Arzhvael (libro 9. Alianzas)

Cap. 50 Alianzas

 

Armel se alegró doblemente cuando fue notificado de la aparición de Iván, pues en primer lugar le tranquilizaba saber que seguía con vida, y por otra parte tenía unas ganas enormes de devolverle la jefatura de la orden, pues lo suyo era el trabajo de campo y se sentía preso en aquel despacho. Sin embargo, aun tendría que asistir a la reunión solicitada por Loeiz, pues evidentemente Iván aun no estaba en condiciones de hacerlo.

En su calidad de jefe del concejo arzhaelí, se suponía que Armel debía ser escoltado por dos krigers y un arzhaelí cuando se trasladaba a cualquier lugar, pero tanto él como Iván habían encontrado aquello absurdo, porque ellos eran perfectamente capaces de defenderse de cualquier posible ataque. No obstante, cuando se sucedieron los secuestros, los demás miembros del concejo habían insistido en que la regla debía cumplirse, de modo que fue a Armel al que le tocó acceder, pero el día de la reunión y para su sorpresa, su escolta no era la habitual, sino que los krigers habían sido sustituidos por Garlan y por Giulian, así que el arzhaelí gimió internamente al igual que Philip que era el arzhaelí que lo acompañaba habitualmente.

  • ¿Puedo saber qué mal he hecho para merecer su compañía?  --  les preguntó Armel
  • Vamos hombre, no veo cuál es el motivo de tu queja, porque ciertamente no podrías contar con una mejor escolta  --  le dijo Garlan
  • Y mucho más simpática que la que llevas normalmente  --  añadió Giulian

Armel pensó que sufriría una intoxicación de arrogancia con aquellos dos, pero decidió intentar ignorarlos y salieron hacia la sede del concejo de estado.

  • Hagan el favor de no matarse aquí  --  les dijo una vez que llegaron y él se disponía a entrar a la reunión  --  Philip
  • ¡Ah no!  --  dijo él  --  Si quieren matarse yo no moveré un dedo para evitarlo
  • Vete tranquilo, Armel  --  le dijo Garlan colocando una mano sobre su hombro  --  Cornwall no puede hacerme nada, primero porque no tendría oportunidad, y segundo porque Gema lo mataría a él  --  concluyó en forma maligna

Armel no estaba muy seguro de lo primero, pero sí bastante de lo segundo, así que les dio la espalda y entró mientras Giulian comenzaba con su rosario de insultos a Garlan y Philip intentaba alejarse de ellos.

Cuando Armel entró vio que ya Loeiz se encontraba allí, pero no iniciaron la reunión inmediatamente, pues esperaban a Kelan Dalgleish que llegó solo un par de minutos después.

  • Bien Loeiz, ya estamos todos con los que solicitaste reunirte  --  le dijo Peter
  • Les agradezco que estén aquí  -- dijo Loeiz mirando especialmente a Armel y a Kelan  --  El motivo por el que he solicitado esta reunión, es porque soy portador de una petición de mi pueblo. Durante los últimos años habíamos venido enfrentando una serie de ataques por parte de los savartálfar, éste es un enfrentamiento de naturaleza ancestral y que se recrudece de manera cíclica, de manera que estamos acostumbrados y preparados para hacerle frente. Sin embargo, hace seis años las cosas comenzaron a complicarse con la aparición en escena de los vampiros, y fue a raíz del secuestro de la princesa Erskin, una hija de Evendil, y la muerte de muchos de nuestros hermanos, que el concejo elfico ordenó a todos los elfos dispersos u ocupados en otras áreas, como era mi caso, volver a nuestros bosques. Desde entonces hemos estado dándoles la batalla, pero en la última reunión se nos dio la orden de informar a los arzhvaels de la situación, y siendo que ustedes también están sufriendo con este conflicto, nuestra señora me envía con la solicitud de pactar una alianza.

Los presentes no podían estar más sorprendidos, porque si bien era cierto que a grandes rasgos estaban enterados del conflicto, y en el caso de Armel lo estaba bastante más, porque estaba casado con una elfa, en ningún caso habrían esperado una petición de aquella naturaleza por un par de motivos muy específicos.

Todos allí eran personas inteligentes y con un aceptable conocimiento de su historia, de manera que estaban al tanto de que los elfos eran orgullosos, distantes y poco dados a compartir nada con las otras razas, y, por otra parte, sabían que la única alianza de la que tenían conocimientos se remontaba a épocas tan antiguas que ninguno de ellos la había vivido. No obstante, Peter siendo el avezado político que era, se recuperó con rapidez y se aclaró la garganta antes de hablar.

  • Como bien has dicho Loeiz, nuestra raza no se ha visto exenta de los mismos ataques y lamentamos mucho las pérdidas que ha sufrido la tuya, y naturalmente estamos dispuestos a apoyarlos
  • Gracias  --  dijo él y miró a Armel
  • El cuerpo arzhaelí no hace distinción entre su raza y la nuestra, señor Argevyl, nuestras Gwialens están al servicio de todos aquellos que las necesitan, de modo que puede decirles a los miembros de su concejo que nuestros guerreros irán allá a donde se los requiera
  • Se lo agradezco mucho, señor Haider
  • Lo único que necesitaremos de manera inmediata es un enlace que de aviso en caso de un ataque, y a mediano plazo se necesitará alguien para coordinar las futuras acciones en caso de un conflicto a mayor escala  --  agregó Armel
  • De acuerdo, me reuniré de inmediato con el concejo y le haré saber el nombre de la persona que sea designada como enlace




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.