Armel se alegró doblemente cuando fue notificado de la aparición de Iván, pues en primer lugar le tranquilizaba saber que seguía con vida, y por otra parte tenía unas ganas enormes de devolverle la jefatura de la orden, pues lo suyo era el trabajo de campo y se sentía preso en aquel despacho. Sin embargo, aun tendría que asistir a la reunión solicitada por Loeiz, pues evidentemente Iván aun no estaba en condiciones de hacerlo.
En su calidad de jefe del concejo arzhaelí, se suponía que Armel debía ser escoltado por dos krigers y un arzhaelí cuando se trasladaba a cualquier lugar, pero tanto él como Iván habían encontrado aquello absurdo, porque ellos eran perfectamente capaces de defenderse de cualquier posible ataque. No obstante, cuando se sucedieron los secuestros, los demás miembros del concejo habían insistido en que la regla debía cumplirse, de modo que fue a Armel al que le tocó acceder, pero el día de la reunión y para su sorpresa, su escolta no era la habitual, sino que los krigers habían sido sustituidos por Garlan y por Giulian, así que el arzhaelí gimió internamente al igual que Philip que era el arzhaelí que lo acompañaba habitualmente.
Armel pensó que sufriría una intoxicación de arrogancia con aquellos dos, pero decidió intentar ignorarlos y salieron hacia la sede del concejo de estado.
Armel no estaba muy seguro de lo primero, pero sí bastante de lo segundo, así que les dio la espalda y entró mientras Giulian comenzaba con su rosario de insultos a Garlan y Philip intentaba alejarse de ellos.
Cuando Armel entró vio que ya Loeiz se encontraba allí, pero no iniciaron la reunión inmediatamente, pues esperaban a Kelan Dalgleish que llegó solo un par de minutos después.
Los presentes no podían estar más sorprendidos, porque si bien era cierto que a grandes rasgos estaban enterados del conflicto, y en el caso de Armel lo estaba bastante más, porque estaba casado con una elfa, en ningún caso habrían esperado una petición de aquella naturaleza por un par de motivos muy específicos.
Todos allí eran personas inteligentes y con un aceptable conocimiento de su historia, de manera que estaban al tanto de que los elfos eran orgullosos, distantes y poco dados a compartir nada con las otras razas, y, por otra parte, sabían que la única alianza de la que tenían conocimientos se remontaba a épocas tan antiguas que ninguno de ellos la había vivido. No obstante, Peter siendo el avezado político que era, se recuperó con rapidez y se aclaró la garganta antes de hablar.
#788 en Fantasía
#122 en Magia
criaturasmagicas berserker elfos, persecucin venganza traicion, amigos lealtad familia
Editado: 21.08.2023