Arzhvael (libro 9. Alianzas)

Cap. 27 Despertando

 

De los chicos que estaban en la enfermería, la primera en recuperarse fue Arianell, y lo primero que vio al despertar fue los ojos de su padre.

  • Bienvenida  --  le dijo Jonathan
  • ¿Papi?  --  preguntó ella sorprendida 

Por la pregunta les quedó claro que no recordaba nada, de modo que entre Jonathan y Daira le explicaron, y como cabía esperar conociéndola, el asunto no le sentó especialmente bien.

  • Ese par de idiotas me las va a pagar  --  dijo con ira  --  voy a hacerlos pedazos
  • ¡Aria!  --  exclamó Daira mientras Jonathan sonreía
  • No me dirás que vas a sentir pena por ellos, madre, mira todo lo que han causado  --  dijo mirando hacia las camas donde estaban sus primos
  • En principio si tú no…
  • ¡Señora McKenzie!  --  la interrumpió Jonathan que rara vez miraba a Daira con aquella expresión de disgusto y generalmente era al revés
  • ¡Diablos!  --  exclamó Aria y ambos la miraron
  • ¿Qué?  --  preguntó Jonathan colocando una mano sobre la frente de su hija, pero ella lo apartó
  • Estoy bien, papi  --  dijo ella con fastidio  --  aunque eso no será por mucho tiempo  --  agregó y Jonathan miró a Daira con preocupación
  • ¿Aria, acaso sientes algún malestar?  --  probó Daira
  • No se trata de eso mamá, es que ahora Eli sí va a matarme

Jonathan rio y Daira prefirió no decir nada, pero ninguno de los dos tuvo ocasión para decirle lo que había sucedido con Elijah, pues los chicos aparecieron en la enfermería poco después del desayuno y Sam pensó que debían haberse atragantado con la comida, porque hacía muy poco que había sonado la campana anunciando el desayuno. Después que todos saludaron a Arianell, Gamariel miró a sus padres.

  • ¿Dónde está, Elijah?  --  preguntó
  • Debe estar bañándose  --  dijo Sam con rapidez

La verdad era que ella había estado a punto de hacer la misma pregunta, pero siendo evidente que ni sus hijos ni sus sobrinos sabían más que ella, decidió no mortificarlos.

  • Pero entonces ya esta bien ¿no?  --  preguntó Michel
  • ¿Cómo que ya está bien?  --  preguntó Arianell

Los jóvenes miraron a los adultos en forma interrogativa, pero Denielig no se anduvo con delicadezas, pues aquella criatura en ocasiones se comportaba igual que su padre y siendo que se habían metido con uno de sus héroes, se lanzó en una muy venenosa narración de lo que le había hecho Ireth a Elijah, con la resultante de que Arianell montó en cólera y quería levantarse aun antes de que Denielig concluyese, pero como Jonathan se lo impidió miró a su hermana.

  • Dime que como mínimo le rompiste su estúpida cara
  • ¡Aria!  --  exclamó Daira de nuevo exasperada
  • ¿Lizzy?
  • No pude  --  contestó ella
  • ¡¿Qué?!  --  le gritó Aria  --  ¿Cómo que no pudiste, Elizabeth McKenzie?
  • Arianell, haz el favor de dejar de gritar, estás en…
  • ¡Me importa un demonio dónde esté, señora McKenzie!  --  la interrumpió ella y luego miró a su hermana con ira  --  Dime algo Lizzy ¿así es como demuestras lo  mucho que quieres a Eli?
  • Aria, el señor Berserker se encargó a su modo y después el padre de Ireth se la llevó, así que…
  • Algún día voy a encontrar a esa zorra desgraciada y…
  • ¡Arianell Johana!

Daira estaba realmente desesperada, porque definitivamente el comportamiento y el vocabulario de su hija estaba a años luz de lo que ella consideraba siquiera medianamente apropiado, y como de costumbre quien pagó la vajilla rota fue Jonathan.

  • Esto es culpa tuya, McKenzie

Pero mientras Daira insultaba a Jonathan quien no parecía para nada preocupado ni por la actitud de su hija y menos aun por la de su mujer, el escándalo había despertado a Vladimir y a Lyseryd. Dreo corrió hacia la cama de Vladi empujando a Erik que estaba más cerca, mientras que Eurielle y Michel se acercaban a Lyseryd. Ellos a diferencia de Aria, sí recordaban lo sucedido y en ambos casos ahora que se sentían mejor lo único que querían era ir a masacrar a los elfos.

Los chicos tuvieron que marcharse a sus clases, pero Sam notó que Galadriel estaba muy desmejorada, era evidente que había dormido poco si es que lo había hecho, pues tenía oscuras sombras alrededor de los ojos y los mismos estaban enrojecidos, clara señal ésta última de un llanto prolongado.

Brendan despertó poco después que se habían marchado los jóvenes, mientras que Eve lo hizo poco antes de mediodía, y en el caso de ellos dos presentaban un aspecto enfermizo que no tenían ni Vladimir ni Lyseryd, pero Eirian que había ido a ver cómo habían amanecido todos, les explicó que era porque en la constitución genética de ellos había una mayor concentración de sangre vampírica que en la de los hijos de Gail, de modo que la magia elfica tenía mayor incidencia negativa en ellos. No obstante, también les aseguró que como ya habían sido tratados, comenzarían a mejorar con rapidez, algo que quedaría demostrado en el transcurso del día.




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