Arzhvael (libro 9. Alianzas)

Cap. 46 Los recuerdos de Brendan

 

El día del cumpleaños número quince de Eurielle y una vez que su padre y sus tíos se habían presentado en la escuela, tuvieron una alegre comida, y cuando terminaron de entregarle todos sus obsequios a Eurielle, Brendan se apartó y caminó hacia la ventana perdiéndose en los recuerdos.

El día que él había alcanzado la importante edad a la que llegaba Eurielle ese día, los gemelos habían irrumpido en su habitación en compañía de Ares y con su habitual alboroto haciendo que los demás se despertaran.

  • Feliz Cumpleaños, hermano  --  dijeron los gemelos

Después de abrazarlo, alborotarle el cabello y darle su regalo, se lanzaron en su cama sin tener en consideración los huesos de sus piernas. Michel y Elijah que habían despertado con el alboroto, lo felicitaron también, lanzándole los paquetes con sus regalos. Casi al instante entraron Dreo, Vladi y Alex, y seguidamente el resto de los chicos todos con sus respectivos regalos.

  • Bueno  --  dijo Darien  --  ¿Y no piensas mostrarnos el tradicional anillo de los quince?
  • Imagino que papá y mamá te mandaron a hacer uno muy especial  --  dijo Derian 
  • Y conociendo a mi tío, debe ser espectacular  --  opinó Dreo
  • Después de todo, tú eres su consentido  --  agregó Darien fingiéndose ofendido
  • Pues aún no ha llegado  --  dijo Brendan

Los chicos se miraron extrañados, no era propio de sus padres haberse olvidado de algo tan importante y una pequeña señal de alarma se encendió en sus cerebros.

  • ¿Y el de papá y mamá?  --  preguntó Dreo
  • No, tampoco ese  -- contestó el chico  --  ni ningún otro  --  dijo mirando a los demás antes de que preguntasen

Ahora si estaban verdaderamente alarmados, que uno se olvidara o que se retrasara la entrega podían entenderlo, ¿pero todos? Eso era sospechoso. Pero no tuvieron tiempo de hacer conjeturas, porque las chicas hicieron su entrada.

  • Feliz Cumpleaños, Brendan  --  corearon las niñas
  • ¡Ey niñas!  --  dijo Dreo  --  Que aquí hay chicos en diversos estados de desnudez  --  agregó incluyéndose, pues ninguno parecía haberse ocupado de vestirse apropiadamente

Las chicas rieron tanto de lo que había dicho Dreo, como de la actitud de Michel que se había arropado hasta la cabeza. Sin prestar ni la más mínima atención, desfilaron hacia la cama de Brendan lo besaron y le dieron sus regalos.

  • ¿Dónde está Galadriel?  --  preguntó Derian con  preocupación

Darien que estaba en ese momento intentando darle un beso de buenos días a la entonces recalcitrante Atenea, se volvió bruscamente, porque que Gali no hubiera ido a felicitar a Brendan era tan sospechoso como la ausencia de regalos de parte de sus padres.

  • No se había levantado cuando salimos  --  dijo Gamariel  --  no se sentía muy bien, pero aquí…
  • ¿Qué tiene?  --  la interrumpió Brendan alarmado
  • … te manda tu regalo  --  terminó la gemela  --  dijo que te vería en el comedor.
  • ¿Pero qué tiene?   --  insistió Brendan haciendo caso omiso del paquete que le había entregado su hermana.
  • Solo le dolía un poco la cabeza  --  dijo Gema
  • Bueno vístete  --  dijo Eurielle
  • Queremos desayunar contigo  --  agregó Denielig sentándose en la cama.
  • Te esperaremos  --  dijo Lyseryd sentándose al lado de Denielig
  • Y date prisa  --  le ordenó Sasha ocupando el lugar que había dejado libre Darien
  • Ni hablar  --  se opuso Derian  --  si quieren esperar háganlo abajo
  • ¡Ah por favor, Derian!  --  dijo Lizzy  --  No es la primera vez que los vemos sin camisa
  • O en ropa interior  -- agregó  Eve
  • Y a algunos con menos ropa aun  --  ironizó Arianell mirando a Elijah

Pero Dreo que no era conocido por su dulce carácter, se levantó de donde estaba sentado y caminó hacia las chicas.

  • Saldrán de aquí ahora mismo todas ¡Fuera!  --  dijo asiendo a Denielig y a Eve por los brazos y arrastrándolas hacia la puerta.
  • Yo esperare abajo con las chicas  --  dijo Darien  tomado la mano de Atenea  --  Vamos Thyna
  • Sé caminar, Cornwall  --  dijo ella apartándose de él

Derian miró a Eurielle, pero ésta no se había movido de la cama. Erik tuvo la intención de intervenir, pero había aprendido hacía mucho tiempo que meterse donde no lo llamaban era perjudicial para su integridad física.

  • Natasha no me hagas sacarte a la fuerza  --  dijo Derian
  • Inténtalo, Derian Cornwall, y verás cómo te va  --  lo desafió ella.

Pero si la una era terca el otro lo era más. Caminó hacia ella, la sujetó con firmeza por la cintura y alzándola se la echó al hombro como si fuera un fardo. Como Euriell no se había esperado esa reacción y todo fue tan rápido, no le dio tiempo a reaccionar.

  • ¡Suéltame, estúpido infeliz!  --  y escucharon claramente cuando lo amenazó  --  Lamentarás esto, Derian.




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