Arzhvael (libro 8. Razas)

Cap. 48 Desestabilización

 

El habitualmente tranquilo mundo de los elfos estaba atravesando por un momento realmente crítico. Las incursiones de los Svartálfar se habían hecho cada vez más osadas y las víctimas de las mismas ya alcanzaban cifras alarmantes.

Por otra parte, el mundo Arzvhael no lo estaba pasando mucho mejor, porque enfrentaban a su vez una amenaza que no habrían imaginado posible, o al menos no a aquellas alturas. Desde hacía algún tiempo se habían venido registrando ataques que primero fueron aislados y luego comenzaron a ser más recurrentes, lo que llevó a Iván a ordenar la investigación de las zonas. Él estaba bastante seguro de la naturaleza del enemigo al que enfrentaban, pero había querido contar con pruebas. Una vez que estas fueron lo bastante concluyentes, reunió al concejo.

Cuando los Arzhaelíes llegaron a la sala fueron sorprendidos por una muy grata presencia para ellos.

  • ¡Eowaz!  --  exclamaron Amy y Daira
  • Niñas  --  las saludó él recibiéndolas en su brazos

Ellas eran las que más tiempo hacía que no lo veían, mientras que los miembros de la última generación lo visitaban con mucha frecuencia bien fuese para incordiar como eran los casos de Gail, Danny y Diandra con cuyas visitas Eowaz solía divertirse mucho, o como las Aderyn, Samantha y Mael que eran más tranquilos y con los que solía mantener largas charlas en las que reforzaba sus conocimientos, y como Mael en muchas oportunidades iba acompañado de Elijah, Eowaz disfrutaba mucho por la forma en la que el niño absorbía conocimientos.

Una vez que todos lo saludaron tomaron asiento y Eowaz miró a Alaric con cierta preocupación. En la última visita que le habían efectuado él y Garlan, Alaric se había mostrado muy preocupado tanto por la situación que estaba viviendo el mundo elfico como la suya a nivel personal, ya que estaba siendo presionado por los Lorielid para formalizar el compromiso con los Galen, así que el chico estaba dividido entre lo que era y la lealtad a su familia.

Eowaz sabía que había una razón de peso para que los elfos, aunque procediesen de la unión de uno con un arzhvael siempre seguirían siendo considerados elfos y era que la sangre elfica pesaba mucho más que la arzhvael, de modo que por mucho que Alaric fuese hijo de un arzvhael y hubiese sido educado bajo sus normas, su sangre seguiría inclinando la balanza hacia su raza de origen.

Cuando Alaric ingresó a la orden se generó una discusión entre los miembros de la misma, no porque fuese mitad elfo, término por cierto que los elfos consideraban ofensivo, sino por quien era. Los miembros del concejo tenían la obligación de estar bien informados y estaban seguros que si aceptaban a aquel chico en sus filas, tarde o temprano lo perderían, porque siendo un heredero directo del señor de Garselid, en algún momento iba a ser requerido por éstos.

Lógicamente Alaric fue informado de esto, porque todo aspirante tenía derecho a saber la razón por la que se desestimaba su ingreso a la Orden, pero él les explicó que su madre al contraer matrimonio con un arzhvael, había renunciado a sus derechos de sucesión. Lo que no sabía Alaric y posiblemente de haberlo sabido se habría disgustado mucho, era que, si bien Ysberyr había renunciado a sus derechos, esto no lo excluía a él de la línea de posibles sucesores de Ysandar y más siendo varón, tampoco lo sabían los miembros del concejo y por eso fue finalmente aceptado.

Por todo lo anterior, Eowaz sabía que el chico estaba pasando por un pésimo momento de su vida, ya que él había jurado lealtad a la orden, pero hay otras lealtades que vienen en el código genético y que no son susceptibles a ser modificadas, así que era aquel conflicto de lealtades los que tenían a Alaric en aquel estado.

Eowaz fue sacado de sus pensamientos cuando percibió el silencio y la curiosidad de algunos de los reunidos. Esto se debía a que no todos los presentes conocían al otro personaje presente en la sesión especial de ese día y en ese momento Iván estaba procediendo a presentarlo.

  • Señores, me complace mucho darle la bienvenida junto con mi agradecimiento por su aceptación a visitarnos, al maestro Arthro de Helvecia  --  dijo Iván

No había nadie en aquella sala, y eso incluía a Gail y a Danny, que no hubiese escuchado hablar del maestro Athro, aunque no todos lo conociesen, así como sabían también que, de Helvecia, o por lo menos algunos lo sabían, era una de las primeras formas adoptadas por los humanos para identificar a las personas, y hacía referencia a su lugar de origen, de esta práctica habían nacido los apellidos toponímicos. El maestro Athro era un individuo no muy alto, considerando la estatura habitual de los arzhvaels, con los cabellos blancos como la nieve y con un rostro surcado de arrugas, de modo que nadie se atrevía a imaginar cuántos años podía tener, porque teniendo en cuenta lo lento que avanzaba el envejecimiento en los arzhvaels, aquellas características físicas le adjudicaban un sin número de años.

  • He solicitado la presencia de Eowaz y del maestro Athro, porque, aunque conozco la historia de nuestras razas, ellos están más al tanto de algunos detalles

Gail pensó inmediatamente que por mucho que su padre supiese, y en realidad manejaba una indecente cantidad de información que Gail estaba seguro que él jamás manejaría, decir que aquel par de sujetos estaba en posesión de más información era un eufemismo, ya que sin duda sabrían todo lo que había que saber y más, porque habían vivido muchos hechos en primera fila.

  • Lamentamos mucho la situación que está viviendo la raza elfica  --  continuó Iván  -- y aunque nos gustaría ayudar, a pesar de nuestras buenas relaciones sabemos que no aceptaran que nos inmiscuyamos en sus asuntos. Sin embargo, hay otro asunto igualmente problemático y que nos afecta a todos por igual. Ya se ha determinado con exactitud que los ataques que han venido sufriendo poblaciones tanto arzhvaels como firbolgs, han sido causados por vampiros  --  dijo con pesar  --  La pregunta es ¿por qué y qué podemos hacer?  --  dijo pareciendo concluir la apertura del tema con aquella pregunta y después de unos segundos de silencio Eowaz tomó la palabra
  • En realidad, ambos conflictos nos afectan a todos por igual, porque si bien es cierto que los elfos no están atacando a arzhvaels ni a firbolgs, sabemos que la desestabilización de su mundo repercute en todos los demás, ya que son ellos los encargados de mantener la vida de los bosques y de la naturaleza en general, y si se están diezmando entre ellos todos nos vemos amenazados, pues como dije, la vida silvestre como la conocemos y que nos es tan necesaria, comenzará a desaparecer.




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