidad de que Brendan le hubiese creído a Aelig.

  • Debí escucharte, papá, debí hablar con Brendan cuando me lo dijiste y quizá las cosas no hubiesen llegado tan lejos
  • Hijo, no siempre estamos dispuestos a hacer lo que los demás nos dicen y…
  • Pero tú no eres los demás, tú eres mi padre y tienes más experiencia que yo
  • A veces la experiencia no lo es todo, hijo y las cosas suceden como deben suceder. Mira esto de la mejor manera, tal vez si hubieses hablado con Brendan cuando yo te lo sugerí, él habría estado menos dispuesto a creerte, y aunque eventualmente el tiempo te habría dado la razón, no habría sido sin que ambos pasaran por un período de disgusto y posteriormente habría sido mucho más duro para Brendan. No estoy diciendo que esta haya sido la mejor experiencia, pero estando tan reciente lo sucedido con Giulian y la Nena, y sabiendo Brendan que Aelig era la responsable, le hizo mucho más sencillo ver las cosas con la claridad requerida. En cualquier caso, quiero que sepas que estoy muy orgulloso de cómo te manejaste y del control que exhibiste, porque estabas en tu derecho a sentirte indignado y furioso
  • No podía papá, estaba demasiado preocupado por cómo debía estar sintiéndose Brendan y bueno… es verdad que me dolió mucho escucharla decir todas esas mentiras, pero hay algo que es verdad y nada va a cambiarlo.
  • ¿Qué cosa?  --  preguntó Mael extrañado, porque él no encontraba nada verás en lo dicho por Aelig
  • El hecho de que soy producto…
  • Eh, eh  --  lo detuvo Mael  --  ya habíamos superado eso ¿no?
  • No papá, ese es un hecho que siempre va a perseguirme, siempre habrá alguien que me señale como un fenómeno o como una monstruosidad.
  • Pero tú sabes que no lo eres, Elijah
  • Y quiero creerlo papá, pero tú sabes que no soy del todo normal. Mírame papá, soy más alto que Brendan y que todos los chicos de mi edad, soy más inteligente, pienso a mayor velocidad, puedo transformarme desde que tenía cuatro o cinco años y nada de eso es normal.
  • Veamos, es verdad todo lo que has dicho y sería necio negarlo, pero la inteligencia no es algo malo, la estatura tampoco podemos considerarla una anormalidad puesto que eres un berserker, el hecho de que hayas logrado transformarte antes, si bien no es lo común, tampoco representa un peligro y por el contrario, eso te ayudará a controlar tus transformaciones mucho antes, y el pensamiento veloz es una ventaja sobre todo en situaciones que requieran la toma de decisiones rápidas  --  Elijah iba a decir algo pero Mael lo detuvo  --  Sé lo que vas a decir y sí, es posible que todo lo que te dieron en ese laboratorio haya contribuido a que todas tus habilidades se desarrollasen antes, pero fuera de eso no hay más
  • Es algo de lo que no estaré seguro nunca, papá, y me aterra ser un peligro para alguien si en algún momento mi naturaleza se sale de control por efectos de lo que me hicieron en ese lugar
  • No puedo garantizarte que no sea así, Elijah  --  dijo Mel con enorme pesar  --  pero yo voy a estar siempre a tu lado y te juro que no permitiré que nada malo te suceda ni que lastimes a un inocente.
  • Sé que esa es tu intención, papá, pero no puedes estar siempre conmigo
  • ¿Quién dice que no?
  • Vamos papá, tú tienes cosas qué hacer y…  --  se detuvo cuando una sonrisa se dibujó en los labios de su padre que miraba por encima de su hombro y cuando se volvió vio a Blaidd
  • ¿Eso te convence?  --  le preguntó Mael
  • Bueno, no eres tú exactamente, pero creo que nos las podremos arreglar
  • Bien, porque quizá no lo recuerdes, pero Blaidd es una criatura muy especial, no solo puede moverse a velocidades extraordinarias que superan la tuya y la mía, sino que en caso de verdadera necesidad, podría comunicarse conmigo sin tener que trasladarse, así que él nunca permitirá que lastimes a nadie de forma inconsciente y siempre me mantendrá informado de todos tus movimientos.




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