Arzhvael (libro 9. Alianzas)

Cap. 21 Ya no tan niños

 

La vida en Develieng se había vuelto relativamente tranquila desde la salida de Dale y el cambio radical que había dado Lery. Los últimos meses habían transcurrido en forma vertiginosa y ya estaban próximos a las vacaciones de verano que, aunque eran cortas, siempre eran esperadas con ansias, ya que, aunque sabían que sus padres estaban muy ocupados, se las arreglarían para pasar tiempo con ellos.

La relación de Darien y Atenea, para asombro de todos, había mejorado mucho, al menos la chica no lo agredía cada vez que lo veía y Darien se portaba más juicioso para decepción de muchas chicas. La de Ares y Gamariel era más problemática, porque mientras él hacía inhumanos esfuerzos por acercarse a ella, Gamariel hacía hasta lo indecible por mantenerlo lejos.

Brendan había continuado su relación con Althea para dolor de Galadriel, y todo parecía marchar bien entre ellos, lo único que Brendan lamentaba era que Galadriel seguía tratándolo con indiferencia. Patrick por su parte que no tenía idea de los sentimientos que Galadriel albergaba por Brendan, había aprovechado inconscientemente aquella situación y se había vuelto inseparable de la chica.

Las señoritas McKenzie se habían vuelto un misterio indescifrable para los miembros del clan, o al menos Lizzy más que Aria, porque desde los sucesos de Valborgsaften, Lizzy estaba callada y casi no participaba en las actividades de los chicos, de modo que Elijah después de agotar todos sus muchos recursos, recurrió a su madre, pero esta le dijo que se lo tomase con calma, ya que ella estaba segura que no le sucedía nada y que solo se trataba de que estaba creciendo y simplemente estaba más juiciosa. Por algún motivo esto no convencía mucho a Elijah, pero decidió prestar atención a su madre y dejó de perseguir a Lizzy a toda hora preguntándole qué le sucedía.

En el caso de Arianell era una molesta espina en la garganta en opinión de Elijah, pues aquella muchachita se empeñaba en meterse en los más horrorosos líos un día sí y otro también, y aunque desde Valborgsaften, Elijah se esforzaba en mantenerse a distancia de ella pues aun no le perdonaba la vergüenza que lo había hecho pasar delante de sus padres, no podía evitar enterarse de los disparates de la señorita McKenzie.

Sin embargo, y en líneas generales, las cosas marchaban con relativa normalidad y sus principales preocupaciones eran Wilkes y los elfos.

En el caso de Wilkes al parecer su capacidad de liderazgo estaba por debajo de la de Dale y le estaba costando trabajo reunir un grupo dispuesto a arriesgar el cuello enfrentándose a los chicos de la familia solo para fastidiarlos, pero lo hacía a título personal cada vez que podía. Y en el de los elfos constituían una amenaza menor, pero como Elijah tenía una gran capacidad para preocuparse, no dejaba de vigilar atentamente todos los frentes.

Aunque ya hacía tiempo del anuncio del posible compromiso entre Meilyr y Valandil, éste aun no se había concretado, algo que extrañaba mucho a Elijah, pues él sabía según lo que le había contado Elladan, que las ceremonias de compromiso se efectuaban cuando el elfo en cuestión había cumplido los catorce y ya Valandil había pasado esa edad, pero después también recordó que Elladan le había dicho que como Valandil estaba muy alejado de la sucesión, se lo tomaban con más calma, así que tal vez el abuelo de Meilyr no estaba tan interesado en aquel compromiso y por eso el retraso.

Lo que Elijah no sabía, era que si aquello no se había concretado aun no era por falta de interés, al menos de parte de los Faelvir, sino debido al tormentoso período por el que estaban atravesando las comunidades elficas.

No obstante, si había algo que no le faltaba a Elijah eran preocupaciones, pues los nemhains que ahora estaban un poco mayores y se sentían más confiados, de nuevo estaban dando la batalla por la atención de las niñas. Lo que preocupaba a Elijah no era que alguna de ellas fuese a prestarles atención, sino que ellos pudiesen hacer algo violento para forzarlas, de manera que se habían organizado de nuevo, y aunque las niñas habían alejado a los elfos, éstos representarían una ayuda inesperada, ya que a pesar de lo anterior y siendo que ellos también habían notado el interés de los nemhains, Liosberi Faelvir había dado órdenes a los suyos para mantenerse alertas. Hasta allí todo relativamente bien, pero una mañana cualquiera en la que extrañamente Elijah iba con retraso al comedor, se encontró con una escena que por algún motivo hizo sonar una ruidosa alarma en su cerebro.

Arianell se encontraba en aquel momento en animada conversación con Cailan Galen, y aunque allí no había nada fuera de lo usual, Elijah percibió una clarísima señal de peligro, de manera que hizo una rápida revisión del entorno y fue cuando su cuerpo se puso en acción. Corrió como solo él habría podido hacerlo, apartó de un empujón a Cailan dejando a Aria a su espalda y atrapó una flecha que a todas luces iba dirigida al elfo. Arianell había comenzado a gritarle a Elijah, pero hizo inmediato silencio cuando entendió lo sucedido, y en cualquier caso Elijah no le estaba prestando atención, porque una vez que había detenido la flecha se había movido con igual rapidez hacia el lugar de donde la misma había partido sujetando a quien la había disparado.

  • ¿Qué sucede contigo, Duck?
  • ¡Déjame en paz, Berserker!

Bill Duck era el nemhain que había perseguido a Arianell prácticamente desde su primer día de escuela, pero aparte de las sacudidas que le había propinado la misma Aria, Iker lo había enviado un par de veces a la enfermería y el mismo Elijah otras cuantas, y cuando Liosberi había comenzado a ir con Aria a todas partes, todos pensaron que a aquel necio se le había pasado el interés. Lo que no sabía Elijah, ni nadie, a decir verdad, era que Liosberi había tenido más de un encontronazo con Duck y éste le profesaba al elfo un odio aun mayor que a los miembros de la familia, de manera que al ver a Arianell en compañía de otro miserable elfo, Duck enfureció y tomó una pésima decisión. Una vez que había pasado la conmoción y que Duck había sido conducido a la dirección, Cailan se acercó a Elijah.

  • Te lo agradezco, Berserker
  • Descuida, estoy seguro que tú habrías hecho lo mismo  --  le dijo Elijah y luego se acercó a Arianell  --  ¿Tú estás bien?  --  le preguntó llevando una mano a la cabeza de ella
  • Claro que lo estoy, deja de tratarme como si fuese una bebé




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