Arzhvael (libro 9. Alianzas)

Cap. 44 Castigo

 

Samantha se encontraba en una misión de vigilancia en compañía de Kevin y Kenny cuando le llegó el mensaje de Elijah.

  • Madre, siento molestarte, pero si es posible necesito hablarte

Sam acababa de entrar a la tienda con intenciones de descansar un rato, pero al escuchar a su hijo volvió a colocarse la chaqueta y salió.

  • ¿Kevin, dónde está Kenny?
  • Aquí  --  escuchó un poco más adelante y Kenny salió de debajo de su Skik  --  ¿Qué sucede, Samantha? ¿Por qué no…?
  • Debo ausentarme un momento  --  lo interrumpió ella
  • ¿Ausentarte? ¿De qué hablas?

Sam les explicó apresuradamente que Elijah necesitaba hablarle y luego se marchó. Cuando apareció en el lugar que le había indicado Elijah, su hijo corrió a abrazarla.

  • Gracias por venir, mamá
  • ¿Qué sucede, cielo?  --  preguntó ella haciendo un rápido examen visual
  • Yo estoy bien, mamá, se trata de Alex

En forma sucinta le explicó las condiciones en las que estaba Alexander y que en su opinión no había mejorado mucho desde mediodía que había comenzado el tratamiento, de modo que Sam sujetó a Elijah arrastrándolo con ella en la desmaterialización. En cuanto se materializaron de nuevo al lado de la cama de Alex, ella le indicó silencio.

  • Es mejor que nadie me vea aquí  --  le dijo

Como Elijah no iba a ponerse a discutir las posibles razones de su madre, simplemente asintió y se recostó de la puerta. Sam se acercó a Alexander y le dolió el corazón al ver las condiciones en las que estaba, pues aparte del odioso color verde que no había desaparecido, tenía profundas ojeras y su piel lucía reseca. Después de ese rápido examen visual, Sam extendió sus manos y procedió a emitir una pálida luz que en pocos minutos envolvió el cuerpo de Alex. Como aquello hería los ojos de Elijah, el chico los cerró mientras su madre efectuaba la curación; una vez dejó de percibir el fuerte destello de luz los abrió de nuevo y vio a Samantha acariciando los cabellos de Alex, pero el desagradable color verde había desaparecido, así que sonrió.

  • Hola  --  dijo con suavidad cuando Alex abrió los ojos
  • ¿Sam?  --  preguntó él en tono inseguro  --  ¿Estoy soñando?
  • No, cariño  --  le contestó ella y de forma resumida le dijo lo que había sucedido  --  Ya el veneno desapareció y seguramente mañana Alan te dará el alta
  • Gracias, Sam
  • No tienes por qué darlas, mi amor

No obstante, Samantha notó algo más y se sintió preocupada, pero ante la posible incomodidad de Alexander, decidió evitar que viese a Elijah lanzando un conjuro para ocultar su presencia y haciéndoselo saber, luego de lo cual miró a Alex.

  • ¿Qué te sucede, Alex?  --  le preguntó acariciando de nuevo sus cabellos  --  ¿Por qué estás tan triste?

Aparte de que Alexander veía en Samantha a la madre que había perdido y confiaba en ella, era además un chico práctico y honesto, de modo que no vio motivos para no decírselo.

  • Tengo el corazón roto, Sam

Un momento después estaba contándole su tragedia personal con respecto a Meilyr y ahora fue el corazón de Samantha el que se encogió, pues ciertamente ella amaba a Alex y a Sasha como si fuesen suyos y naturalmente le dolía horrores la enorme pena del chico. Sin embargo, hizo su mejor esfuerzo por brindarle algún consuelo, aunque sabía que era más bien poco y que aquello solo podía curarlo el tiempo, pero lamentó de veras no poder hacer nada más por aliviar la pena de su pequeño. Aun así, Alex parecía algo más animado cuando ella se despidió, le dio las gracias de nuevo y después de darle un beso y recomendarle dormir, se desmaterializó sin olvidar a Elijah.

  • Gracias mamá  --  le dijo Elijah cuando llegaron a la puerta de su edificio  --  por todo  --  agregó y ella elevó una ceja  --  Ya sabes, intentaste animarlo y es algo que nadie ha podido hacer desde que Meilyr… bueno ya sabes, desde que ella le dijo que dejase Valandil en paz
  • Entiendo 
  • ¿Cómo lo supiste?  --  le preguntó  --  Es decir, todos sabemos que Alex ha estado enamorado de Meilyr casi desde la que vio por primera vez, pero…
  • No soy ciega, Eli, pero aparte de eso, era una de las razones que estaba impidiendo el avance de la cura
  • ¿Cómo?  --  preguntó con extrañeza
  • Está muy deprimido y eso dificulta o agrava cualquier condición médica  --  le aclaró ella

Después de un momento más, se despidió también de él y Elijah entró al edificio pensando que definitivamente el condenado amor era un enorme problema por donde quiera que se lo viese.

************************************

Tal y como había dicho Samantha, Alan autorizó la salida de Alexander al día siguiente y todo volvió a la normalidad.

La relación de Brendan y Galadriel si bien era cordial, había perdido la calidez de otros tiempos, algo que el chico lamentaba a diario y de alguna manera estaba causándole mucho dolor.




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