Arzhvael (libro 9. Alianzas)

Cap. 18 Descaro

 

Cuando Dan comenzó a moverse en la cama, Giulian y Amy corrieron a su lado. Dan intentó abrir los ojos, pero tuvo que parpadear varias veces antes de conseguirlo y lo primero que vio fueron los ojos de su mujer velados por las lágrimas

  • ¿Cómo te sientes mi amor?  --  preguntó Amy
  • Como si me hubieran machacado  -- contestó mientras veía a Giulian reír  --  ¿Y tú de qué te ríes? Estoy hecho polvo y a ti solo se te ocurre reír. Si serás imbécil.

En este punto Giulian rio con más fuerza, pues su amigo había vuelto. Entre los dos le contaron a Dan los últimos momentos del enfrentamiento que él parecía no recordar muy bien. Se angustió mucho por Samantha y por los demás, pero le aseguraron que se estaban recuperando y efectivamente tanato Garlan como Urz ya estaban despiertos y unas horas después también Samantha despertó.

  • Hola princesa  -- saludó Giulian inclinado muy cerca de su rostro

Ella sentía la garganta reseca y le dolía la espalda. Poco a poco los recuerdos fueron regresando.

  • ¿Cómo están los niños?  --  fue lo primero que preguntó
  • Todos bien, amor  --  le aseguró él
  • ¿Y papá?  --  volvió a preguntar
  • Estoy bien, linda  --  le contestó Dan

Giulian se hizo a un lado para que ella pudiera ver a su padre que se encontraba en la misma habitación aún. Sam pidió explicaciones más detalladas acerca de lo que había sucedido después de que la habían atacado y le quedó la curiosidad acerca del desconocido que los había curado.

  • El único que parece saber quién es  --  dijo Giulian  --  es McKenzie, pero se ha negado a revelar su identidad.

Sam pensó que Kenny debía tener muy buenas razones para ello. Sin embargo, seguía queriendo saber quién era.

Elijah y Darien despertaron solo un poco después que su madre, y aunque ambos chicos lucían demacrados y ojerosos, dijeron sentirse bien y querían levantarse en forma inmediata. Sin embargo, había unas cuántas señoritas poco dispuestas a dejarlos hacer aquello y el primero en enterarse de ello fue Darien.

  • Alan dijo que debías permanecer en cama al menos un día más, hijo  --  le dijo Giulian
  • ¿Qué parte de que me siento bien no has comprendido, padre?  --  preguntó el gemelo  --  Haz el favor de hacerte a un lado, porque voy a levantarme independientemente de que…
  • ¡Darien Cornwall!  --  el gemelo hizo inmediato silencio y giró la vista hacia la puerta  --  Si te levantas de esa cama antes de que Alan de su autorización, te juro que te dejaré en condiciones de no poder levantarte en mucho tiempo  --  concluyó una furiosa Atenea
  • A ver Thyna, yo me siento bien y…  --  comenzó pero volvió a hacer silencio, pues en un par de segundos tenía a la chica prácticamente encima apuntándolo con su Gwialen
  • Creo que no me escuchaste bien, Cornwall
  • Thyna…
  • ¡Cierra la boca y vuelve a acostarte!  --  le ordenó empujándolo, ya que él se había comenzado a incorporar mientras hablaba con su padre.

Entre tanto, el mencionado padre miraba el asunto con diversión al igual que Brendan, Ares y Derian. Atenea había empujado a Darien y luego había acomodado las mantas. No obstante, Darien era Darien y no había nada qué hacer como quedaría demostrado en un momento

  • Bien, voy a comer, y si me entero que has abandonado esa cama por cualquier período de tiempo…
  • Sí, sí  --  la interrumpió  --  vas a dejarme en condiciones lamentables, pero…
  • ¿Pero qué?  --  error, pensaron los presentes al ver la sonrisa maligna de Darien
  • Sería mucho más divertido si compartieses la cama conmigo y me dejaras en pésimas condiciones, pero por otros motivos
  • ¡Darien Mael! -- exclamó Daira que lo había escuchado, porque venía entrando a verlo

Atenea había enrojecido hasta la raíz del cabello y posiblemente cuando superase la vergüenza se lo cobraría muy caro a Darien, pero por el momento solo corrió hacia la puerta deseando huir lo más lejos posible, y una vez que había desaparecido, el padre de aquel desvergonzado estalló en una sonora carcajada que fue coreada por Derian y Ares mientras Daira reñía a Darien.

  • Vamos Clemmens, Darien solo…
  • ¡Cállate sinvergüenza!  --  le ordenó Daira a Giulian y la emprendió en su contra, algo que el gemelo aprovechó muy bien y como solía hacerlo siempre
  • ¿Lo ves, madrina? Es injusto que me culpes a mí por algo en lo que no tuve nada que ver, pues ciertamente no tengo la culpa de ser su hijo  --  dijo con su mejor cara de niño desvalido  --  Ven y dame un abrazo, estoy falto de cariño y ni siquiera me dejan ir a ver a mi madre  --  agregó en tono de convincente tristeza

Daira aun miró mal a Giulian y luego se acercó a Darien y lo abrazó como si fuese necesario protegerlo de Giulian, algo que sin duda estaba muy alejado de la verdad, porque si alguien no necesitaba protección en ningún sentido ese era Darien Cornwall. Brendan miraba incrédulo a su hermano, pues sin duda alguna aquel era el mayor descarado del planeta y lo peor era que la pobre Daira siempre caía.




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