Arzhvael (libro 8. Razas)

Cap. 52 Desastre anunciado

 

Iván llegó al edificio del concejo de estado y ya todos los arzhaelíes estaban reunidos esperándolo para recibir nuevas órdenes, ya que habían sido informados por Dan y Jonathan de lo sucedido.

  • Lo siento hijo, pero serás sustituido por Jonathan  --  le dijo Iván a Mael
  • No te preocupes papá, tampoco muero de ganas por ver a ese sujeto, pero no pienso marcharme  --  Iván asintió y lo reasignó a otro lugar de vigilancia

Aun estaban distribuyendo las asignaciones cuando se presentaron Loeiz y Gwier. Después de agradecerles su rapidez, Giulian fue enviado junto con Urs a avisar a Ruslam que estaba justo donde había dicho.

  • Nuestro Hervïv se presentará tan pronto como le de el aviso  --  dijo y se marchó a toda prisa

Los arzhaelíes regresaron al edificio y Garlan aun discutía con Iván.  

  • Esto no me gusta  --  insistía Garlan
  • Créeme que no me gusta más a mí, pero si me hubiese negado habría sido peor  --  dijo Iván
  • ¿Y quién se supone que avisará a los Drows?  --  preguntó Gail que como casi todos los arzhvaels, se refería a los Svartálfar por aquella denominación
  • Sin duda son los mejores amigos de este sujeto  --  dijo Jason 
  • Dudo que tengan amigos, pero si ellos lo propusieron, entonces que ellos se encarguen  --  dijo Iván

Todos notaron la tensión del arzhaelí y lo entendían, de modo que no dijeron nada más y cada quien marchó a su puesto mientras Iván y Dan se dirigían a la sala del concejo.  Después de saludarlos a todos, Iván estaba hablando con Peter cuando todos los terminales nerviosos de su cuerpo se tensaron, de manera que no necesitaba del aviso de Danny para saber que Ioan había llegado. A pesar de los años que habían pasado desde la última vez que había estado en presencia de su padre, la sensación no había variado en nada. Si bien Peter no notó nada de forma inmediata, Dan sí y giró la cabeza hacia la puerta que unos minutos después del aviso de Danny, se abrió dando paso a los dos individuos.

En el momento que Ioan hizo su entrada, las respiraciones parecieron suspenderse. Salvo Dan e Iván, ninguno de los presentes conocía a Ioan, de modo que lo miraban con una extraña mezcla de emociones y nadie prestó atención al Svartálfar que venía con los recién llegados.

Naturalmente la imponente estatura de Ioan fue lo primero que llamó la atención, porque, aunque conocían a Iván y más recientemente al conde Vadik, Ioan los superaba a ambos, aunque no por mucho a Iván. Ioan tenía el cabello bastante largo y lo llevaba suelto, pero lo que realmente paralizaba era su helada mirada, misma que en aquel momento estaba paseando alrededor de la mesa. Otra cosa que llamó la atención de los presentes, fue que por algún motivo inconciente esperaban ver a un individuo mayor sabiendo como sabían que tenía cientos de años, sin embargo, aparentaba poco más o menos la edad de su hijo que a su vez no parecía tener más de veinticinco o treinta años como mucho.

  • Señores  --  dijo Ioan

En ese momento Peter pareció recobrar la voz y el movimiento poniéndose de pie, siendo imitado por todos menos por Iván que siguió sentado.

  • Bienvenido, señor Natchzhrer  -- saludó Peter, pero Ruslam no lo dejó acercarse

Ioan ignoró el saludo de Peter y solo parecía interesado en la única persona que no lo estaba mirando.

  • Fil [1]  --  dijo mirando a Iván, pero él lo ignoró como lo había hecho Ioan con Peter
  • Peter, como ya estamos todos, creo que podemos comenzar  --  dijo Iván
  • Tomen asiento por favor, caballeros  --  dijo Peter y una vez que todos estuvieron acomodados dio rápido inicio a lo que les interesaba  --  Señor Natchzhrer, durante muchos años su raza y las nuestras han podido coexistir en paz, pero en los últimos años hemos visto con mucha preocupación, que se han violado los acuerdos relativos al respeto por la vida y es para tratar esto que hemos solicitado su presencia, ya que el conde Vadik nos informó que no estaba autorizado para hacer acuerdos en nombre de su raza.
  • ¿Y qué quieren exactamente?  --  preguntó Ioan  --  Porque no hemos matado a ningún arzhvael
  • Según lo acordado hace años atrás, se comprometían ustedes a respetar no solo las vidas de arzhavels y elfos, sino también la de magos y humanos  --  dijo Peter y un segundo después Ioan había dejado de mirar a Iván y fijó sus ojos en él
  • ¿Entiendes que necesitamos la sangre para vivir?
  • Cretino infeliz  --  dijo Iván antes de que Peter pudiese contestar  --  necesitan la sangre, pero no tiene que ser sangre humana y ciertamente no necesitan matar a nadie, si lo hacen es porque son incapaces de controlar su salvajismo y se niegan a ello

Todas las miradas estaban fijas en Iván, ya que todos lo conocían bien y les resultaba sumamente extraño escucharlo dirigirse a alguien de aquella manera, pero por encima de eso, encontraban que hacerlo con aquel individuo era casi suicidio. No obstante, Ioan no había perdido la media sonrisa que había en sus labios desde que había llegado.

Iván sabía que Ioan reía poco, y que la expresión que tenía en ese momento era la habitual en él, y aquellos que lo veían, siempre pensaban que estaba burlándose de ellos, algo muy probable en opinión de Iván, ya que el sentido de superioridad de aquel sujeto dejaba muy atrás al de Bastian y eso ya era decir mucho. Sin embargo, después de escucharlo y de mirarlo quizá por espacio de unos cuantos segundos, Ioan rio de veras con lo que los delegados sintieron el súbito deseo de correr, ya que, si bien sus colmillos no estaban extendidos, lucían como puntiagudos trozos de marfil que hablaban a gritos de su condición y de sus años.

  • Muy bien, ya los escuché y ahora me escucharan ustedes a mí  --  dijo Ioan  --  Creo que en esta reunión estamos representadas todas las razas  --  agregó paseando la vista alrededor, aunque en realidad faltaba la de los berserkers  --  de modo que sin duda podemos llegar al acuerdo por el que están clamando y para lo que solo exigimos dos cosas   




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