Cap. 24 Decisiones equivocadas

Danny y Jonathan habían llegado a una esquina cuando una voz desagradable los hizo detenerse.

• No tienen nada que buscar aquí

Si bien Danny recordaba poco a Itrais, no era el caso de Jonathan que había sufrido la persecución de aquella molesta energía quizá más que ninguno de sus compañeros y no tenía idea de la razón, aunque la misma era que siendo el sinvergüenza que era, Itrais lo detestaba más que a nadie de su generación. Sin embargo, cuando habían comenzado a retroceder vieron que algo volaba hacia ellos, pero antes de que pudiesen hacer nada por detenerlo, una sombra se interpuso deteniéndolo y luego notaron que se trataba de Mael.

• ¡Fuera! -- estaba gritando Itrais
• Mi señora, le pido humildes disculpas si nuestra presencia la incomoda, pero debo hablar con la señorita que…
• La señorita -- puntualizó Itrais en forma por demás desagradable -- es una criatura estúpida que intentó hacer daño a mi señor
• Y es por esa razón que necesito llegar a ella  --  dijo Mael  --  porque a quien intentó hacer daño fue a mi hijo

Danny y Jonathan se miraron preguntándose qué demonios estaba sucediendo, mientras que Itrais se giró, fijó sus malignos ojos en Mael y comenzó a acercarse.

• Mael… -- comenzó Jonathan, pero Mael movió la mano indicándole silencio

Jonathan consideraba aquello como mínimo arriesgado, pues él sabía lo peligrosa y violenta que era aquella energía con los de su género, pero decidió obedecer y guardó silencio. Después de lo que le pareció una enormidad de tiempo, la escucharon de nuevo.

• No te debo a ti obediencia, pero le prometí a él, a quien sí se la debo, no dañar a su sangre
• Y te lo agradezco  --  dijo Mael  --  ¿Me permites pasar?
• ¿Sabes lo que hizo?
• Lo sé
• ¿Pagará por ello?
• Lo hará

Después de eso Itrais se hizo a un lado y lo dejó pasar, pero, aunque en teoría Danny era de la misma sangre de Elijah, ni él ni Jonathan consideraron prudente moverse, pero en cualquier caso Mael no tardó mucho en regresar con una elfa en los brazos.

• Gracias, mi señora  --  le dijo a Itrais y comenzaron a alejarse  --  Jonathan, busca a Eirian y llévala a la enfermería

Jonathan partió a toda velocidad en busca de Eirian sin hacer preguntas, pero Danny era otro asunto.

• ¿Cachorro podrías…?
• Aguarda, Danny

En cuanto llegaron a donde estaba el grupo fueron recibidos por un mar de miradas furiosas que empeoraron mucho al ver a quien traía Mael en brazos, pero él prestó escasa atención a eso y colocó a la chica en brazos de Gail.

• Llévala a la enfermería -- le dijo en silencio y él al igual que Jonathan no hizo preguntas, sino que se marchó enseguida y luego Mael se inclinó hacia Elijah -- Disculpe, señorita Elizabeth ¿me permite?

Lizzy lo miró como si estuviese a punto de lanzarle el peor de los conjuros, pero retiró sus manos de la cabeza y el pecho de Elijah, Mael lo alzó y partió hacia la enfermería con todos los demás corriendo a toda prisa hacia el mismo lugar.

Llegaron casi al mismo tiempo que Jonathan y la directora que a su vez venía en compañía de Endering, y aunque inicialmente ellas dos pensaron que los heridos habían empeorado, se encontrarían con una situación completamente diferente.

Samantha había corrido en cuanto había visto a Mael entrar con Elijah en brazos y en realidad todos lo habían hecho, pues aparte de la preocupación, la pregunta automática fue ¿Qué podía haberle sucedido? Y si todos se estaban preguntando aquello, era porque al ser Elijah un berserker, no había prácticamente nada a lo que fuese vulnerable con la posible excepción de altas dosis de veneno Uzky, o lógicamente el de Midgard. Como Alan también sabía esto, y aunque era muy improbable que el chico hubiese sido atacado por ninguna de las dos criaturas antes mencionadas, igual le ordenó a Brigid buscar los antídotos mientras se apresuraba a hacer una evaluación y estaba en ello cuando se presentó Eirian. No obstante, todos iban a sorprenderse mucho a continuación.

• Eirian, esa joven -- dijo Mael señalando a Ireth a quien Gail había colocado en una camilla -- intentó envenenar a Elijah

El grito ahogado de los mayores y las imprecaciones de la mayoría de los jóvenes, inundaron la enfermería. Alan había suspendido momentáneamente su evaluación no solo por lo que acababa de escuchar, sino por la actitud general de Mael. Todos sabían que aquel individuo era ecuánime, tranquilo y muy dulce, pero en ese momento su habitual expresión que reflejaba todo lo anterior, lucía alterada y a años luz de la que le era común. La primera en reaccionar fue Samantha que se colocó frente a él y al sujetar sus brazos sintió la tensión, pues parecía que estuviese tocando una sólida pared de roca.

• ¿Qué estás diciendo, Mael?

Por primera vez desde que Samantha podía recordar, Mael ni la miró ni le contestó, pues estaba mirando a Eirian que le devolvía una mirada llena de incredulidad.

• Señor Berserker  -- dijo una vez que recuperó su voz  --  aunque no tengo por qué dudar de su palabra, la acusación que acaba de hacer es muy seria y…
• Y espero que tomes las medidas necesarias o no saldrá viva de aquí