Arzhvael (libro 9. Alianzas)

Cap. 6 Visita inesperada

 

Los niños habían comenzado a crecer y en realidad las más pequeñas, que eran Denielig y las gemelas Haider, ya eran unas hermosas señoritas de 11 años. Todos los miembros de la familia habían sido suficiente y oportunamente informados acerca de la sangre que corría por las venas de las señoritas Cornwall y Douglas, algo que habían hecho por recomendación de Iván cuando la última tanda de chicos había ingresado a la escuela. Esto había generado las furiosas protestas de todos los niños como si sus padres tuviesen la culpa de la elección de parejas de sus antepasados, con la posible excepción de los gemelos Cornwall que como siempre hicieron gala de su desmedida desvergüenza.

  • Bueno eso explica por qué nos persiguen las chicas, así que ninguna de ustedes tiene derecho a acusarnos de sinvergüenzas, ya que no tenemos la culpa de que vayan tras nosotros  --  había dicho Darien ganándose que varios objetos volasen hacia su desquiciada cabeza
  • Cierra la boca Darien Mael, porque tú no llevas una falda  --  había dicho Eve
  • ¿Y eso qué?  --  había preguntado Derian  --  Seguimos teniendo una sirena, una dríade y una ninfa en nuestro haber
  • ¡Eso no afecta a los hombres, grandísimo estúpido!  --  había dicho Eurielle
  • Vamos Natasha, es claro que sí  --  insistió Derian y Eurielle lo miró con ira
  • A decir verdad si bien no los afecta en la misma medida, sí les confiere cierto… encanto  --  había dicho Iván en forma más bien delicada, y aunque Dan había reído con el mismo descaro que caracterizaba a sus nietos, también había hecho el intento por borrar la sonrisa de sus labios antes de que su mujer lo hiciera por él

Elijah había recordado todo esto cuando regresaban a casa y Brendan venía peleándose con Galadriel y Gamariel por causa de algún cretino infeliz a quien probablemente acababa de sacudir.

  • Si nosotras no nos metemos en tus asuntos y conste que nos parece que tienes un pésimo gusto en chicas, entonces tú no tienes derecho a meterte en los nuestros  --  le dijo Gamariel

Elijah se frotó la frente y se alegró de que fuesen camino a casa, pues aquel año había sido infernal, y al menos tendrían dos meses de respiro con aquel tema.

La relación entre Brendan y Althea, aunque parecía ir bien, Elijah sabía que no era así, pues aquella chica como amiga había sido muy buena, pero como novia era francamente casi tan irritante como lo había sido Aelig.

Vladimir y Dreo, aunque ya tenían 14 años seguían igual de inestables y no tenían una relación fija con nadie. Los gemelos Cornwall parecían haber recorrido todas las listas de posibilidades, y aunque Darien seguía insistiendo en que Atenea era su chica, eso no limitaba sus actividades y todos suponían que era porque Atenea seguía negándose a estar cerca de él, ya no digamos a aceptar ser su chica. Los gemelos Douglas no tenían posibilidad de nada, pues Armelí y Anielka no eran dulces criaturas y las niñas de Develieng habían aprendido extraordinariamente pronto las posibles consecuencias de siquiera mirar a aquel par de incordios. Y Erick que a la fecha tenía 11 años, era tan parecido a Jonathan que Endering ya casi lo enviaba a dirección antes de comenzar la clase, aparte de los muchos castigos que se había ganado cuando ella lo encontraba en algún pasillo o aula con alguna criatura de su muy larga lista de chicas y Erik solía decir que aquella odiosa mujer solo vivía para perseguirlo.

En el caso de las chicas, la única compañía que se le conocía a Lizzy era Alcarin, pero eso los preocupaba poco, ya que sabían que aquel individuo aparte de ser un caballero estaba comprometido, pero hacía unas semanas, un mal nacido que hacía parte del séquito de Dale y que llevaba por nombre Emil Nedelec, se había dedicado a perseguirla ignorando cualquier advertencia, y solo dos semanas antes de salir de vacaciones, Elijah se había ganado un castigo que lo había hecho ir a la sala de detención todos los días hasta el momento de volver a casa por la paliza que le había propinado al susodicho, pero no conforme con eso, también había tenido que soportar la inacabable perorata de Lizzy que entre otras muchas cosas le había repetido lo que venía diciéndole más o menos desde segundo, en el sentido de que no necesitaba que la protegiese, pues ella podía hacerlo muy bien sola. Meilyr tenía una escolta de elfos de casi veinticuatro horas, de manera que sus compañeros no tenían posibilidad alguna de acercársele. Eurielle era un dolor de cabeza constante, porque aparte de bella era coqueta, de modo que los gemelos Cornwall habían enviado a más individuos a la enfermería por su causa que por ninguna otra. Lyseryd era una belleza que no alborotaba mucho en ese sentido, pues los osados habían aprendido por la vía del dolor lo que significaba molestarla a ella o a su hermano Vladimir. Las trillizas al igual que Eurielle, eran las responsables de los heridos que llegaban a diario a la enfermería, aunque en su caso los que los enviaban a ella eran Brendan, Elijah, Michel y Ares, pero eso no evitaba que los chicos insistieran y las perseguían a donde quiera que fuesen, aunque eso le costase sus cabezas; la más problemática de las tres era Gamariel, puesto que también era una coqueta y poseía la desvergüenza de su padre, de modo que sus admiradores estaban más que dispuestos a hacerse matar por ella; Galadriel era un poco más tranquila, pero cosechaba el mismo éxito y sus pretendientes se habrían lanzado de cabeza a un abismo si eso la hubiese hecho feliz; y en el caso de Gema el único dolor de cabeza era Iriael que no la dejaba ni a sol ni a sombra, pero en cualquier caso ella seguía demasiado apagadita desde la desaparición Nat y Iker, pues era la única que no había logrado aceptar su ausencia ni siquiera en forma parcial, así que no habría prestado atención a nadie.  Eve estaba en la misma situación de Lyseryd, pues pobre de aquel desdichado que tuviese malas ideas, ya que terminaba muy mal y ciertamente ella no necesitaba de nadie que lo hiciese por ella. Arianell era un caso perdido y ya ninguno de los chicos sabía qué hacer con ella, pues aparte de hermosa por donde quiera que se la viese, era tan condenadamente coqueta como Eurirlle y Gamariel, y con el desenfadado encanto de su progenitor, así que lo usual era verla rodeada de una nube de jóvenes dispuestos a hacer cualquier cosa que ella les pidiese. Las gemelas Haider no daban problemas en aquel aspecto por su relación con los gemelos Douglas. Y Denielig era otro caso perdido y como ya sabían que no había nada qué hacer, cada vez que la veían con algún desdichado se limitaban a enviarlo a la enfermería sin detenerse a pensarlo mucho.




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